Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces Cita del bíblica del libro Mateo, 7:15
Pocos artistas logran ser mediáticos, trascendentes y tan odiosos como Kanye West. Para algunos avezados en la materia es un genio, para otros tantos es un hombre con problemas de atención, egocentrista-narcisista (verbigracia el tema “I Love Kanye”) y rapero sobrevalorado. No obstante, es innegable que West sabe cómo estar omnipresente en el mainstream musical, tiene un olfato privilegiado para el showbiz. Controvertido es el adjetivo que mejor define la estrambótica personalidad de West.
Para no caer en la sosa dinámica de revista del corazón o tabloide sensacionalista, abordaremos en estas sucintas líneas al trabajo musical de Kanye, específicamente el nuevo vídeo de “Wolves”, tema contenido en su más reciente producción The Life Of Pablo (Roc-A-Fella Records, Def Jam Recordings, 2016).
https://www.youtube.com/watch?v=LsA84bXrBZw
Como parte de una campaña para la prestigiosa firma de moda Balmain, se lanzó al mercado melómano-visual el vídeo del tema “Wolves”, precedido por el controvertido vídeo de “Famous”, la expectativa era alta y, evidentemente, Kanye volvió a ser el centro de atención y polémica con la salida a la luz de su nuevo producto audiovisual.
Bajo la dirección de Steven Klein y la cinematografía de Alex Lockett, con la participación de la ya fétiche K. Kardashian y la presencia de Cindy Crawford, Kylie Jenner, Maria Borges entre tantas otras modelos y socialités, se lanzó la oscura pieza el veintinueve de julio de 2016.
En “Wolves” West se hace acompañar en las vocales por Vic Mensa, Sia y Frank Ocean, el resultado es una paleta variopinta de texturas y registros balanceados. Lírica críptica que desemboca en una posible metáfora entre María y José (el matrimonio bíblico) y la pareja West-Kardashian: You gotta let me know if I could be your Joseph. Para confirmarlo, West remata: I impregnate your mind, let's have a baby without fuckin'. La sagrada familia del hip-hop y los titulares de la prensa del corazón se siente desprotegida pero fuerte, rodeados de lobos sedientos de su carne, caminan por el sendero de la fama y el escándalo. Kanye muestra su rostro bañado en lágrimas, Kardashian es su salvación, su Santo Grial.
El vídeo se caracteriza por el uso del blanco y negro para resaltar los estéticos cuerpos de los modelos y las prendas de diseñador. Fondo negro, iluminado parcialmente por una lámpara que se mantiene en un continuo vaivén y las luces estroboscópicas de una pista de baile o pasarela.
Siete minutos llenos del ideal de belleza del mundo occidental, siete minutos de miserabilismo iluminado por la presencia de Kim Kardashian West y el ego del inefable Kanye.
Espiritualidad y desfiles de moda más el culto del “Yo” que profesa fervientemente West, el combo resultó infallible.