Herencia, cultura y jazz llenarán tus bocinas con estos Discos de la Semana
La selección de esta semana está llena de historia del jazz. Hay en estos discos mucha leyenda de la música negra que generó cultura y legado.
Kelela pone en perspectiva la influencia profunda del Blue Note Jazz Club en el Greenwich Village desde los ochenta, que coincide en la década con el legendario Buffalo Style sin complejos de Neneh Cherry, que ahora aparece acompañada de Marshall Allen de la Sun Ra Arkestra.
En la escucha, se atan los hilos de maneras inexplicables que hacen posible el trabajo actual de John Glacier y Mereba. Para quienes tengan aspiraciones más europeas, el disco de Vannier es una oda al movimiento yeyé, la psicodelia setentera y el cine francés.
Y si toda esta cultura no es suficiente, porque a veces lo único interesante es un par de entes pálidos con guitarras, está el disco de Horsegirl. Por suerte, siempre quedan las guitarras y los llantos casi imperceptibles de la furia adolescente. Buen provecho.
Jean Claude Vannier et son orchestre de mandolines - Jean Claude Vannier
Regina
Si alguna vez quisiste sentirte como personaje de una peli francesa, caminando por París con un café en la mano y un soundtrack melancólico de fondo, este disco es para ti.
Vannier lleva años haciendo música rara y fascinante en Francia. Como publica The Guardian, ha influenciado a Beck, De La Soul y Arctic Monkeys, entre muchos otros. Es el cerebro detrás de Histoire de Melody Nelson de Serge Gainsbourg, pero también es el que mete pianos de juguete en conciertos y patea guitarras solo porque sí.
Para este disco, se le ocurrió armar una orquesta de mandolinas para contar una historia de amor roto, alcoholismo y asesinato. Suena raro, pero funciona increíblemente bien. Este álbum tiene ese aire de nostalgia parisina que nos gusta en pelis como Amélie o Medianoche en París, pero sin caer en lo cursi.
Más que una postal bonita, se siente como estar en un bar oscuro, escuchando una historia que no deberías oír. Entre arreglos orquestales, melodías hipnóticas y un toque de locura, Vannier logra un sonido que es clásico y extraño a la vez. Ponlo una mañana lluviosa, con un espresso doble y una vela prendida, y de pronto todo se siente un poco diferente. Si alguna vez quisiste vivir tu propia historia parisina con un toque de misterio, aquí tienes el soundtrack perfecto.
New Dawn - Marshall Allen
Marian
Feminista y rebelde desde el principio, Neneh Cherry es una de las figuras más cool del pop desde los últimos años ochenta. Sin ningún esfuerzo, influyó tan fuertemente en la cultura noventera que Beyoncé, M.I.A. y FKA twigs la citan como una de sus referencias fundamentales.
Pionera de la fusión del rap con géneros aparentemente distantes de la forma, como el pop, el punk y el jazz, empezó a hacer música “cruda como sushi” y terminó colaborando con Massive Attack, Gorillaz, Chaka Kahn, los Avalanches, ANOHNI y una lista interminable de artistas importantes de este, y todos los tiempos.
Rompió sin esfuerzo los límites del hip-hop, y con el estilista Ray Petri, inventó el Buffalo Style, la mezcla de ropa de calle con alta costura que antes de ella nadie usaba. Neneh Cherry no seguía tendencias, las generaba. Ahora, hizo este disco meloso con Allen Marshall, que a sus 101 años, se reconstruye una vez más para hacer esta colaboración deleitable.
El multiinstrumentista ha dedicado toda su vida a hacer música innovadora desde el jazz hasta las raíces más profundas de la música negra. Se puede escuchar, específicamente, en Sonny’s Dance lo divertida que es la música que hicieron juntos. Lo creativo, a veces irreverente, lo juguetón, lo entrañable y a la vez tan simple del jazz.
