Tercerunquinto, más allá del espacio

¿Sin plan para el fin de semana? Del 23 de junio al 08 de octubre, se presenta en el Museo Amparo, ubicado en el Centro Histórico de Puebla, una exposición en torno al trabajo del colectivo Tercerunquinto. La muestra, fuera de ser una retrospectiva cronológica lineal, busca, a través del análisis de ciertas categorías, examinar las estrategias que los artistas han utilizado en su producción de las últimas dos décadas.

Fundado a finales de la década de los 90’s por Gabriel Cázares, Rolando Flores y Julio Castro –quien dejó el grupo en 2014 – Tercerunquinto se ha dedicado a cuestionar los límites entre el espacio público y privado. Al desarmar la interrelación de ambas esferas, así como las fronteras entre la construcción, la arquitectura informal y los márgenes urbanos, el colectivo busca hacer visible una historia crítica desde otros espacios como la memoria y la negociación.

Arqueología del muro político. Palimpsesto de estudios preliminares, 2007. Reactivación
Museo Amparo

Curada por Cuauhtémoc Medina, curador jefe del MUAC, y Taiyana Pimentel, directora de Sala de Arte Público Siqueiros –La Tallera, la exposición significó un trabajo en conjunto con los artistas en el que se revisaron las propuestas curatoriales anteriores, para ubicar al colectivo desde otra perspectiva. Para esto, se establecieron tres cuerpos temáticos que se encuentran entrecruzados y en constante diálogo. El primero, Protocolos se conforma por piezas en las que el colectivo detona momentos críticos para re-pensar las instituciones del arte contemporáneo; el segundo Ocupaciones, enfatiza en las estrategias tanto agresivas como de negociación de los artistas; y el tercero, Obra Gris, hace uso de éste concepto propio de la albañilería mexicana para repensar la construcción, la arquitectura y los espacios públicos y privados.

Pared, 1998. Collage
Museo Amparo

Colectividad

Durante la charla inaugural, Gabriel Cázares y Rolando Flores comentaron sobre sus obras tempranas, que ocurrieron a partir de 1998, cuando aún eran estudiantes de la Facultad de Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Fue ahí donde se involucraron con maestros que los incentivaron a generar arte de forma colectiva, ya que era mucho más sencillo que producir de forma individual. Es decir, la colectividad es importante para entender a Tercerunquinto pues ésta les ayudó a acercarse tanto al espacio público como a contextos específicos en Monterrey.

Tercerunquinto es un ejemplo de cómo en Monterrey fue un punto clave en el establecimiento de colectivos intervencionistas y disruptivos. En la ya mencionada charla inaugural, Medina relata cómo frente al panorama cultural de los 80’s en la capital regiomontana –donde se defendía la práctica artística tradicional que defendía la genialidad y excentricidad del individuo creador –surgieron grupos y proyectos como Los Lichis o ONF (Object Not Found) que lograron insertarse de otra forma en el mundo artístico.

La colectividad le brindó a Tercerunquinto la posibilidad de acercarse a la esfera pública a través de espacios independientes que los alejaban de aquellos sitios inscritos dentro del circuito institucional del arte. Frente a la necesidad de generar ideas innovadoras, espacios como la BF15 fueron fundamentales para que dichos grupos emergentes tuvieran la oportunidad de exhibir y posicionarse a nivel nacional e internacional.

Historia del muro

El muro, como elemento identitario en el trabajo de Tercerunquinto, es importante para entender la evolución estética y conceptual del colectivo. Con el levantamiento de tres muros, en distintos momentos y espacios, los artistas reflexionaron y maduraron la complejidad de las esferas públicas y privadas dentro del panorama artístico. Pared (1998), que intersectó el espacio cultural Voladero, consistió en una intervención en términos de los mismos elementos espaciales como muros, paredes, techo etcétera. El levantamiento al ser completamente dentro del interior del recinto no brindó muchos elementos para una reflexión más profunda en términos espaciales; sin embargo, Rolando Flores comenta que fue a partir de esa pieza empezaría la historia de su trabajo.

