El 'beat' de la montaña: la música indígena en la globalización
México es un país lleno de contrastes y múltiples realidades. Algunas de ellas simulan existir de manera permanente en toda la República, sin embargo, existe todo un crisol cultural que define a México como país pluricultural.
Realidades como las del mundo indígena, que nos suenan tan apartadas y lejanas de las urbes, laten con más fuerza que nunca hoy en día.
La coyuntura global ha hecho de la cultura un elemento no estático y es importante hablar de la música como un instrumento de reivindicación de las comunidades indígena. Proyectos como Sak Tzevul, grupo originario de Zinacantán o el rapero maya DINO CHAN, son muestra de que el mundo indígena está vivo y se ha insertado en la dinámica global, incluso frente a la marginación y limitación en la que viven inmerso.
Las letras tienen un profundo sentido de pertenencia, pero también de lucha frente al olvido en el que se sienten inmersos.
Existen proyectos menos conocidos pero igual de ambiciosos, como es el caso de Dxá'gu Me'phaa Dian Flohuert, que busca exponer el idioma Me’phaa (o Tlapaneco), donde además de canciones, algunos vídeos introductorios sobre el idioma están disponibles en su canal de youtube.
Aunado a esto, desde la música tradicional mexicana, las lenguas indígenas también han tenido una injerencia importante, tal es el caso del mariachi en náhuatl. Lamentablemente el alcance que ha tenido dicho género ha sido local y los esfuerzos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas por traducir canciones tradicionales mexicanas como “Cielito lindo” ha tenido poco impacto.
Las lenguas indígenas en México son un potencial para hacer diplomacia cultural en el exterior. A la par de países como Brasil o India, México puede promover una esa cultura enraizada entre el correcto puente de sus orígenes indígenas y la vinculación global que persiste, algo así como una glocalización de la cultura mexicana. Más allá de las artesanías, las pirámides y los platillos exóticos, el mundo indígena es un espacio que como mexicanos debemos pensar en abordar con el respeto y atención que merece.
Este 21 de febrero -Día Internacional de la Lengua Materna- es una oportunidad para repensar la situación contemporánea de las lenguas indígenas en México. De sacar del imaginario colectivo “el pasado indígena” y traerlo a la realidad. Según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, siete millones de personas son hablantes de alguna de las 68 lenguas indígenas en nuestro país y 25 millones de personas en México se identifican como tal, esto representa un quinto de la población mexicana.
El mundo indígena ya no es la pirámide de Tehotihuacán o un pueblo en el estado de Guerrero, es gente que vive en las ciudades, es gente que migra a los Estados Unidos, es gente que contribuye en desarrollo económico del país y como tal debemos pensar en destruir esas barreras que alejan las realidades del México multidiverso.