Pensar en reiniciar tu vida no es una tarea tan abismal con un buen álbum de jazz de fondo incitando a abrirte caminos. Nuevo amanecer, definitivamente, es una frase esperanzadora. En mi opinión, también es descriptiva de lo que puedes esperar de este álbum.
The Breeze Grew a Fire - Mereba
Nerea
Mereba te hace sentir como si fuera tu amiga y te leyera su diario en este disco, en el que comparte sus experiencias más personales. Su voz te atrapa y conectas con ella inmediatamente. La manera en que armoniza sus vocales es increíble, creando un sonido consistente y orgánico que mezcla folk y R&B.
Algo que hace especial este disco es que no hay colaboraciones -es solo ella (y nosotros)-, y esa intimidad se siente. Como una conversación uno a uno a media noche, donde las máscaras se caen y solo queda la honestidad pura. Este disco es su espacio personal y al publicarlo te está dejando entrar, te está invitando a ser parte de él.
El álbum es un viaje de autodescubrimiento. Mereba reflexiona sobre sus raíces, tiene una ejecución brillante donde se asoma su herencia etíope en Heart of a Child. Habla sobre su experiencia como madre, recuerdos de su niñez y sus relaciones más cercanas. Es realmente una expresión sincera de crecimiento y espiritualidad. Hay una sección de spoken word en breeze grew fire, en la que su narración se vuelve aún más cruda y honesta. Es un momento donde el vínculo con ella se vuelve real, como si estuvieras ahí, a su lado.
Personalmente, mi canción favorita fue Sanctuary. No había forma más mágica de cerrar el recorrido de vivencias de Mereba.
Saturada de sonidos que me piden desesperadamente que los escuche, The Breeze Grew a Fire es una pausa que no sabía que era necesaria. Es de esos discos que toman tiempo en hacerte sentido, en resonarte, pero que con cada escucha te llevas algo distinto, entiendes un mensaje nuevo y se alinea a lo que estés pasando.
In The Blue Light - Kelela
Carol
Este disco es un asiento en primera fila para una sesión en vivo en uno de los clubes más históricos del jazz de Nueva York, el Blue Note. Kelela manejaba por cuatro horas desde Washington solo para escuchar a Amel Larrieux, grabarla bajo la mesa y reproducir esas grabaciones en su camino de regreso.
Esto es algo que nos cuenta entre sus canciones que fueron grabadas en dos sesiones en este mismo lugar. También nos habla de la importancia que tiene en su carrera el regresar a este espacio pero ahora para estar presentando su música. Un club de jazz y recuerdos del pasado. Esta es la historia que cuenta Kelela con nuevas versiones de Blue Light y Better reinventadas de forma más terrenal, dejando que la seducción cobre vida a través del formato unplugged que define el jazz clásico.
Este proyecto crea una atmósfera que nos envuelve de emoción a través de melodías conmovedoras del soul que nos pueden recordar a Erykah Badú, una de sus inspiraciones creativas más importantes. Tiene un cover de Furry Sings The Blues de Joni Mitchell que deja ver que los intereses de Kelela se extienden a lo más amplio del jazz sin importar el contexto.
Alguna vez, Joni Mitchell le dijo al LA Times que su formación en jazz comenzó con uno de los primeros álbumes de Lambert, Hendricks y Ross. Ese álbum, The Hottest New Group in Jazz, era difícil de encontrar en Canadá, dijo, "así que ahorré y lo compré a precio pirata. Consideré ese álbum como mis Beatles. Aprendí cada canción con él, y no creo que haya otro álbum en ningún lado, incluido el mío, en el que conozca cada nota y palabra de cada canción". La referencia a una artista blanca de rock en un álbum de jazz, dice mucho de la apertura y el rango de intereses de Kelela.
