La palabra de los pueblos originarios, la literatura como acto de resistencia
Adelita Hernández (mexica), Valentín Flores (mexicanero), Pedro Muñiz (naáyeri) y Gabriel Pacheco (wixárika), reflexionan con Ibero 90.9, sobre la buena noticia de la aparición de la literatura indígena en el mapa de las letras mexicanas.
Lo primero que hay que decir es que la literatura escrita es un modo de fijar la visión del mundo y la cultura que entrañan lenguas indígenas, que lamentablemente, se encuentran en proceso de extinción.
Los imaginarios de los pueblos originarios del país son ricos y corresponden a una cultura distinta a la del agandalle y el sálvese quien pueda. Los textos de quienes convocamos a esta reunión son parte de las expresiones culturales de los pueblos originarios. Expresiones culturales que se alejan de la postal y del museo, que van más allá de las consabidas fiestas tradicionales indígenas y dan cuenta de lo que hoy inquieta a los comunidades indígenas, de problemas sociales y políticos como la discriminación o el extractivismo, como las distintas formas de dominación que establece lo que sin reparo ellos llaman “cultura occidental”.
Habría que leer los textos de estos escritores y de otros de literatura indígena, para participar de originales propuestas literarias donde, sin duda se habla de las tradiciones y la cultura indígena, pero también se propone una amplia perspectiva estética.
Para los autores de lenguas originarias, la creación de textos literarios resulta una aventura. Se escribe en dos lenguas, en la materna y en el español. No hay posibilidades de traducción, pero si de hallazgos y descubrimiento, de inteligentes llamadas y propuestas para los lectores.
La obra de los escritores en lenguas originarias, participantes en el tercer Festival de Letras en Tepic expande el horizonte de la literatura mexicana