El tatuaje como terapia para el abuso sexual
Normalmente los tatuajes cargan varios estigmas que algunas veces tienen connotaciones negativas. Pero si te digo que también sirven para ayudar a las personas que han sido abusadas sexualmente o sufrido violencia sexual ¿qué pensarías?
Maxwell, una estudiante de doctorado en la Universidad de Texas en Arlington, que fue abusada sexualmente de pequeña, hizo un estudio donde descubrió que muchas de las personas con tatuajes, incluyéndose a ella, cargaba con mucho dolor hasta que llegaron al punto en el que tenían que escoger una pieza de arte que tuviera un significado para ellos y simbolizara su experiencia, pues al hacer esto se reconocen como víctimas y posteriormente como sobrevivientes.
En su estudio, Maxwell descubrió que el rango de edades en los que sus participantes se tatuaban era entre los 11 y 29 años y que algunos se hacían su primer tatuaje después de su primera agresión. Muchos sobrevivientes ven a los tatuajes como una forma de enfrentar el trauma, pues al ser algo que ven constantemente les hace recordar que siguen aquí y que esa una lucha que han podido y siguen luchando.
Por ejemplo, un caso muy popular es el de Lady Gaga, quien en los Oscares del 2016 pidió a 50 sobrevivientes de la violencia sexual subir al escenario; a partir de ahí el tatuaje de rosa geométrica se ha vuelto símbolo de unidad y de los sobrevivientes de violencia sexual.
Barefoot, otra sobreviviente del abuso sexual comenta que los tatuajes le han ayudado a no sentir vergüenza por lo que le pasó “es un recordatorio de que no estoy rota o contaminada por el abuso”
También está el caso de Olivia Adamson, menciona que sus tatuajes son “un recordatorio de que sigue viva y que está bien”. En su caso, el poder tocar su tatuaje cuando está teniendo una crisis —la palabras “irrompible” y “sobreviviente”— le ayuda a relajarse y sentirse mejor.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud 35% de las mujeres en todo el mundo han enfrentado abuso o intimidación sexual, lo cual habla de una cultura machista y de falta de respeto sobre la que aún hace falta informarse y empezar a crear una conciencia que permita ver al otro como extensión de uno.