Con la promesa de combatir el gélido clima: un grupo de aventureros, se adentraron a la boca del lobo a escuchar los sonidos más acá de la escena nacional. Los Hawaiian Gremlins se encargaron de iniciar la noche con una presentación de su new wave meloso, pasional y por momentos hasta dickensiano. Los Hawaiian Gremlins son una banda que encuentra sus melodías y la manera de venderlas en increíbles paquetitos de canciones.

Los coros a momentos generaban cantidades insanas de eco que más que aturdir, sumergían casi hasta los inicios de la sinestesia. La joven banda tiene momentos de pasión inocente, rimas viscosas y destellos de genialidad pura. Los coros logran atraer cuerpos y comenzar a combatir en conjunto, el chingado frío.

Con Big Big Love el sentir fue un poco más caribeño (que sé yo como algo tribal o Lord of the flies). BBL deleitó a todas la BBlievers con su sonido de para bailar cantando. Los Big Big Love, a pesar de ser bien bien guapos se tocaron un compendio calurosón de sus renombrados “súper éxitos” dentro de la resistentes olas de la radio universitaria. La súper-banda de ídolos de todos los universitarios y preparatorianos de México y del mundo nos arrastró por el suelo cantando bien bien denso.

Interrumpiendo su set, Santi “Baby” Mijares nos anunció a todos la mala noticia de que Bofo 100 el super set de DJ héroes de Mario Tennis 64 cancelaba su presentación. Evadiendo las caras largas BBL trató con toda su energía de amor buena ondita y abrazos a extraños salvar la noche tocando aquellas melodías tan populares. Sin embargo, fue con la ayuda de el escuadrón Little Jesus que juntando sus poderes con Los Hawaiian Gremlins y Big Big love como poderes de los ositos cariñositos y con la aprobación de los poderes superiores de la frescura, se anunciara que Little Jesus iba a cerrar la noche. Así de la nada, así como cuando tus papás te llevaban a Reino Aventura en vez de a la escuela.

Jesus Chiquitín se subió con los instrumentos del Gran Gran Amor a meter cachetadas en forma de rolas. La banda de punk rock tropical nos quitó el frió como abrazo de gorda emo. “¡No mames, qué chingón!” proclamaba Rocko de Mercado Negro. “Toxicity” pedía la gente. LJ armó el slam bien “Tlane”, todos cantaban bien recio y yo me sentí bien chingón de no necesitar abrazo de nadie para andar sin frío.

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