[Publimetro] Cuando la democracia se convierte en pesadilla

  Por: Daniela Muñoz (@Danylagarza)

 

Esta semana hemos vivido en una realidad alterna, donde lo imposible es posible y que tal vez sólo pudo ser pensada para un capítulo de los Simpson. El pasado 8 de noviembre, Donald Trump se convirtió en el próximo presidente de los Estados Unidos, uno de los países con mayor poderío militar y económico. El resultado ha desatado la volatilidad en la economía y la inestabilidad del peso mexicano, pero también ha lanzado un fuerte cuestionamiento a la democracia occidental, al demostrar lo dañina que puede ser cuando los sistema políticos no se adaptan a las necesidades del ahora y se utilizan como armas para frenar la paz, preservar la unidad y generar división ante el temor, que para algunos representa la diversidad.

La elección sorpresiva del polémico personaje carente de oficio político, escasas propuestas, de temperamento inestable y un discurso lleno de conservadurismo, xenofobia, misoginia, discriminación y odio hacia las minorías, puede explicarse desde diversos enfoques: el primero resulta de la confianza de los votantes al encontrarse en la privacidad de una casilla de votación, para manifestar su lado más conservador, rechazando  la diversidad e igualdad de oportunidades para aquellos que son distintos por raza, religión, género o preferencia sexual y consideran que la construcción de un muro pondrá fin a sus problemas. El segundo enfoque representa el exceso de confianza de Hillary Clinton, al no establecer un vínculo mayor con la clase trabajadora defraudada por las promesas demócratas de bienestar del actual presidente Barack Obama. El tercer enfoque representa la rigidez de un sistema político, complicado y obsoleto que poco se ajusta al voto popular y que ha dado la victoria a Donald Trump.

Las encuestas fallaron y la fe en los EEUU se perdió al ver la irresponsabilidad en el ejercicio de la democracia. Sin embargo no todo está perdido, si bien Donald Trump gobernará con una mayoría republicana en el Congreso, es necesario considerar que importantes sectores de ese partido no apoyan el populismo, ni el riesgoso proteccionismo en una era de creciente apertura comercial e interdependencia de los mercados, que busca establecer Trump durante su gobierno. Lo cierto es que los ojos del mundo están puestos sobre Donald Trump, lo que le exige transformarse del candidato payaso, irresponsable y mediático a un presidente responsable de sus palabras y acciones, capaz de ganar legitimidad nacional e internacional para evitar que los EEUU caigan en una fuerte crisis política, social y económica.

En los próximos días la volatilidad continuará a nivel global, ya que el mundo hace 27 años puso fin a los muros físicos e intangibles, regresar a eso sería una terrible involución para la humanidad. En el caso específico de México debemos ver esto como una ventana de oportunidad para redefinir nuestra política exterior y comercial con nuestro principal socio comercial, teniendo presente que los costos económicos, sociales y políticos que implicaría para los EEUU construir un muro físico, poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte e iniciar una deportación masiva de nuestros compatriotas, son extremadamente altos. No debemos apanicarnos ante Trump, debemos mirar hacia otras regiones del mundo buscando diversificar nuestras relaciones comerciales y políticas, ha llegado la hora de romper la extrema dependencia con Estados Unidos.

 

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