En México es poco común escuchar jazz chino, y es porque su historia es relativamente corta. En un país con una tradición cultural tan robusta como China, en donde la educación musical parece enfocada en una visión que, durante mucho tiempo, ha sido instruir a quienes se acercaron a esta disciplina, con una visión más tradicional que deja los géneros de otras partes del mundo fuera de las prioridades, fue difícil que los músicos empezaran a tantear otras propuestas sonoras. El jazz en China tiene alrededor de veinte años de haberse consolidado y la banda del "Buddha dorado" es una de las responsables del estallido de la escena del jazz de este país. Su director, Kong Hongwei, ha dedicado su trabajo musical a estudiar, experimentar y fusionar la música e instrumentos tradicionales chinos con los ritmos contemporáneos para poder borrar las fronteras entre estos dos mundos musicales.
Como parte de las actividades de la última semana del XLV Festival Internacional Cervantino, la Golden Buddha Jazz Band se presentó en el Club del Trasnoche, un lugar pequeño pero acogedor, con una arquitectura que remite a una taberna medieval y que permite una cercanía entre los músicos. Normalmente en sus presentaciones se pueden escuchar los instrumentos clásicos del jazz occidental con instrumentos tradicionales chinos como el Guzheng, un instrumento de cuerdas parecido a una cítara de mas de 15 cuerdas, pero por motivos de logística y complicaciones en el transporte de los instrumentos en esta ocasión solo pudimos disfrutar del piano, la batería y el bajo y la guitarra eléctrica de la banda.
Después de algunos temas , entre ellos la icónica canción mexicana "Bésame mucho", Hongwei Kong agradeció al público por el caluroso recibimiento y aclamando la música mexicana, e invitó a los asistentes a conocer Beijin y a escuchar más música china. Golden Buddah Jazz Band fue uno de los grandes regalos en el marco de este diálogo intercultural que se genera en el Cervantino.