“El Corrido de Juanito”, migrante nunca dejes de soñar
Foto de Eduardo Miranda para Proceso.
Durante gran parte de la segunda mitad del Siglo XX, millones de personas se movilizaron del Sur y Centro del continente Americano rumbo a EE. UU. Los factores para esta creciente ola de migración tiene diversos orígenes, ya sea los regímenes militares en países sudamericanos, la pobreza en el centroamérica y el caribe y el sueño americano en nuestro país. Son varias las generaciones de migrantes que hicieron su vida en el país cuya promesa eterna es ser la tierra de la libertad, pero por décadas esta promesa se ha quedado en eso, sólo palabras.
Este mal que aqueja a millones de personas, que hoy se encuentran en incertidumbre, tuvo un breve respiro con las administraciones de Barack Obama, aunque la realidad apunta que nunca otorgó una solución real a esta problemática. La crisis migratoria se agudizó con la llegada de Donald Trump y fiel a su discurso nacionalista, ha emprendido una batalla para poner una barrera, algo que va más allá de un muro.
Calibre 50 es una agrupación norteña oriunda de Mazatlán, Sinaloa, que comenzó su andar en la música bajo el nombre de Colmillo Norteño en una época sombría para la historia de México. La llamada guerra contra el narco brindó a los corridistas una creciente área de oportunidad. El regional mexicano, como fue bautizado por las listas de popularidad norteamericanas, tuvo una gran explosión a lo largo y ancho del país, además de conectar con una generación de jóvenes méxico-americanos que encontraron en esta música un vínculo directo con sus raíces.
““Nos han prometido tantas cosas y no nos han dado nada / Igualdad, respeto, y tolerancia es lo que pide mi raza””
Edén Muñoz, acordeonista y líder moral del grupo, ha sido uno de los compositores más relevantes de esta generación. Mexillenials los nombró una lista de canciones en Spotify que surgió en las oficinas de Los Angeles. Como suele pasar con la música mexicana en recientes años, Calibre 50 ha sido criticado por el contenido lírico de sus canciones que va desde el tráfico de drogas hasta el machismo y la misoginia. Si bien este es un tema que vale la pena analizar a fondo, para este texto el eje central se basa en la relación estrecha que ha tenido Calibre 50 con la migración.
Uno de los avances logrados durante la administración de Barack Obama fue la creación de la ley DACA, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia por sus siglas en inglés, que de cierto modo blinda a una generación de migrantes que crecieron en territorio norteamericano. Se estima que el 76% de dreamers inscritos en este programa son de nacionalidad mexicana. Una generación de jóvenes, cuya situación migratoria no estaba en sus manos, fue maquillada con este programa que, si bien brinda una aparente seguridad, no supone una solución a esta problemática.
En septiembre de 2017, el presidente Donald Trump anunció el fin del programa DACA con el pretexto de brindar mayor seguridad, social y económica, a los ciudadanos norteamericanos. “Establecer comunidades seguras, una clase media robusta y justicia económica para todos los estadounidenses” declaró el presidente Trump. A partir de ese momento, el mundo se vino abajo para los cerca de 800,000 jóvenes que llegaron en la infancia de manera ilegal a EE. UU. Ya pasaron cuatro meses desde ese día y a la fecha, ni el congreso ni la Casa Blanca han brindado una posible alternativa a DACA.
En 2013, Calibre 50 sacó al mercado musical Corridos de Alto Calibre, una compilación de corridos variados que incluye “El Inmigrante” una composición de Edén Muñoz a manera de tributo a todas aquellas personas que salieron de su pueblo en busca del sueño americano. Como en muchos otros corridos, la pobreza, el sufrimiento y la discriminación son el motor que impulsa al personaje central para dejar atrás esta vida llena de injusticia.
“Nos han prometido tantas cosas y no nos han dado nada / Igualdad, respeto, y tolerancia es lo que pide mi raza” versa Edén Muñoz en este corrido que brinda voz a todos los que han sido ninguneados, de los dos lados de la frontera, por décadas. El origen mismo de los corridos tiene lugar en la frontera norte con las comunidades de mexicanos radicados en Texas y California, pero por mucho tiempo el tema de la migración se mantuvo alejado del regional mexicano y no hablemos de géneros como el rock y el pop. Canciones como “Paso del Norte” o “Canción Mixteca” hablan de esa nostalgia de estar alejado de México, pero pocos se atrevieron a hacer una crítica social a fondo como Los Tigres del Norte, quienes comenzaron su carrera musical en EE.UU. pero de origen sinaloense.
Al paso de los días, la preocupación de los protegidos por DACA aumenta. Aunque miles de dreamers buscan la renovación de este permiso en este primer mes del 2018, otros tantos han salido a la calle a expresar su descontento no sólo con el presidente Donald Trump, también con la representación demócrata en el congreso que no ha impulsado el tema migratorio. Erika Andiola comentó para Univisión su descontento ante esta situación. “Nos sentimos traicionados por (el senador demócrata por Nueva York, Charles) Schumer” comentó Andiola además de recordar que cuando tuvieron mayoría en el Senado, Congreso y a Obama en la presidencia no tuvieron las agallas para crear una reforma migratoria.
“Mis hijos son grandes y no les entiendo, no hablan español / No han sentido miedo aquel que no ha visto una camioneta de migración o una deportación” canta Edén Muñoz asumiendo el papel de Juanito, el protagonista del segundo sencillo de su más reciente disco Guerra de Poder de finales de 2017. “El Corrido de Juanito” es una narrativa que retoma el tema migratorio desde la perspectiva de este personaje entrañable que bien podría ser cualquiera de los millones de indocumentados que viven en territorio norteamericano.
Como bien cuenta el verso citado en el párrafo anterior, los dreamers son esa generación que representa un cruce de culturas. La gran mayoría de los jóvenes crecidos en EE. UU. tienen, por obvias razones, más apego con la realidad “norteña”. Muchos de ellos no fueron conscientes de su estatus migratorio hasta la adolescencia cuando se enfrentaron con la necesidad de hacer trámites como solicitar una licencia de conducir.
Con la creación del DACA, miles de familias indocumentados encontraron cierto consuelo al poder proteger a sus jóvenes y al menos asegurarles un futuro más prometedor que el suyo. “El Corrido de Juanito” es una muestra de la realidad del migrante que se fue rumbo a Estados Unidos con él único y firme propósito de trabajar para brindar a los suyos unos cuantos dólares para mejorar su calidad de vida. Con miedo e incertidumbre han pasado su vida, escondiéndose como si fueran criminales, siendo explotados en los campos, pero siempre con la frente en alto y orgullosos de sus raíces.
