Roxy Fest 2018: David Bowie lo inició, Freddie Mercury lo consolidó
Fotos por: Rodrigo Arce (@rodrigo9210)
No todos los grandes festivales de música en México se deben celebrar en la capital. El pasado fin de semana se hizo evidente: mientras que en Monterrey se llevaba a cabo el Pa'l Norte, en Guadalajara se vivió la segunda edición del Roxy.
Después de que el año pasado tiraran la casa por la ventana con la presentación de Morrissey, los organizadores del Roxy debían demostrar que no sólo era suerte de principiantes y armaron un cartel encabezado por LCD Soundsystem, con actos nostálgicos como Erasure y grandes sorpresas como Antonio Sánchez and Migration.
Una vez que los escenarios Jack Daniel's y Converse fueran inaugurados por talento local en forma de Icari y Technicolor Fabrics respectivamente, el primer momento destacado correspondió a La Unión. Cuando la agrupación española se subió al Jack Daniel's consiguió una coreada masiva a ritmo del clásico del Rock en tu Idioma: "Hombre Lobo en Paris".
Al tratarse de escenarios contiguos, en cuanto se acababa un show iniciaba el siguiente en el escenario de a lado. Ahora el turno era de Jonas Gonzalez, fundador de Plastilina Mosh y A Band Of Bitches, de presentar su proyecto solitario Jonaz y poner al público a cantar temas como "Castígame" y "Sonido Paposho". Después de él, era momento de la presentación de Antonio Sánchez and Migration. El oriundo de la Ciudad de México, creador del soundtrack de Birdman, deleitó a los asistentes con su talento para tocar la batería y dejó en claro porque su talento es aplaudido a nivel mundial.
Como el sol no dejaba de golpear de forma aplastante las cabezas de los asistentes, recorrer la Terraza Vallarta en busca de sombra era una muy buena opción. Tres zonas tuvieron muy buena afluencia de gente tanto por las carpas que las alojaban como por su contenido. La primera era el tercer escenario "Guadalajara/Zapopan". Esta era una carpa,– como el "Bizco Club" del Corona, la "Intolerante" del Vive o el "Camp Roswell" de Ceremonia–, en el que se presentaron actos sin tanto renombre pero que buscaban atraer audiencia con todo su talento, como fue el caso de la agrupación de hip hop colombiana Crew Peligrosos.
La segunda opción era la zona de oferta gastronómica. Aquí ocho de los chefs más reconocidos de Guadalajara ofrecieron a los asistentes una opción diferente para comer dentro del festival volviendo al Roxy una experiencia culinaria más allá de los hot-dogs o los foodtrucks.
Por último, la tercer zona con sombra era el Game Room, un espacio dedicado para todos aquellos geeks de corazón que podían entrar y disfrutar de toda una serie de "maquinitas" a su disposición. Podían jugar una partida de pinball, retar a alguien a un duelo de Street Fighter II o, simplemente, tomarse una foto con la réplica de Master Chief.
De vuelta a los escenarios principales, llegó el turno de uno de los actos más anhelados: Peter Murphy se alió con su ex-compañero David J para celebrar los cuarenta años del inicio de Bauhaus, único show de este tipo en todo el 2018 y que Roxy tuvo el deleite de presentar. La escalofriante figura de Murphy imponía mientras interpretaba temas clásicos como "Bela Lugosi Is Dead", pero dos graves problemas afectaron a su show: al tocar a las seis de la tarde, su presentación aún tuvo mucha luz solar, por lo que su presentación no fue tan impactante; y hacía el final, mientras tocaban un cover a "Ziggy Stardust", les fue cortado el audio ya que se habían pasado del tiempo programado.
Justo la banda que iniciaba su show, mientras le bajaban el switch a Peter Murphy, era Erasure. El dueto de ingleses volvió a presentarse en México después de siete años y ofreció un set que incluía tanto temas de su recién lanzada producción World Beyond (2018, Mute Records) hasta su clásica y entrañable "A Little Respect", que fue inevitable de corear por el cada vez mayor número de asistentes. Mención especial hay que hacer al tributo que rindieron a Freddie Mercury al cerrar su presentación con un cover a "Love of My Life".
