Los Derechos Humanos son universales, así fueron pensados, así se enseñan, pero ¿Así se entienden?
Hay una corriente dentro del pensamiento de los Derechos Humanos llamada Relativismo Cultural y quienes pertenecen a ella sostienen que hay diferencias fundamentales e innegables entre distintas zonas del mundo que hacen imposible entender estos derechos de la misma manera.
Es cierto que todos los humanos son iguales en esencia, también es cierto que en el mundo hay ciertos actos que no se entienden de la misma manera. Por ejemplo, el asesinato doloso está penado en todas las regiones del planeta, por lo tanto, el derecho a la vida se protege. Sin embargo, hay algunos lugares donde existe la pena de muerte, si bien este último es una sanción por cometer un crimen no deja de significar un atentado contra la vida. Otro ejemplo es el derecho a la integridad personal, prácticamente en todo el mundo se prohíbe molestar o dañar a alguien y a su cuerpo, a pesar de lo anterior, existen prácticas como la ablación femenina que se sustentan en ritos religiosos y que estrictamente dañan la integridad de las mujeres.
Estos ejemplos ponen en evidencia que si bien hay protección universal a derechos humanos básicos también algunos de estos se entienden de forma muy distinta dependiendo el contexto que revisemos.
El Relativismo Cultural propone detenerse a pensar sobre el lugar donde supuestamente se violan los Derechos Humanos y tratar de comprender si se debe a un hecho autoritario o si es resultado de un asunto social. Hace una crítica sobre el origen occidental y eurocéntrico de los derechos que desde un inicio dejó fuera otras concepciones del mundo y otras formas de civilización que son igual de válidas.
La crítica que se hace al Relativismo Cultural es que no se puede negar un piso básico de derechos con los que contamos todas las personas y el argumentar que, por ejemplo, la ablación femenina está bien simplemente porque se ha realizado desde hace siglos no es válido. Los críticos sostienen que si bien hay ciertos elementos culturales que son propios de una sociedad, hay otros que requieren cambiarse pues todo grupo social se modifica con el paso del tiempo.
La pugna entre estas dos visiones causa controversia y se encuentran en una delgada línea que puede ser usada para justificar violaciones y malos tratos contra personas.
Lo cierto es que los Derechos Humanos son universales, es más probable y benéfico que se modifiquen ritos o se entiendan de una forma más integral, siempre y cuando las distintas sociedades del mundo lo hagan de manera local sin que sea una imposición.