El 11 de junio de 2015 estaba marcado en el calendario de muchos como el día en el que comenzaba el torneo de selecciones más antiguo del mundo en su versión 44. Algo no correspondido para algunos inconformes que protestaban desde tempranas horas en diferentes puntos de las calles de Santiago de Chile. El motivo sólo es uno hace varios años: "educación gratuita y de calidad" para el pueblo chileno.
Entre más se acercaba la hora del partido y más cerca nos encontrábamos del Estadio Nacional de Chile, las protestas se convertían en algarabía de los aficionados y la algarabía en exigencia para los 11 araucanos que saldrían a defender su territorio y sus colores en el campo. Once futbolistas que, por la razón o la fuerza, buscarían su primera victoria para estar más cerca del trofeo que se les ha negado por casi 100 años.
El insoportable frío que acompañaba el día se hacía más intenso a medida que el sol desaparecía entre los edificios, pero eso no cambiaba el ánimo de protestantes ni de fanáticos ilusionados con una goleada de la Selección Chilena. "Tres a cero, weón", fue lo que más se escuchaba a lo largo de la Avenida Pedro de Valdivia. Y tan equivocados no estuvieron; fue victoria 2-0 para los del país más largo del mundo.Un gol de penal de Arturo Vidal y otro de Eduardo Vargas encarnaron la razón. La expulsión de Matías Fernández, y el travesaño salvador de la portería norte del estadio, lo hicieron por la fuerza. La "Razón o la Fuerza", un lema inscrito en el escudo de Chile y que se conserva desde la dictadura de Augusto Pinochet, tal como la educación privatizada que azota al pueblo chileno y por la que aún se protesta. Ahora fue la razón y la fuerza de "La Roja" que busca imponerse y por alguna de esas dos aristas quedarse por primera vez con la Copa América.
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Cristian Rivas
@cmrivass
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