Un caos creativo que llegó hasta Abbey Road: Alfie Templeman y Radiosoul
Por Valentina Martínez
Imagínate tener 13 años y ya estar componiendo y grabando música tú solitx en tu cuarto, buscando la forma de documentar pedacitos de tu vida en forma de música.
Yo ni me acuerdo qué era de mí a esa edad pero a esa edad, Alfie Templeman ya estaba lanzando demos de su música, y dos años después lo hizo ya profesionalmente. Ahora, con 21 años, Alfie la está rompiendo. Eyes Wide Shut es una de las mejores canciones de 2024, considerada como BBC Radio 1’s Hottest Record In The World y apareciendo en listas de reproducción en todas las plataformas.
Ese hit viene incluido en Radiosoul, el más reciente disco de Alfie, el cual es una mezcla de indie, jazz y mucho groove, pero que él mismo no sabe ni cómo describir. “No lo sé”, son las tres palabras que me dio para describirlo cuando platiqué con él.
Y es que, aunque podría sonar ridículo, creo que la respuesta es perfecta para describirlo. Es un trabajo que según él está por todos lados. Un revoltijo de ideas y propuestas que transmiten un caos creativo, pero logran crear un ambiente lindo para quienes lo escuchan.
“Scatterbrain. Es un poco de todo. Mi mente está loca, así que sí. Pero creo que es realmente interesante y te da más motivos para escucharlo. Espero que no suene como si fuera un poco loco”.
Veinte minutos de entrevista me bastaron para ver que es un chavo lleno de luz y esencia, alguien que disfruta sumergirse entre lo extraño y lo maravilloso de cada momento y cada sonido, que no le tiene miedo a jugar con lo desconocido, aún cuando está tocando en vivo trata de hacerlo más divertido.
“Creo que siempre estamos añadiendo pequeños riffs y nuevas ideas y cosas a las canciones, ya sabes, aunque tocamos las mismas canciones la mayor parte del tiempo. Siempre estamos añadiéndoles cosas nuevas y luego, ya sabes, escribiendo nueva música y añadiéndoles cosas. Y así nunca se vuelve aburrido porque siempre estamos haciendo riffs y tocando unos sobre otros y divirtiéndonos con eso”.
Platicamos sobre su canción Just A Dance, con Nile Rodgers, un genio de la música que ha trabajado con artistas de la talla de Madonna y David Bowie. Es impresionante todo lo que puede surgir de una simple nota de voz. Para Alfie una cosa llevó a la otra y terminó grabando una canción en un estudio con el que algunos sólo pueden soñar: Abbey Road.
“De él tomé la idea de que no hay que pensar demasiado las cosas. Y, ya sabes, la melodía es un factor muy importante y también la universalidad, en términos de tener letras muy sencillas y tener algo que todo el mundo pueda aceptar. [...] Se trata simplemente de que la vida es como un baile. Es como venir y subirse a la pista de baile y bailar un poco. Dejar todo de lado por un rato. Es como si todo el mundo fuera un desastre, pero encontrémonos en la pista de baile y olvidémonos de todo”.
Cuando tienes veinte, a veces lo único que necesitas es saber que no todo el mundo tiene la vida resuelta, y que está bien sentirte desorientadx. Eso es lo que busca transmitir Alfie con este disco, una sensación de seguridad entre tanto caos e inspirar a otros artistas a salir de su zona de confort, a atreverse a jugar y experimentar con la música.
¿Cuántos de nosotrxs no tuvimos el sueño de ser artistas cuando éramos niñxs, pero se quedó nada más en un sueño? Seis años le bastaron a Alfie Templeman para lograr lo que a muchxs les llega a tomar una vida entera y pasar de ser un morro artista indie a colaborar con uno de sus ídolos.