Phonetics On and On - Horsegirl
Tello
Después de una noche de sueños intranquilos, despiertas convertido en insecto. Uno pequeño. No estás en tu cama ni tienes múltiples patas escuálidas agitándose frente a ti, es más, ni siquiera eres un insecto. Para ser preciso, eres un invertebrado anélido; una lombriz, pero infeliz.
Entretén esta basura de reseña un poco más; arrastra tu piel viscosa hasta el jardín, haz un grupo de encantadoras alimañas miniatura, fabrica instrumentos con pasto, lodo, dientes de león, hojas de menta con rocío, bellotas y corcholatas de soda. En lugar de hacer las paces con tu existencia y tus complejos paternos, el antídoto a tu metamorfosis consiste en dar un concierto con tu nueva banda de anélidos pegajosos. ¿Tu audiencia? Un infante humano. Uno cuyo más grande dolor ha sido sentir comezón en la espalda, un ser que aún sonríe cuando el sol roza su piel después de estar en la sombra, que vidria su mirada de alivio y felicidad al ver a sus padres, después de haberles perdido un instante en los pasillos del supermercado.
Tu retorno a la humanidad depende de que le expliques musicalmente a esta cría, lo que tú SÍ has sentido: rencor, curiosidad, amor platónico y romántico, nostalgia. Ese recital miniatura será la sensación más intensa e inexplicable después del cosquilleo que deja el jugo de uva, o el estornudo fantasma del olor a tierra mojada en un día nublado.
Entonces, sería un álbum titulado Phonetics On and On, y el ensamble viscoso detrás de él, Horsegirl. Si te cansan las piruetas kafkianas de Pixar, te bastará saber que Cate Le Bon se alió con tres músicxs gen z para mezclar la esencia de Illinois, Nueva York y California, con guitarras que no suenan a que tienen un cajón enorme lleno de pedales, voces mormadas muy cerca del micrófono, y en general, instrumentos que pudiste haber sacado de un salón de música escolar (un poco más costosos, tal vez, tratándose del estudio The Loft).
Así que, ¿qué prefieres? Una historia épica y sobre-dramatizada de un álbum que huele a crayones y césped. ¿O una hoja técnica de datos para mansplainear a la persona que se digne en acompañar tu escucha? Puesto así, es una decisión sencilla, abre tu lonchera en el recreo y escucha a tu probable nueva banda favorita, ya sea como un insecto más que vaya acorde con su estado (una lombriz feliz) o como un niñx que jamás volverá a sentir algo por primera vez.
Like a Ribbon - John Glacier
Malau
Saber que mi acceso a la información es limitado, es muy extraño en estos tiempos. No sé su nombre real, ni su edad exacta, ni puedo hacer falsas suposiciones con su signo zodiacal. Pero nada de eso importa.
Se dice que entrevistar a esta joven inglesa puede ser muy enriquecedor si haces las preguntas correctas. Pero si las respuestas resultan evasivas, vale la pena preguntarse si algo de lo que preguntaste realmente importa. Culturalmente, estamos condicionados a querer contexto, pero en realidad, ¿qué más necesitas además de la música? Quizás simplemente no sea tan profundo. Como dice Glacier, “digamos que todo el proyecto gira en torno a mi par de calcetines favoritos: simplemente quitaría tu propio mundo de lo que la música significa para ti. De todos modos, nada es tan interesante como la gente cree que es”.
Desde Satellites hasta Heavens Sent, ella ha superado los límites de lo que define el rap británico, aportando con una intimidad que arroja luz sobre lo mundano de la vida cotidiana y las complejidades de las emociones humanas, todo a través de sus propias frases y perspectivas únicas. Esta sensibilidad, junto con su propia mitología perpetuada externamente, le brinda la plataforma para explorar los confines de su sonido inmersivo, atravesando su propia psique de una manera que es a la vez abstracta y totalmente identificable. John, seas lo que seas, para mí siempre te definirá el misterio más sencillo, el más desinteresado de ser un misterio. Quizás eso es parte del encanto.