El salto generacional fue hacia los noventas a continuación con Sublime with Rome. La colaboración entre Eric Wilson y Rome Ramírez trajo a la memoria tanto el éxito de la ex-banda del primero como los temas que ya han sacado con este nuevo formato, todo de acuerdo a su característico hip hop, dub y ska.
Así como la primera edición rindió tributo a la memoria de David Bowie, la de este año homenajeó a Freddie Mercury y el acto encargado de ello fue God Save The Queen. La agrupación argentina, reconocida como el tributo más fidedigno de Queen a nivel mundial, hizo lo que quiso con los espectadores: desde hacerlos aplaudir a ritmo de "Under Pressure", bailar con "Crazy Little Thing Called Love", o cantar a una sola voz las inolvidables letras de "Bohemian Rhapsody" o "Don't Stop Me Now". Sin lugar a dudas el acto más memorable del festival, a pesar de no ser anhelado por prácticamente nadie.
¿Cuánto Richard Ashcroft puede necesitar uno? La verdad es que con escuchar sus últimas dos canciones "The Drugs Don't Work" y "Bittersweet Symphony" basta y sobra. Lo demás de su show resultó desangelado para una audiencia que aún no acababa de digerir el presenciar a tan fehaciente doble de Freddie Mercury, con todo y que Ashcroft saliera portando una chamarra de la selección mexicana de fútbol.
Al acabar el solista inglés, la mayor sorpresa del festival tomó por asalto a la audiencia: Hugo Rodríguez, ex cantante de la agrupación Azul Violeta, se subió al escenario y cantó tres canciones en homenaje a José José. Con las letras de las canciones proyectándoses en las pantallas, escuchar miles de voces corear “El Triste”, “Amar y Querer” y “Lo Pasado Pasado” fue sumamente conmovedor.
Tras el inesperado tributo al Príncipe de la Canción, los actos angloparlantes continuaron con los escoceses de Franz Ferdinand. El ahora quinteto comandado por Alex Kapranos inició su presentación justo con el tema que nombra su quinta producción Always Ascending; a partir de ahí fue una mezcla entre nuevos temas y los ya clásicos como "Dark of The Matinee", "Do You Want To" y "Take Me Out", que los mantienen como la banda más destacada del post-punk revival dosmilero. Sin lugar a dudas las emociones del Roxy explotaron durante la interpretación de "This Fire". Aplausos también para el pequeño tributo que rindieron a Freddie Mercury al interpretar la primera estrofa de "Crazy Little Thing Called Love" previo a tocar "Take Me Out".
Ya de medianoche el escenario Jack Daniel's presentó a Incubus, su acto estelar. El show estuvo plagado de los grandes éxitos de la banda como "Are You In?" y "Drive", más un par de covers a "Wish You Were Here" de Pink Floyd y "Need You Tonight" de INXS, pero se vió opacado por un problema técnico que apagó el sonido a media canción y se demoró más de un minuto en volver.
Poner la cereza al delicioso pastel que había resultado Roxy le correspondíó a James Murphy, Nancy Wang, Pat Mahoney y compañía, para lo cual LCD Soundsystem se apoderó del Escenario Converse. "Muchas gracias a todos aquellos que se esperaron a estas horas para que saliéramos, los amamos" decía Murphy al público que seguía bailando al ritmo de los neoyorquinos sin importarle que fueran más de las dos de la mañana. Temas como "Call The Police" y "Tonite" del aplaudido american dream se fusionaban con odas como "Daft Punk Is Playing In My House", "I Can Change" y "New York, I Love You But You're Bringing Me Down".
Al finalizar "All My Friends", la agrupación agradeció y se despidió mientras el sonido local ponía "Perfect Day" de Lou Reed. Mejor final no pudo tener un festival que sí, fue perfecto. Con tan sólo dos emisiones Roxy puede competir sin el menor problema contra Coordenada o el Corona Capital Guadalajara por el título del mejor festival de Guadalajara. Es fresco y con una oferta musical y culinaria atractiva, aunque pueda parecer "para chavorrucos". Sin lugar a dudas se espera con ansias la edición 2019.