Ante la inminente amenaza de lluvia, el sonido inquietante de un sintetizador distorsionado, dio la bienvenida a Wild Beasts en la séptima edición del Corona Capital. La banda inglesa ha estado presente desde la primera edición del festival, y su estilo potente fue suficiente para congregar a los que rodeaban el escenario Corona light, y otro que esperaban su regreso a México.
Al igual que su más reciente disco Boy King (2016, Domino Records), el setlist comenzó con “Big Cat”: una pieza que matiza el tono del álbum, como la pantera potente y ágil que retrata la canción. Ben Little y Tom Fleming ambos con una guitarra en la espalda, sincronizaban ritmos y melodías con dos sintetizadores mientras la voz cristalina de Hayden Thorpe inundaba el escenario.
El intro agudo de “Ponytail” continuó con la temática de Boy King. Thorpe hacía el contraste perfecto con el bajo y la voz grave de Tom Fleming. El siguiente acto se remontó al pasado, “Hooting & Howling” de su segundo álbum Two Dancers (2009, Domino Records) provocó el canto colectivo por parte de la audiencia.
Con tan sólo 40 minutos para tocar, Wild Beasts utilizaba el menor tiempo posible entre canciones. Ocasionalmente Thorpe dedicaba una pequeña frase para introducir una canción, como “We came here to party, so let’s get fucked” antes de tocar “Tough Guy”, que abre con las líneas “Now I’m all fucked up and I can’t stand up / So I better suck it up like a tough guy would”.
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Una fuerte línea de percusiones provenientes de la batería de Chris Talbot dio inicio a “All the King’s Men”, pieza proveniente de Two Dancers y último track del setlist. Una melodía grave provista por thorpe acentuaba la voz de Tom Fleming, quien cantaba con euforia y soltura. De esta forma Wild Beasts dijo adiós una vez más al público mexicano que tantas veces los ha recibido y que ansía hacerlo de nuevo en el futuro.