El imperdible regreso de Foals
Sí Foals: te extrañábamos.
Luego de 4 años de ausencia musical, el cuarteto de Oxford decidió que era momento de regresar… partido en dos. Fue apenas iniciando el 2019 que Yannis y compañía anunciaron su Everything Not Saved Will Be lost Part I, tomando a más de uno por sorpresa pues además estará -como su nombre lo señala- dividido en dos entregas. Su parte I fue lanzada oficialmente en todas las plataformas el viernes pasado, justo a tiempo para ser escuchado todo el fin de semana.
Pero antes de comenzar a hablar del álbum, hay que decirlo: vaya que han crecido. Fue en 2008 que se presentaron al mundo con Antidotes -junto con una oleada de bandas británicas en la primera década de los 2000- y su concepto math rock con pinceladas de progresivo; sintetizadores profundos, riffs y letras como robadas de un thriller psicológico: fueron sin duda un ventarrón de aire fresco para el rock británico.
Y bien ¿qué pudo cambiar en once años? Mucho y… casi nada. En esta primera tanda de 10 canciones podemos escuchar claramente una agrupación de texturas y ritmos con el sello de la casa; oscuros pero con una vitalidad que hace brillar cada canción en cierto momento, como si existiese una tela que deja entrever la luz sin revelar por completo lo que hay dentro de la habitación.
Los primeros 4 títulos del disco -me atrevo a decir- hacen un evidente guiño a sus primeros dos álbumes, pues la batería y los sintetizadores análogos te llevan casi de inmediato a recordar “Cassius”, “Red Socks Pugie” o hasta “Miami”. Sin embargo no están repitiendo la fórmula de sus éxitos de inicio, más bien le son fieles a su sonido, pues después de once años en la industria no debe ser fácil mantenerse bajo los reflectores.
Con “Syrups” y “Sunday” nos llevan de un estado de reposo a uno de éxtasis siendo totalmente sigilosos: con la batería acelerando el tempo a pasos apenas perceptibles, seguida por las secuencias de sintetizadores -ahora en muchas capas- y la voz de Philippakis siempre estridente, buscando nuevas rutas para llegar a crear una atmósfera única y ensordecedora en una sola pieza. Todo eso sin que siquiera puedas recordar en qué segundo se convirtió en una canción totalmente diferente a la de inicio.
Pero no estarían siendo totalmente Foals si no existiera también la calma acompañada de los ecos inconfundibles de Yannis y esto sucede en “Cafe D’Athens” y “I’m Done With The World (& It’s Done With Me)”, dos títulos lentos y colocados inteligentemente en el álbum, pues cumplen la función de respiro, matizan acertadamente los saltos entre canciones, de las cuales también hay que destacar sus letras, pues la madurez de la agrupación no solo se ve reflejada en su sonido, sino también en su lírica. Mostrándose mucho más conscientes del entorno y de algunos de los acontecimientos más preocupantes en la sociedad actual, invitan a quienes los escuchan a mostrarse empáticos ante estos problemas, y es quizá esto uno de los aspectos más importantes de este álbum, pues es un cambio muy evidente con respecto a sus trabajos anteriores.
En resumen, el álbum es totalmente imperdible. No importa si eres o no fan de estos británicos, Everything Not Saved Will Be Lost Part I es casi un obligado de este 2019 lleno de nuevas e increíbles producciones (y si asistes al Vive Latino este sábado 16, no dudes en ir a su escenario); esperemos que la parte II sea igual de emocionante, angulosa e impredecible, aunque tendremos que esperar hasta el otoño para saberlo.
Y sí, Foals: te extrañábamos.