Majestad en filamentos: bordados tridimensionales de la India
Fotos por Aleks Phoenix
Quién se resiste al esplendor de un Pavo Real: su plumaje iridiscente de tonos esmeraldas y turquesas, su cola de cometa verdiazul que se abre en abanico para descubrir múltiples ojos que hipnotizan, su pecho de cobalto intenso que se infla con vanagloria y poderío. Por cientos de años, el pavo cristatus ha embelesado las mentes y sentidos de poetas, artistas, científicos y artesanos por igual. En la India, su estatus es aún más formidable: su presencia en múltiples mitos y fábulas y su sempiterna belleza lo han hecho acreedor del título de Ave Nacional.
No es de sorprenderse entonces que, frente a la selección de la India como país invitado en la XLVI edición del Festival Internacional Cervantino, las calles, exhibiciones y formatos publicitarios que adornan los callejones de Guanajuato hagan referencia al ave legendaria, símbolo de sabiduría, inmortalidad y fortaleza.
Y es precisamente en uno de los empinados y empedrados pasadizos de la ciudad colonial que los turistas pueden se topan con una de las manifestaciones más sublimes y extraordinarias de la artesanía india y de la iconografía del Pavo Real.
Sobre la calle Positos, a unas cuadras de la Alhóndiga de Granaditas y el Museo Casa Diego Rivera, se encuentra el Foro Cultural 81, una pequeña galería que despliega en sus modestas salas blancas, decenas de bordados tridimensionales de la India, propios de la colección Shams y presentados por el colectivo de arte tradicional indio, Gurudayal.
Con la intención de mantener viva la técnica legendaria “zardozi”, más de 20 tapetes —la mayoría de más de un metro— son exhibidos como verdaderos testimonios de la grandeza del legado del arte antiguo de Oriente Medio. Grandilocuentes y con un nivel de detalle casi imposible de asimilar, los tejidos tridimensionales superan la técnica y hechura de cualquier artesanía similar al conseguir que animales, paisajes y elementos orgánicos salgan literalmente del marco, con volúmenes insólitos que añaden planos, dimensiones y realismo a naturalezas y simbolismos míticos, propios del folclor, la flora y la fauna de la India.
Hechos en la antigüedad con hilos de rosca de oro y plata, y piedras preciosas, las piezas exhibidas ahora entretejen alambres de cobre y latón chapado en oro con incrustaciones de ámbar, amatista y rubíes para confeccionar paños alucinantes que seducen a la vista e invitan al tacto, aún cuando no se puedan tocar.
La confección de estos lienzos hilados es resultado de una producción que a veces supera los cuatro años, dependiendo del tamaño y complejidad de sus imágenes. La potentísima iconografía que enclaustra, desde los imprescindibles Pavo Reales, hasta caballos, elefantes, garzas, tigres e incluso, gallos de pelea, se enriquece con los materiales que los conciben. Filamentos metálicos y piedras semipreciosas (que también incluyen turquesas y ónix), otorgan a las piezas un acabado tornasolado que a la luz se revela como un baño de divinidad y polvo de ensueño.
La exposición de bordados tridimensionales termina a la par del Cervantino el próximo 28 de octubre. Una muestra imperdible que rinde culto, no sólo al país invitado de la cuadragésimo sexta edición del festival cultural más grande de México, sino también, a la insigne y eminente majestad de una de las aves más sobrenaturales que jamás hayan habitado la tierra.