Como una ola llena de peces, llegan los Discos de la Semana
A veces pensamos que tenemos muy pocas opciones. Esta semana, tenemos tantas que no sabemos por dónde empezar.
Pescamos un cardumen de propuestas musicales. Seleccionamos, de entre la marea de oportunidades perdidas, las que creemos que valen el préstamo de su valiosa escucha, o que por lo menos les harán sentir algo.
Si al leer la metáfora de los peces, lo único que sintieron fue náusea, aprovechemos la coyuntura de los nuevos inquilinos de la Roma Norte en la semana del arte. Visualicen a nuestro programador como un curador que, más allá de su esnobismo y cuello de tortuga, ofrece un catálogo que no solo provoca la reacción más inmediata en sus vísceras, sino que también les dará temas de conversación para convertirse en el bohemio soñador que fluye entre sorbos de vino rosado enlatado y un cigarro sostenido de manera nonchalant, meciéndose al ritmo de los seis álbumes que conforman esta entrega de los discos de la semana.
BLACK’!ANTIQUE - PINK SIIFU
Raquel
No me esperaba una cosa así. Los discos anteriores de Pink Siifu traen r&b igual de fresco que el de Anderson Paak, stoner raps clásicos como lo que hace en B. Kool Aid, su dúo con Ahwlee, y suenan tan elegantes como los de Mac Miller.
Este disco rompe el silencio con violencia auditiva. Con una estética de suciedad tan acumulada que no se distingue ningún sonido en la grabación más que el de la histeria. La miel sobre los oídos que era su trabajo anterior, se cubrió de un manto negro de moscas desesperadas. De inmediato se conjuran esas bandas de hip hop que son casi bandas de noise, como Soul Glo o como Injury Reserve en sus discos más recientes, después de la muerte de Stepa J. Groggs en 2020, o la estridencia tan asquerosa que caracteriza a Death Grips.
Cuando el dúo californiano clipping lanzó su primer disco a través de Sub Pop Records en 2014, me sorprendió ver a un proyecto de hip hop en una disquera que comúnmente se asocia con Mudhoney, Soundgarden y Nirvana. Es una de las bandas que se acercaron al noise con sintetizadores, en lugar de usar instrumentos, como lo hacía Death Grips más o menos en la misma época y en California.
En este disco, Pink Siifu invoca toda esta tradición de bandas estruendosas de rap y usa todos sus elementos. Dobla frecuencias con los sintes, le ladra al micrófono hasta saturarlo, samplea beats rotos como en el trap más piedroso de todos, usa mucho crash en la percusión y eventualmente, se hunde en el humo del letargo y es un respiro tan hondo que le perdonas la agresión.
Lay Low - Eddie Chacon
Silvana
Es de noche y estás por terminar una cita de ensueño, la persona con la que saliste pagó la cena de ambos en un restaurante que te recomendó y del cual nunca habías escuchado. La comida estaba deliciosa, hay buena química, y todo va tan bien, que deciden pasar la noche juntos en su casa. Entras ahí, se prende una luz tenue, y como un balde de agua fría, las bocinas del lugar comienzan a sonar The Hills de The Weeknd.
Nadie quiere ser el pobre sujeto que en pleno 2025 ponga a The Weeknd para fijar el ambiente después de una cita perfecta. Afortunadamente, nos rehusamos a caer en el típico cliché de fuckboy universitario, y en su lugar te recomendamos que, cuando estés en una situación así, le des play al Lay Low de Eddie Chacon sin temor a equivocarte y sin caer en el patrón de las playlists “sensuales” recomendadas por tu plataforma de streaming favorita.
Justo a tiempo para el 14 de febrero, el disco comienza lento, y cada pieza presenta con gracia la siguiente. No hay cambios bruscos de tempo ni contrastes fuertes entre una canción y otra. Aún así, cuando termina, se siente como si Eddie te hubiera llevado por un largo trayecto, cuyo punto climático fue Let the devil in, que desde su nombre, revela que el artista se dejó llevar por algo superior a sí mismo.
Aunque este es su tercer álbum como solista, la música de Chacon tiene el sello de su proyecto anterior, Charles & Eddie, aunque no me refiero a ese sonido característico del R&B noventero, sino a una esencia estilística que me recuerda al sabor de la vainilla y al color café claro.
Nyron Higor - Nyron Higor
Malau
Al frente de una creciente ola de artistas brasileños que cautivan al público internacional, Nyron Higor aporta un sentido de asombro silencioso pero poderoso en su nuevo álbum homónimo.
Dentro de la tranquilidad de su hogar, Higor entrelaza estas raíces con influencias globales y técnicas de producción contemporáneas, creando una visión onírica de esperanza. Tras el éxito de su debut autoproducido, Fio de Lâmina, este nuevo álbum representa un giro hacia una exploración más expansiva y lírica de la trascendencia y el triunfo.
La canción de apertura, Ciranda, marca el tono con un ritmo de frevo pausado, mientras que la melancolía de las melodías de trombón y las armonías de guitarra acústica crean una atmósfera tanto íntima como grandiosa. El sencillo principal, São Só Palavras, con Alici Sol y Bruno Berle, captura la liviandad y profundidad del amor juvenil en un minuto y medio fugaz de destellos arrebatadores.
