En este mundo del cine y los festivales hace falta mucho valor para ponerle a tu película el mismo título de un clásico que ha ocupado durante muchos años un lugar de privilegio entre lo mejor del séptimo arte. Sin embargo el mundo es de los valientes y el realizador canadiense Kim Nguyen nombró a su nuevo largometraje documental ni más ni menos que El imperio de los sentidos.
Recordando inevitablemente al mítico clásico del cine erótico dirigido por Nagisa Oshima allá por el 76, el documental en cuestión tiene que ver, y no, con la cinta referida. Encontrando conexiones en la relevancia del sentido del olfato en todo lo relacionado con el universo emocional y la química de los fluidos corporales y alejándose de todo lo demás al hablar de un acercamiento científico hacia el cerebro humano.
En resumen, el ensayo filmado de Nguyen es un fascinante viaje por un universo que, desde los olores, aterriza en sabores, colores, texturas y experiencias de muy diversos tipos. Así, vemos a cuadro a perfumeros reputados alternando con chefs, sommeliers, buscadores y vendedores especializados de trufas o expertos en química molecular que nos hablan de cómo y porqué un sentido provoca reacciones en cadena en todos los otros.
Comer, trabajar, sentirse atraído por alguien, encontrar pareja y hasta enamorarse cobrarán una nueva dimensión después de ver esta colección de voces que acaban construyendo un relato complejo y divertido.
Con todas las implicaciones que ponerle un nombre mítico a su documental, este nuevo imperio de los sentidos tiene mucho para convertirse en un nuevo clásico.
Desde un lugar llenos de olores y sabores increíbles les sigo platicando.
Un abrazo,
El More