La Venida del Señor: el juego de usar la “discriminación” para censurar
Por Adriane Leal
Una vez más el artista Fabián Cháirez se enfrenta al conflicto por su producción artística, debido a la colisión entre la libertad de expresión y el “respeto” a la religión.
La Venida del Señor, inaugurada el pasado 5 de febrero en la Antigua Academia de San Carlos, recinto perteneciente a la UNAM, es una exposición compuesta de nueve óleos en los que el artista plástico originario de Chiapas, reinterpreta la iconografía religiosa con elementos propios del erotismo. Para algunos, una provocación necesaria; para otros, un acto profano.
El caso despertó reacciones positivas en la comunidad artística y activistas de la comunidad LGBTQIA+; sin embargo, la exposición no fue bien recibida por la Asociación de Abogados Cristianos (ACC), conocidos por impulsar juicios similares contra expresiones artísticas que no encajan en su visión del mundo.
“La exposición presenta imágenes religiosas, incluyendo representaciones de Cristo y la Virgen María, en contextos considerados ofensivos y profanos, lo que constituye un agravio a la fe de millones de personas”, señaló en un comunicado.
Esto fue razón suficiente para que la ACC denunciara formalmente a Cháirez ante el Consejo Nacional Para Prevenir La Discriminación (CONAPRED). El 3 de marzo, el titular del Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa, Francisco Javier Rebolledo Peña, tomó la decisión de retirar la exposición artística, otorgando 24 horas para no hacer uso de la fuerza pública para dicho fin.
La ACC logró suspender La Venida del Señor por cuatro días, mismos que faltaban para clausurar la exposición. Ante tal acto de censura, el 7 de marzo, Cháirez convocó a una protesta a la comunidad cultural, “y a todos aquellos que creen en la libertad de creación", para cerrar oficialmente la exposición.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) se pronunció al respecto, afirmando que el cuestionamiento y la reimaginación de nuestra realidad, es un derecho que debe protegerse. “El argumento de discriminación no puede usarse para justificar censura ni para restringir el debate público. La democracia no se fortalece limitando el pensamiento crítico, sino garantizando que todas las expresiones, incluso las incómodas o disruptivas, puedan existir en un espacio de diálogo y pluralismo”.
De igual manera, la Secretaría de Cultura señaló que la diferencia de posturas y pensamiento no debe resolverse mediante la censura, ya que la prohibición de expresiones artísticas provoca un retroceso en la construcción de la sociedad. Una sociedad que supone ser democrática y laica.
Fue hasta el 12 de marzo que los implicados fueron citados a juicio, donde se determinó que al no haber suficientes evidencias debido a la clausura de la exposición, “ya no había materia para seguir con el juicio”, según explicó Cháirez. Es decir, el juez Francisco Javier Rebolledo Peña negó la suspensión de La Venida del Señor.
Pero, ¿la exaltación por esta exposición se debe al erotismo que figuran los personajes de sus obras, íconos de la religión católica? Cháirez declaró, en entrevista para Ibero 90.9, que muchas de estas quejas se deben a la molestia que causa la humanización de estos personajes que son aparte de una institución religiosa.
“Creo que históricamente esta institución ha cometido muchos atropellos en nombre de la fe y escudándose en esta misma. Y creo que cuando los humanizamos les quitamos ese pseudo poder místico que tienen, lo que pone en evidencia que no son más que seres humanos cometiendo las mismas atrocidades que cualquier otro ser humano dentro de cualquier otra institución”, aseveró.
Para el artista, la sexualidad es un lenguaje colectivo sobre la capacidad que tenemos de sentir placer. Cuestión que asusta y pretende ser castigada por ciertas visiones conservadoras. “Hombre, mujer, de cualquier género o de cualquier orientación sexual, yo creo que tiene que defender su derecho al placer, al goce y sin culpa. Creo que es a partir de la culpa como han intentado históricamente oprimirnos y controlarnos. Esto no sólo es homoerotismo, lo que presento es erotismo en general”, mencionó Cháirez.
La censura de la exposición de Cháirez es contraproducente al desarrollo democrático, ya que es imponer una única visión a la vida pública. La exposición, como recalcó CONAPRED, no restringía los derechos religiosos de los cristianos; mientras que, el cierre de la exposición si vulnera los derechos de libertad de expresión. Cháirez recalcó su preocupación por el ataque a la libertad de expresión de todas las personas.
“Si hoy atacan la libertad de expresión, mañana vendrán en contra de otros derechos. Creer que una lucha solo es de un grupo, o de un sector, en la sociedad es muy peligroso. Hay que entender que en una sociedad democrática tenemos que luchar no sólo por los derechos de las personas que compaginan con nuestras ideas, sino también con las que tienen pensamientos o luchas diferentes”.
Fabián Cháirez no tiene el objetivo de ser polémico, a pesar de que eso sea lo que sus obras artísticas ocasionan.
El artista chiapaneco conoce el peligro de que “exista una única lectura del mundo y de la realidad, especialmente cuando vivimos en un mundo completamente diverso” y recordó que a lo largo de la historia los movimientos que han intentado acallar las voces diversas han caído en prácticas violentas, incluso el genocidio. “Esto se convierte en un riesgo. Lo estamos viendo ahora en Estados Unidos también con la limitación de los derechos a las personas LGBT y demás ciudadanos”.
Afortunadamente, según comentó, el artista chiapaneco no se va a detener y ya está en pláticas para presentar en un par de semanas la Segunda Venida del Señor. Su intención es que, “el público pueda ir y formar un juicio propio que no esté atravesado por la visión de otros grupos, para que así reclamen su autonomía al ejercer el mismo”.
Este tipo de actos de intolerancia no permiten que exista un intercambio de ideas, y por ende, un diálogo que enriquezcan la democracia de nuestro país.
La cultura de la censura siempre ha sido parte de nuestra historia, pues en otro tiempo se quemaron manuscritos; ahora, hay una reconfiguración al utilizar herramientas que se hicieron para proteger a los grupos vulnerables.
El hecho de que se utilicen recursos democráticos para fomentar la censura es un peligro para la democracia. La configuración de la geopolítica actual, con líderes como Trump o Milei, que niegan la existencia de las personas trans o los derechos reproductivos de las mujeres, son una muestra de que los derechos no son incondicionales.
Las prácticas artísticas no escapan de las condiciones políticas de su tiempo, así, también son espacios de posibilidad para la defensa de los derechos.
Puedes escuchar la entrevista completa aquí:
