Por Silvia Dichi Atri
El pasado martes 14 de enero, en el programa Ni Plata Ni Plomo de Ibero 90.9, conducido por Ernesto López Portillo y Marisol Ochoa, se abordó un tema crítico para América Latina: la lucha contra la violencia urbana y la recuperación de espacios ciudadanos.
La conversación giró en torno a la experiencia de Jairo García Guerrero, secretario de Seguridad, Justicia y Convivencia de Cali, en Colombia, quien lidera esfuerzos innovadores para transformar una ciudad históricamente golpeada por el crimen.
Hace unos años, Cali era sinónimo de violencia e inseguridad. La ciudad enfrentaba altos índices de homicidios, la presencia de grupos armados y un abandono generalizado de los espacios públicos. Los enfrentamientos constantes no solo cobraban vidas, sino también la esperanza de las comunidades. Parques, calles y plazas, que antes eran lugares de encuentro, se convirtieron en zonas evitadas por su peligrosidad. Esta crisis reflejaba una ciudad sumida en el miedo, donde la vida cotidiana era dominada por la incertidumbre.
Estrategias que generan cambio
Hoy, esa realidad muestra señales claras de cambio. Cali está recuperando no solo sus espacios públicos, sino también la confianza de sus ciudadanos, gracias a estrategias integrales que combinan diálogo comunitario, acción concreta y un enfoque adaptado a las problemáticas locales. En 2024, la ciudad reportó la mayor reducción de homicidios en los últimos treinta años, un logro significativo que refleja el impacto de estas medidas. Parques que antes eran considerados zonas de alto riesgo, ahora están llenos de familias y actividades comunitarias.
Este renacimiento urbano es un ejemplo claro del impacto de estrategias como la "conversa activa" y la recuperación de espacios públicos, que buscan devolver a la ciudadanía el control de su entorno.
La "conversa activa": Diálogo directo con las comunidades
En la conversación con Ibero 90.9 FM, Jairo destacó la "conversa activa," una estrategia que se centra en el diálogo directo con las comunidades para identificar y abordar problemas específicos de cada barrio. Esta metodología incluye reuniones regulares con líderes comunitarios, recorridos por los espacios públicos y un compromiso genuino de las autoridades para escuchar y actuar.
"No se trata de venderle fantasías a las comunidades, sino ser muy abiertos y muy francos en términos de qué se puede hacer en el corto, en el mediano y el largo plazo, y sobre todo que sientan el acompañamiento," explicó Jairo, subrayando la importancia de generar confianza y mostrar resultados tangibles.
Este concepto es una pieza clave dentro de lo que él llama 'gobernanza institucional', un modelo que prioriza la colaboración efectiva entre las instituciones y las comunidades, promoviendo decisiones conjuntas que fortalezcan el tejido social.
Gracias a este enfoque, se ha reducido la tensión en comunidades históricamente afectadas por la violencia y se ha promovido una colaboración efectiva entre autoridades y ciudadanos. Este modelo ha demostrado que estrategias basadas en el diálogo pueden generar resultados tangibles, como la disminución de homicidios y la recuperación del tejido social, marcando un cambio real en la vida urbana.
Su éxito reside en entender que las comunidades necesitan ser parte activa de las soluciones, con una colaboración genuina entre autoridades y ciudadanos.
Historias de impacto: Persistencia frente a los desafíos
Jairo compartió uno de los momentos más difíciles que enfrentó en su gestión: "El domingo, desafortunadamente en un parque asesinaron a tres personas, por razones asociadas tanto a criminalidad como a factores personales. Fue un golpe fuerte para la ciudad, y por eso estuvimos con las comunidades, con el alcalde, conversando con ellas, un poco repensando lo que había pasado y actuando también", relató.
Esta experiencia, aunque dolorosa, reforzó la importancia de la persistencia. "No hay que frustrarse; hay que mantener la conversa y la iniciativa siempre, entendiendo que como autoridades debemos tener una intención clara y tomar decisiones valientes", subrayó Jairo. Este enfoque demuestra que incluso en los momentos más difíciles, la acción constante y la cercanía con las comunidades pueden abrir camino hacia una recuperación que parecía imposible.
Recuperación de espacios públicos: De zonas de riesgo a puntos de encuentro
La recuperación de los espacios públicos ha sido fundamental para devolverle vida a Cali. "Tenemos que recordar que podemos disfrutar la ciudad y recuperar nuestra libertad de actuación, la libertad de disfrutar las municipalidades", señaló Jairo. Proyectos de reapropiación urbana y actividades comunitarias han cambiado la percepción de zonas antes consideradas peligrosas, transformándolas en espacios llenos de vida y comunidad.
Jairo también destacó que una parte significativa de la violencia surge de conflictos cotidianos, pequeños desacuerdos que escalan por la falta de mecanismos de resolución. "El conflicto es un tema natural que necesitamos aprender a resolver de manera tal que no afectemos ni al vecino, ni al amigo, ni a la familia con nuestras decisiones individuales".
Para abordar estas problemáticas, las casas de justicia han sido una herramienta clave en Cali. Estos espacios ofrecen un lugar donde los ciudadanos pueden resolver conflictos menores con la ayuda de mediadores capacitados, reduciendo la posibilidad de que estas disputas escalen en violencia. "A través de las casas de justicia, podemos sentar a las partes involucradas, generar acuerdos y fomentar la convivencia", detalló Jairo.
Este enfoque ha permitido a muchas comunidades evitar enfrentamientos violentos y reforzar el tejido social en sus barrios. Además, ha contribuido a una disminución significativa en la violencia asociada a conflictos personales, mostrando cómo estas intervenciones locales pueden tener un impacto directo en los índices de criminalidad.
Cali demuestra que transformar una ciudad marcada por la violencia requiere liderazgo, persistencia y estrategias bien pensadas. Sin embargo, debemos aceptar que la violencia es un fenómeno persistente y profundamente arraigado en las sociedades humanas. Este caso no es una solución definitiva, sino un recordatorio de que los avances son frágiles y siempre estarán en riesgo.
Más que buscar un final esperanzador, estas estrategias nos muestran que, aunque los gobiernos y las instituciones pueden liderar esfuerzos importantes, el cambio real y duradero parece inalcanzable para muchos.
La magnitud de los problemas en México, agravada por estructuras profundamente corruptas y la penetración del crimen organizado en múltiples niveles, hace que los avances logrados en Cali parezcan casi imposibles de replicar en nuestra realidad actual mexicana. Aceptar esta realidad no significa renunciar, sino entender que la lucha contra la violencia requiere persistencia, aunque los resultados sean siempre parciales y temporales.
Conoce a fondo cómo Jairo García Guerrero y su equipo han enfrentado los desafíos de la violencia en Cali, implementando estrategias que están marcando una diferencia tangible. Escucha el episodio completo de "Ni Plata Ni Plomo" en tu plataforma favorita de podcast: Ni Plata Ni Plomo - Ibero 90.9.