Música para una semana catastrófica: estos son los Discos de la Semana
Esta semana, fue catastrófica por todos los frentes. Donald Trump tomó posesión de la presidencia de los vecinos de arriba por segunda vez. Se robaron 55 tortugas en peligro de extinción de la Universidad de Guadalajara, en Vallarta y los incendios forestales han azotado tanto a California como a la provincia de Bolu, en Turquía.
Podría seguir enlistando cosas ridículamente terribles, pero no hace falta. Mientras el mundo se va al carajo, nosotros podemos enfocarnos en lo único que nos importa, porque el fin del mundo también será musicalizado.
La selección de esta semana tiene dos temas recurrentes que casualmente, parecen respuestas directas a todo lo acontecido en el clima global: uno es la posibilidad de escapar al campo para irse hacia dentro, el contacto con la tierra, y otro es la honestidad y la transparencia. Hay de todo, desde folkcito hasta ambient, con algo de guitarras grungy y un pop con sintes, que si no ilumina el panorama, entonces no sé qué otra cosa lo hará.
You Are The Morning - Jasmine.4.t
Dani Ribero Borrel
Me desperté y no estaba en el rincón de siempre. Los coches que suelen pasar por la calle desaparecieron. Se escuchaban pasos de caballo y el cacareo de las gallinas, acompañadas de una guitarra campesina. Entró una voz humana, dulce y aguda. Resulta que yo soy la mañana.
A eso suena este disco de Jasmine.4.t, cuatro chicas de Manchester que arrancaron su carrera abriendo conciertos de Lucy Dacus, compañera de Phoebe Bridgers en boygenius. Es un paseo por paisajes rústicos de campo y la intimidad que resulta de la lejanía de la ciudad, como en la canción Skin on Skin: “Show me the places I’ve never been between the heat of your sweat and the cold wall you press me to”.
Esta frase es la esencia del disco que está lleno de contrastes. Frío y calor. Acústico y eléctrico. Dinámico y contemplativo con respiros instrumentales. Salí del paisaje inicial a uno que sigue en construcción, con el banjo y unos buenos guitarrazos. Bajo la disquera de Bridgers, Saddest Factory Records, este disco es una invitación a salir de la ciudad a una zona rural en una sola escucha.
Force Majeure - Delivery
Pontas
Force Majeure es el punk que me hubiera gustado escuchar en mi adolescencia. Lamentablemente, mientras mis amigos escuchaban a King Gizzard and The Lizard Wizard, yo estaba muy ocupado aprendiéndome toda la discografía de Molotov.
Por suerte, para los adolescentes de ahora está Delivery, una banda de Melbourne conformada por cinco músicos que quisieras que fueran tus amigos haciendo garage que cumple su objetivo principal: ser divertido.
Force Majeure te cae encima como una bomba de guitarras punk, con una voz noventera que grita con cierta flojera y letras que se tocan con lo ridículo. En contrapunto con esta faceta enérgica y despreocupada, también hacen canciones que parecen bootlegs de un concierto en CBGB’s (“The New Alphabet”), sorprenden a todo rockerito con el uso de sintes (“What Else?”) y cantan melodías beatlescas (“Focus, Right”).
No es el sonido más innovador, pero es lo suficiente para hacerte sentir como un adolescente antisistema que pretende saber todo sobre punk y querer regresar a cuando tenías dieciséis y reemplazar el rock de señor por garage australiano para ser (un poquito) más cool.
into a pretty room - lots of hands
Nerea Saavedra
Este álbum se siente como un abrazo cálido que empieza a incomodar porque ya duró demasiado. Te hace pensar en cosas que no habías procesado, pero te quedas ahí, dejando que el aburrimiento se asiente en el cuerpo. Como cuando te tiras en el suelo a ver la lluvia desde la ventana, o cuando sales a dar una caminata en un campo que no habías pisado antes y no vas a volver a pisar jamás. lots of hands es un dúo británico formado por Billy Woodhouse y Elliot Dryden, que reunieron el trabajo personal de cada uno para armar este disco colaborativo combinando sus dos estilos diferentes que encajan perfectamente.
Billy le imprime el letargo del ambient y slacker rock en contraste con Elliott, que toma elementos del country y el folk, entregando así un álbum ecléctico que junta lo acústico con lo electrónico. Me recuerda un poco a Secret Life de Brian Eno y Fred again, aunque into a pretty room tiene una sensación única que describiría como rural, con la portada del disco lo puedes entender.
