Por Silvia Dichi Atri
La declaración de los cárteles como terroristas reaviva el debate sobre la soberanía mexicana y la efectividad de la estrategia de Trump.
El lunes 20 de enero, en su reciente discurso como presidente, Donald Trump dejó claro su objetivo, retomando una narrativa que ya había utilizado durante su primer mandato: los cárteles mexicanos son el enemigo número uno.
"A partir de hoy, los cárteles de la droga mexicanos serán designados como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida nos permitirá enfrentarlos con todo el peso de la ley y proteger a nuestra nación de su influencia perniciosa. Vamos a erradicar a estos cárteles como nunca antes, usando todas las herramientas a nuestro alcance, sin límites ni restricciones", declaró Trump en un discurso cargado de promesas de mano dura tras su regreso a la Casa Blanca.
Durante su primer mandato, Trump ya había planteado medidas similares, amenazando con designar a los cárteles como terroristas y aumentando la presión sobre México para frenar el tráfico de drogas y migrantes ilegales. Sin embargo, estas amenazas no se concretaron del todo debido a las complejas implicaciones diplomáticas y legales que conlleva una designación de este tipo.
Trump también prometió el despliegue de más fuerzas militares y un endurecimiento del control fronterizo mediante bloqueos tecnológicos. Un plan que suena agresivo, pero que deja más preguntas que respuestas sobre su viabilidad y posibles consecuencias.
Las reacciones no tardaron en llegar. Eunice Rendón, en su artículo para El Universal, advierte que esta designación podría abrir la puerta a intervenciones extranjeras en México, alterando la relación bilateral en términos de seguridad y diplomacia. "Designar a los cárteles como organizaciones terroristas internacionales podría abrir la puerta para que fuerzas estadounidenses operen en México, afectando nuestra soberanía y complicando la cooperación bilateral en materia de seguridad," aseguró Rendón.
Por su parte, Daniel Cabeza de Vaca Hernández, también en El Universal, enfatiza las implicaciones jurídicas, destacando que el gobierno de Estados Unidos. podría actuar unilateralmente contra objetivos en territorio mexicano. "Esta designación unilateral por parte de Estados Unidos podría derivar en acciones que vulneren la soberanía mexicana, llevando a tensiones diplomáticas sin precedentes," advirtió Cabeza de Vaca Hernández.
En el ámbito local, Óscar Balderas, en su reportaje para Milenio, expone la preocupación de expertos en seguridad que temen que estas medidas intensifiquen la violencia en la región. Según Balderas, algunos sectores incluso consideran que estas acciones podrían generar una reacción violenta por parte de los cárteles, complicando aún más la situación de seguridad. "Expertos en seguridad temen que estas medidas puedan intensificar la violencia en la región, generando una reacción violenta por parte de los cárteles y complicando aún más la situación de seguridad," señaló Balderas.
La visión de los expertos
Sin embargo, no todos los expertos ven con malos ojos la designación de los cárteles como organizaciones terroristas. Pam Bondi, nominada para Fiscal General de Estados Unidos, ha respaldado la medida argumentando que "los cárteles son una amenaza directa para la seguridad nacional, y esta designación nos permitirá perseguirlos con herramientas más contundentes”.
Por su parte, el senador Marco Rubio, en declaraciones recientes, señaló que los cárteles "operan con tácticas terroristas, controlan territorios enteros y representan una amenaza real para la estabilidad de la región, por lo que deben ser tratados como tales”.
No obstante, algunos expertos advierten que etiquetar a los cárteles como terroristas no resolverá el problema de raíz, sino que podría generar tensiones diplomáticas innecesarias.
En su columna para Animal Político, Ernesto López Portillo advierte que la estrategia de Trump podría agravar la crisis de seguridad en México, en lugar de resolverla. "El aparato de Estado camina sobre tres pistas: no sabe, no puede y no quiere hacer lo indispensable para terminar con esa crisis", señala López Portillo. Según el experto, la designación de los cárteles como terroristas no aborda las causas estructurales de la violencia y podría desencadenar una escalada de tensión bilateral.
¿Estrategia efectiva o puro show?
Trump cerró su discurso con una frase que ya hemos escuchado antes: "Estados Unidos volverá a ser un país seguro y libre de la amenaza del narcotráfico masivo." Pero, ¿será cierto o es la misma historia de siempre? Declarar a los cárteles como terroristas suena impresionante, pero en la práctica, enfrenta obstáculos legales y diplomáticos enormes. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Washington? ¿México resistirá o acabará cediendo a la presión?
"Estados Unidos volverá a ser un país seguro y libre de la amenaza del narcotráfico masivo”. Pero la pregunta es: ¿de verdad será diferente esta vez? La realidad es que declarar a los cárteles como terroristas es una jugada mediática fuerte, pero en la práctica, está llena de trabas legales y diplomáticas. ¿Hasta dónde llegará la presión de Washington? ¿México cederá o defenderá su soberanía?
Por más que Trump lo pinte como una solución definitiva, enfrentar el narcotráfico es mucho más complejo que dar discursos impactantes. Reducir la demanda de drogas en Estados Unidos., fortalecer las instituciones mexicanas y dar oportunidades reales a las comunidades más golpeadas son estrategias que rara vez entran en el discurso político, pero que podrían marcar la diferencia.
Sin esas acciones, esta "guerra" contra los cárteles podría ser solo otro capítulo lleno de promesas vacías y pocos resultados. requiere más que discursos grandilocuentes.
El tiempo dirá si esta estrategia es el gran golpe que promete Trump o si simplemente se quedará en un intento más de ganar popularidad con el tema de siempre. Lo que está claro es que México vuelve a estar en el centro de la tormenta y el reto no será fácil. Lo que es seguro es que México está en la mira y el desafío apenas comienza.