A lo largo de diez pistas, la agudeza de Higor para el sonido y el silencio sumerge a los oyentes en un espacio que se siente tanto profundamente personal como universalmente resonante. Este álbum es un testimonio de los temas atemporales que definen la esencia artística de Higor, así como de su impulso creativo para superar los obstáculos que enfrenta. Cada pista invita al oyente a experimentar la intimidad cruda, la alegría y la melancolía, así como la genialidad casi etérea de la música brasileña, que parece tener el poder infinito de hacernos volver por más.
Two Stamps - Duncan Fellows
Tello
Little Miss Sunshine, Breakfast club, Juno, Submarine, The perks of being a Wallflower, Licorice Pizza, Mommy… ¿Que tienen todas en común? Además de ser la lista de películas fav del novix horripilante que te mandó a terapia, son películas en las que los personajes transitan entre edades (normalmente pubertas) a otras etapas de mayor madurez, el tan sonado Coming-of-age.
También muchas veces no sucede absolutamente nada, pero por alguna razón te hacen sentir bien, nostálgico y/o con un atisbo de esperanza respecto al futuro.
Ahora, si te digo que un disco podría ser soundtrack de un coming-of-age dosmilero ¿se entiende a qué me refiero? ¿No? El mundo se está yendo al carajo; la gente decide ignorar saludos fascistas, los bosques se incendian a diario, los políticos se pelean con tarifas, Papá Noel se apellida Bezos, Santa Fe es un basurero (no tiene nada que ver, pero es bueno recordarlo). ¿Qué significa crecer en un mundo como este? Ni siquiera Anthony Bourdain quiso permanecer en él, con todo y sándwiches, vinos y manjares.
Tal vez solo necesitamos sentirnos en una película de bajo presupuesto de los 2000, nada estará bien, pero puede que el final inspire a alguien a continuar, ya sean hipsters en Sundance o nostálgicos en 2025.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el disco? Duncan Fellows grabó este álbum en un estudio de la parte linda de Texas, rodeados de árboles, animales de granja, y las alfombras persas de “grado estudio”. Física y musicalmente, el retiro ideal de un apocalipsis que siempre tiene un día siguiente, el lugar preciso para tener una epifanía existencial de madurez, que, aterrizada y con un leve de drama, sabe que no existe algo tal como “El paraíso” (¡Como un maldito coming-of-age de festival deprimente!). Si escuchar este álbum, sabiendo todo esto (junto con el periodismo musical pretencioso) no te genera una extraña sensación de calidez, amix, te prometo nada lo hará.
Four Portraits of the Same Ugly House - Pebbledash
Alde
Al ver la portada no es difícil adivinar que lo que estamos por escuchar sucede dentro de una tierra mítica y fantástica, llena de magos, elfos y seres horrendos que gobiernan en la oscuridad, pero basta con darle play a la primera canción el EP para subirnos a una balsa vikinga con actitud de ambición y de sacrificio, y adentrarnos en el río para que nuestra silueta se desvanezca en la neblina, igual a como lo haría Ragnar Lotbrok.
La fantasía se moderniza al momento que la distorsión de las guitarras comienza a apoderarse del ambiente, nos deja claro que todo tripulante en nuestra balsa vikinga dirige la mirada hacia sus zapatos. Four Portraits Of The Same Ugly House es en su mayoría shoegaze, pero uno al que extrañamente si le entendemos a la voz, se mete en el terreno del noise, ambient, post rock y también nos da una probada de la música tradicional Irlandesa, lugar del que proviene Pebbledash, banda orgullosamente formada en Cork y ciudad a la que dedican estas cuatro fotografías sonoras.
Este álbum está construido como una buena montaña rusa, va subiendo poco a poco hasta que llega el momento del jalón de cuello. Hay valles y crestas, limpieza y suciedad, tal cual como un hogar en el que te sientes seguro, pero que también tiene esos espacios feos, los hogares no pueden ser perfectos, Cork no lo es desde el punto de vista de Pebbledash, pero es su hogar y lo van a representar bien desde sus guitarras.
GLOBOPHOBIA - Cloud Ice 9
Leo
Si alguna vez alguien busca un disco que le haga sentir como un vaquero que pasó demasiado tiempo bebiendo bourbon barato en su saloon de confianza, quizá este disco sea la respuesta.
Todo se mueve lentamente, hay ruidos fuera de lugar y risas burlonas aparecen de vez en cuando para recordarle a ese vaquero que ya no se la está pasando tan bien como cuando empezó la noche.
Las armónicas, pianos y guitarras ambientan ese saloon ruidoso y sucio. El vocalista canta con desinterés pero pronunciando las palabras con acento sureño (como si fueran de Estados Unidos y no de Australia), mientras su banda intenta hacer la experiencia lo más sombría posible.
Y aunque la mezcla de elementos podría pertenecer a un sueño febril, lo único que parece fuera de lugar son las cajas de ritmos que pueden cansar después de las primeras cuatro canciones. El álbum tiene momentos brillantes como GLOBOPHOBIA, LANGUAGE OF FEAR y GARDEN OF PARADISE, pero le falta dinamismo al resto de las canciones. Quien lo escuche va a vivir la experiencia de una noche vaquera y seguramente despertará con una de las peores crudas de su vida.