Las letras son breves y llenas de nostalgia, atravesando el amor y el duelo. Hace mucho tiempo que no escuchaba un álbum que me pudiera acompañar en una visita a ciertas emociones incomprendidas. Este álbum no te va a volar la cabeza, pero eso es justamente lo que me enganchó, se siente simple y honesto.
Hay Veces - Petite Amie
Alan Zuko
¿Cuántos proyectos empezaron durante la pandemia y cuántos de ellos siguen en pie hoy en día? Muchos nacieron entre el ocio y la incertidumbre, y, curiosamente, muchos murieron por lo mismo.
De las cosas que el encierro y la nueva realidad post pandémica no se pudieron llevar fue a Petite Amie, una banda que de la mano de Santiago Fernández y Jacobo Velázquez, y con las voces al frente de Aline Terrein e Isabel Dosal, empezaron a componer canciones mientras el mundo estaba detenido.
Ahora, a casi un lustro de aquellos tiempos de encierro, las mieles de esos procesos creativos siguen derramándose en la discografía de esta banda y Hay Veces es el segundo material de estudio que nos dan a conocer.
Sus canciones son coherentes con lo que mostraron en su debut y con lo que ha definido su música durante el corto tiempo que tienen de existencia: pop, psicodelia, shoegaze suavecito y letras que mezclan el español y el francés. Petite Amie ha logrado que su estilo sea cada vez más identificable. En este nuevo disco no corren demasiados riesgos y apuestan mucho más por la suavidad de sus melodías, un mood disfrutable y de fácil digestión.
El reto será llegar a un tercer disco sin convertir ese estilo ya definido en una fórmula, y que la misma curiosidad que los llevó a empezar, los mueva a empujar sus límites en un futuro.
Lust 1 - Voice Actor, Squu
Anna Testelli
Después del lanzamiento de su sencillo Barbara en octubre del año pasado, conocimos un poco de lo que se avecinaba con el dúo holandés Voice Actor, en colaboración con Squu.
Lust 1 es el primer álbum fruto de esta colaboración, que ofrece un maridaje de ritmos experimentales con matices de ambient y new age, acompañados de una voz etérea y suave.
Esta obra nos invita a explorar la añoranza, la contemplación y el deseo. No lleva también a una reflexión sobre la conexión entre el cuerpo, las emociones y todo lo que nos rodea. Lust 1 evoca sensaciones profundamente físicas y táctiles, en una experiencia sonora que encamina al contacto directo con la naturaleza. Así como la agricultura puede ser una actividad sorprendentemente sensual con el roce de las manos al trabajar la tierra, la anticipación del crecimiento o el acto íntimo de cosechar frutos maduros.
Los temas que aborda, la sensualidad, la experiencia tangible y el contacto físico, se sienten tan naturales y orgánicos como el paso de las estaciones. La experiencia de escuchar Lust 1 no solo nos invita a contemplar, sino también a "cosechar" emociones profundas. Deja una huella íntima y duradera en quienes lo escuchan.
DÍA - Ela Minus
Leonardo Espindola
Si comparamos las portadas de los dos discos de Ela Minus podemos entender a qué suena el nuevo proyecto de esta productora colombiana.
En “acts of rebelion” aparece con la mitad de la cara tapada, sobre un fondo negro y en escala de grises. La única muestra de color es un pequeño cuadro rosa en la esquina superior izquierda. El sonido del álbum es oscuro, con estructuras que pueden ser monótonas y con algunos momentos cálidos de vez en cuando. Por otro lado, en DÍA tiene la cara completamente descubierta, sobre un fondo blanco y con luz directa. Si miras fijamente la imagen durante varios segundos podría empezar a parecer un render hecho en la computadora.
El disco es Ela Minus presentándose sin necesidad de esconderse. No limita su voz como lo hizo en el primer álbum. Abraza su acento anglo-colombiano y ahora prefiere cantar en lugar de susurrar. La producción también se siente más libre. Hay más momentos instrumentales que le permiten experimentar y jugar con su estuche DIY de aparatos y cables, pero siempre busca tener un gancho que atrape la atención. DÍA muestra a Ela Minus en primer plano sin miedo a esconder lo que es: una productora que balancea la parte oscura de la electrónica experimental con el lado luminoso del pop.