Integración del plano exterior e interior (1998), segundo muro, se enmarcó dentro de la Bienal Regional de la Plástica Jóven en la Casa de la Cultura de Nuevo León. Dicho levantamiento se hizo una parte en el interior, y otra en el exterior del lugar, lo que significó una especie de línea progresiva dentro de su trabajo artístico. Finalmente, Pared + BF15 (1999), aquel levantado en la ya mencionada galería independiente, se erigió completamente en el espacio público, lo que obligó al colectivo a enfrentarse con las políticas del espacio público.

Integración del plano exterior e interior, 1998. Fotografía a color
Museo Amparo

Con respecto a este último muro, Flores recuerda que, al acudir a la Secretaría de Cultura para tramitar un permiso para la colocación de una escultura en la vía pública, fueron redirigidos a la Secretaría de Obras Públicas pues debían gestionar una autorización para “tener material de construcción en la vía pública”. Es decir, sucedió un encuentro con la administración del espacio, con las reglas establecidas, aquellas que se pueden romper y las que no. Entonces, ¿qué sucede en el espacio público y cómo el colectivo puede trabajar a partir de ello?

Negociación

En el 2001, se llevó a cabo Integración del Consulado General de México en Miami, en la que se derrumbó uno de los muros de las oficinas consulares para crear comunicación entre el área cultural y las oficinas burocráticas con el fin de que cualquier persona que fuera a realizar algún trámite pudiera entrar libremente al espacio de exposición. Al mezclar dos espacios organizativos, el colectivo se confrontó con los distintos niveles de negociación a los que se tiene que llegar para llevar a cabo este tipo de intervenciones.

Integración del Consulado General de México en Miami, 2001
Letras Libres

Al tener una conciencia más clara de los protocolos institucionales y la implicación que éstos tienen dentro de la misma obra, la negociación se volvió parte fundamental de Tercerunquinto, y así su práctica artística, sus lenguajes y formas de acción se fue nutriendo poco a poco. Más allá de generar una crítica institucional, se busca crear diálogos donde el muro ya no sea entendido solamente como un elemento de construcción, sino de transgresión.

Transcripción a mano del Código Penal del Distrito Federal del año 1967 (2011) es una pieza que evoca ya no sólo los distintos niveles de negociación, sino también a las relaciones entre la memoria individual y colectiva. A partir de un encargo del Archivo General de la Nación, el colectivo invitó a un ex preso a transcribir a mano el Código Penal vigente al momento de su sentencia. Y aunque la idea original consistía en guardar el documento en el mismo Archivo, el ejercicio advierte cuestiones que surgen gracias a la interpelación entre institución, memoria y escritura.

Transcripción a mano del Código Penal del Distrito Federal del año, 1967. Tinta sobre papel, proyecto editorial
Museo Amparo

Obra gris

La obra gris es un punto de construcción avanzado donde ya hay levantamiento de muros e instalación de la cubierta de la vivienda. Ésta, dentro del contexto mexicano, es un elemento de clase social que remite a las casas de pocos recursos las cuales no cuentan con acabados, instalaciones eléctricas, fontanería, carpintería y revestimientos entre otros elementos. En términos plásticos, la obra gris se presenta como un momento de posibilidad y es ahí de donde Tercerunquinto se agarra para experimentar.

Escultura Pública en la Periferia Urbana de Monterrey (2003) es una plancha de concreto a las afueras de Monterrey la cual, al término de su construcción, podía ser utilizada libremente por los habitantes. El uso que la comunidad le dio a la pieza es interesante en términos de ocupación y su documentación forma parte de la muestra.

Escultura pública en la periferia urbana de Monterrey, 2003
Museo Amparo

Así, el colectivo ha logrado relacionar las esferas públicas y privadas a través del constante diálogo tanto con instituciones como con comunidades. Curadurías como la que presenta en el Museo Amparo, que hacen una reflexión más profunda sobre el impacto de los colectivos no sólo en términos cronológicos, sino a través del uso de distintas categorías, resulta importante para la historia del arte y el actual sistema artístico.  Tercerunquino. Obra inconclusa es una exhibición que no debe perderse y que resulta atrayente al insertarse dentro del actual panorama artístico y político poblano.