Una área de oportunidad: reactivación económica verde para México
El Gobierno Federal presentó el lunes 6 de octubre el Plan de Infraestructura para la Reactivación Económica de México a consecuencia de la pandemia del COVID-19. Se estima la inversión de un monto de 297 mil 344 millones de pesos. Estos recursos se orientarán a 39 obras de infraestructura que incluyen a los sectores de comunicaciones y transportes, medio ambiente y energía.
Destaca la recuperación del proyecto propuesto en el sexenio de Enrique Peña Nieto, el “tren México-Querétaro,” de 50 mil 300 millones de pesos. Asimismo, la construcción del Tren Suburbano ramal Lechería - AIFA, cuyo monto invertido es de 12 mil 565 millones de pesos.
Por otro lado, los proyectos medioambientales se reducen a dos: Construcción del Sistema de Abastecimiento de Agua al Aeropuerto de Ia Ciudad de México y el Manejo Integral y manejo especial de Sólidos Urbanos (RSU) en Naucalpan, Estado de México. Mientras tanto, el sector energético todavía mantiene una amplia área de oportunidad para incorporar y considerar la transición energética, energías renovables, creación de empleos verdes o aprovechamiento de los servicios ecosistémicos.
El discurso oficial sostiene que se va a recuperar la soberanía energética del país por medio de las paraestatales de PEMEX y CFE, sin embargo, el contexto económico no ha permitido florecer la iniciativa. Para el 28 de septiembre del 2018, la mezcla mexicana se encontraba en $74.17 dólares por barril, el 31 de septiembre de este año cerró en $37.12 dólares por barril. Por otro lado, PEMEX perdió 44 mil millones de pesos en el segundo trimestre del 2020, así como en los primeros tres meses, 562 mil millones de pesos.
Las energías renovables en México son más baratas que en Estados Unidos. De acuerdo con Morgan Stanley, el precio gira alrededor de $33 dólares por MWh. En nuestro vecino del norte se calcula en $52 dólares. Asimismo, las centrales que queman combustóleo de la CFE, tienen un costo por encima de los $130 dólares por MWh.
Por otro lado, el 6 de octubre, el Fondo Monetario Internacional hizo un llamado al país a detener la Refinería de Dos Bocas para orientar el gasto fiscal a sectores claves para impulsar la recuperación económica, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público optó por continuar con el proyecto. A la vez, se invertirá en proyectos de penetración hidráulica o fracking, como el de Aceite Terciario del Golfo, con una suma de 4,593 millones 403 mil 882 pesos. Beatriz Olivera, especialista en temas energéticos, desarrollo sustentable e industrias extractivas menciona que se trata de la inversión más grande con el uso de fracking en los últimos años.
La reciente eliminación de los fondos para desastres naturales y cambio climático tambalean la iniciativa del país para apostar por una transición hacia una economía verde en los próximos años. En temas de presupuesto gubernamental para el sector ambiental, para 2021 se estima que se le recortarán el 3% de los recursos a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp), 8.9% al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), 9% a la Procuraduría Ambiental (Profepa) y hasta el 11% a la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Alrededor del mundo hay llamados a optar por planes de economía circular, economía verde o transición energética que vinculen al gobierno y a la iniciativa privada.
Por ejemplo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, anunciaron un fondo de 500 billones de euros que contemplan encaminar una transición en bloque hacia una economía “verde” y digital, que impulsen la investigación e innovación, con base en la iniciativa del European Green Deal.
En Reino Unido, el primer ministro, Boris Johnson ha dicho que en 10 años la energía eólica abastecerá a todos los hogares británicos, anunció una inversión de 160 millones de libras (4 mil 472 millones de pesos) para lograrlo.
Mientras tanto, en Estados Unidos el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, abraza la propuesta de la Revolución de Energía Limpia, que busca no solo invertir en paneles solares, sino en la reconstrucción de la economía estadunidense fomentando la creación de 10 millones empleos verdes, transición energética, justicia ambiental y respuesta a desastres naturales, a través de una inversión de 1.7 billones de dólares.
México hasta 2019 había invertido mil millones de dólares en la materia. Con los cuales se crearon 9 mil puestos de trabajo y más de 200 medianas y pequeñas empresas solares. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha impulsado que en América Latina se constituya una reactivación económica para la pandemia que considere:
1) Intensificar el despliegue de la energía renovable y la eficiencia energética, 2) Garantizar un aire limpio y mejor salud a través de la movilidad eléctrica, 3) Reducir gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y tasar las emisiones, 4) Aumentar la resiliencia de los ecosistemas, la alimentación y los medios de vida rurales y 5) Conseguir ciudades más resilientes. Estos puntos los podrían retomar los gobiernos de la región. En caso de que sea así, se proyecta la creación de 37 millones de puestos de trabajo y el ahorro de 283 billones de dólares en inversión en combustibles fósiles.
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