Cantinas y mujeres, una reconciliación
Texto por Daniel Otero / Fotos por Luz Bustamante
El año de 1982 es de suma relevancia para la vida bohemia y la cultura en la Ciudad de México. Fue el año donde las mujeres consiguieron un logro más en la enorme lucha en pro de sus derechos: el acceso a los templos de dos puertas, como un día el legendario Carlos Monsiváis renombró a las cantinas.
El pasado 8 de marzo, en el marco del día internacional de la mujer, se llevó a cabo una edición más, del ya famoso recorrido de cantinas, estilo callejoneada con mariachi y charros incluidos. Sin embargo, esta vez contó con una característica especial, pues esta edición estuvo dedicada a ellas; sí, a ellas a las que se les prohibía la entrada a estos típicos bares mexicanos, a ellas que recibían desde rechiflas hasta limonazos si se atrevían a entrar.
Nuestro recorrido inició, como siempre, desde el Palacio de Bellas Artes, un icono internacional que caracteriza a la Ciudad de México. Luego de una breve bienvenida al ritmo del mariachi, llegamos a nuestra primer parada: la famosa cantina, La Ópera, donde asiduos personajes como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Octavio Paz e infinidad de presidentes, se daban cita para entablar emblemáticas conversaciones. Es aquí también donde se puede observar el balazo del legendario Pancho Villa.
Inmediatamente después, nos dirigimos a la cantina más antigua de la Ciudad de México, en el centro banquero, me refiero a El Gallo de Oro fundada en 1874. Cabe resaltar que todas las cantinas que recorrimos tienen una peculiaridad en sus barras, que nos da muestra del machismo que se vivía dentro de éstas. Con detalle se puede observar un tipo canal debajo de estas barras, en donde los hombres se dice podían orinar sin ningún problema.
Después de varios tequilas nos dirigimos al elegante Bar Mancera, dentro del antiguo Hotel Mancera. Aquí podrás encontrar noches al ritmo del piano y cenas elegantes. Sin embargo, justo a un lado se encuentra otra joya, La Faena. Un antiguo centro de la tauromaquia, que ahora recibe una enorme cantidad de extranjeros y jóvenes cada fin de semana.
El mariachi al lado de mujeres y hombres por igual, no paraba de bailar y cantar canciones como ‘’Mujeres divinas’’ o ‘’Ella’’ de José Alfredo Jiménez. Sin duda, una edición para recordar, donde las protagonistas fueron ellas, donde se divirtieron y gozaron en esos mismo lugares donde hace más o menos 40 años se les negaba la entrada.
Las cantinas son parte de nuestra identidad como citadinos y mexicanos, donde elementos patrióticos se juntan todos a la vez para hacerte rememorar viejas épocas, y recordar grandes personajes; la buena comida, la música y las buenas platicas son garantía. No me queda más que invitarlos a la próxima edición en el mes más patrio, me refiero a Septiembre, que Tequila Journey y los Estudiantes Foráneos de la Ibero seguirán realizando con éxito.