Ley de Seguridad Interior 101
El pasado 30 de noviembre muchos ojos voltearon a ver lo que estaba ocurriendo en la cámara de Diputados; aunque no los suficientes. El país aceptó legislaciones propuestas desde el año pasado por el PAN, el PRI y el Partido Verde que podrían significar la desmantelación de muchos derechos humanos y se hizo en un abrir y cerrar de ojos sin mucha participación del lado civil de la sociedad.
No es por nada que voceros que la ONU y diversas ONGs como la UNICEF y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no tardaron en alzar la voz. La senadora Dolores Padierna advirtió que iba a ser un guadalupanazo así como la reforma energética de 4 años atrás.
¿Qué es exactamente la Ley de Seguridad Interior?
Se trata de la justificación de que el ejército se haga presente en momentos amenazantes en contra del estado, que se explote su uso para manejar la fuerza pública y sobretodo que prevalezca la paz social.
La ley le otorga al presidente de la nación la opción de hacer un uso total de las fuerzas armadas del país. En otras palabras, la Ley de Seguridad Interior presupone una militarización del país. Aunque se señala en el artículo 8 de esta legislación que no se usará para sofocar movimientos sociales o de protesta. Sin embargo, al dejarle al ejército la facultad de decisión para tomar medidas preventivas contra cualquier “amenaza”, se vulneran los derechos humanos. Entre estos derechos está el de la privacidad, el ejército tendrá el poder de intervenir llamadas o acceder a información.
¿Servirá?
Desde que empieza la guerra del narco, los militares salen a las calles a combatir la fuerza de los capos. El aliciente no funciona; pronto la propuesta empezó a circular desde que Felipe Calderón la formuló el año 2006, el mismo año en el que comienza la guerra contra el narcotráfico. Desde hace 11 años, el país ha dejado a 1,700,000 muertos y aproximadamente 25,000 desaparecidos, según una nota de El País.
Mismo año en el que la violencia en el país estalla alarmantemente, de la cual no nos hemos podido recuperar. Los cárteles se empiezan a cristalizar y la violencia pasa de ser un asunto del norte de la nación a ser un asunto que le corresponde a toda la república.
Lo que el futuro deparará
La militarización y el poder que se le quitaría al Congreso respecto a la toma de decisiones sobre fuerzas armadas, significa una disminución importante en la burocratización del ejército. Es decir, menos trabas constitucionales y por lo tanto es más probable que líderes del ejército asciendan al poder. Con base en esto, muchos rumores sobre posibles golpes de estados, que durante la despolitización del gobierno habían sido improbables en la dictadura blanda del PR, se vuelvan mucho más probables. Se habla de posibles caudillos ascendiendo al poder y dictaduras militares, si bien esto es pura habladuría, es incierto lo que ocurrirá con el país.
La ley ya fue aprobada por la Cámara de Diputados con solo un 27% de los diputados en contra y numerosas abstenciones. En la plataforma Change.org, se ha creado una petición que busca 300,000 firmas; no obstante, el 14 de diciembre, pasó oficialmente al ser aprobada por el senado.