“Do you have love for human kind?/¿Amas a la humanidad?” Esa es la pregunta que hace CocoRosie con Tales Of A GrassWidow, un álbum que no pretende satisfacer a nadie, sino cuestionar a través de historias con melodías disonantes las dolorosas injusticias cometidas en contra de personajes indefensos. Y claro, la realidad que describen las hermanas Sierra y Bianca Casady a veces es tan cruda y macabra que muchos preferirán simplemente criticarla, o bien, refugiarse en los soniditos de juguetes y harpas atrapados entre sus canciones. Desde el lanzamiento de su primer álbum La maison de mon rêve (2004), CocoRosie ha sido un dúo que encanta y repele por la enredadera de estilos que envuelve a su sonido y estética. Ópera, hip-hop, música clásica y folk: la mezcla es tan extraña que muchas veces resulta difícil de procesar. Por eso, en más de una ocasión las hermanas Casady han sido tachadas de ser farsantes pretenciosas en vez de artistas experimentales con un talento innegable. Tal vez sean un justo medio entre ambas descripciones, pero en realidad no importa cual sea la más acertada pues Tales Of A GrassWidow muestra que CocoRosie está hecho de contrastes –al igual que las hermanas– y que eso es lo que le da su poder.
“Tears for Animals” es una melodía juguetona con letras densas que llaman a detener “la matanza de nuestras hijas” y “Gravediggres” es una especie de conversación entre una niña y una anciana que combina elegantes acordes de piano con beatboxing. Además de tener una temática evidentemente feminista y estar plagado de alusiones postmortem, Tales Of A GrassWidow deja en claro que en el caso de CocoRosie, la unión de opuestos es necesaria para crear una única entidad. Al igual que en “We Are On Fire”–sencillo de 2012 que no salió en ningún disco– aquí el clásico porte en la voz de Sierra se funde con el tono infantiloide de los gruñidos de Bianca.
A pesar de que este quinto álbum de estudio todavía resulta indescriptible si se pretende clasificarlo y enclaustrarlo en categorías, tiene una diferencia considerable con discos anteriores como Noah’s Ark (2005) y Grey Oceans (2010). Aunque CocoRosie todavía suena a folk perturbado, Tales Of A GrassWidow es lo más digerible que el dúo ha lanzado hasta el momento. No es coincidencia, pues el productor del álbum es Valgeir Sigurðsson, islandés que estuvo detrás de uno de sus discos anteriores y que es conocido por trabajar con Björk.
Claro que el hecho de que algo sea digerible no quiere decir que sea complaciente. A CocoRosie se le ha acusado de “falsificar otras culturas” y algunos consideran que sus letras son “irrelevantes y pachecas”. Lo curioso es que las hermanas de origen estadounidense hacen caso omiso a las quejas y en vez de modificar su estilo para que agrade, refuerzan de forma evidente aquello por lo que son criticadas. En “Child Bride” hacen todavía más notable la mezcla de sonidos indios con vocales al estilo sueco y en “End Of Time”, un track como apocalíptico y póstumo, Bianca lanza un potente discurso que reprueba a la sociedad actual con pesadas declaraciones como “The babes, the guns, the waste, the punks, I don’t need no human friends/ Las chicas, las armas, el deshecho, los punks, no necesito amigos humanos”.
El nuevo material de CocoRosie aún es algo trastornado que parece pertenecer a otra dimensión en la que las religiones del mundo flotan en el aire y la improvisación artística es el único Dios. El detalle es que si antes las Casady habitaban el relajado espacio entre el sueño y la realidad, ahora viven en el borroso limbo que hay entre la vida y la muerte. Producto de esa tétrica visión, Tales Of A GrassWidow lanza una crítica a las atrocidades emocionales y físicas engendradas por las figuras patriarcales que aún respiran en este plano.