Por SHS Román. Esto es más que obvio, los primeros días del 2017 se han caracterizado por una ola fuerte de descontento social en respuesta al alza del 20% en el precio de la gasolina; lo que no es tan obvio son las consecuencias que esto trae, así como las propuestas para enfrentar el panorama de agudización de crisis social, político y económico que alcanzamos a vislumbrar.
Ante el caos en las redes sociales, la psicosis colectiva se viraliza: cadenas en Whatsapp con llamados al boicot, videos de saqueos, grupos en Facebook donde los adolescentes manipulables posicionan trending topics como #SaqueaUnSoriana o #SaqueaUnWalmart, incluso algunos medios “serios” publican fotografías tomadas en Medio Oriente haciéndolas pasar como una escena de Mad Max ocurriendo en pleno Tultepec… la población se encuentra en medio de un coctel de coraje, desinformación y miedo que podría terminar peor que una bomba molotov en una gasolinera –que la boca se me haga chicharrón-.
Es importante tener presente que el precio de hoy por litro de gasolina es el tope máximo con el que se comercializará, pues ante la “liberación”, el costo de la gasolina será decidido por “la mano invisible”, eso quiere decir que tras un estudio de mercado, el precio final de venta será decidido por los dueños del petróleo mundial. Dentro de unos años, ante su capacidad de vender la gasolina más barata, comenzarán a emerger en México las gasolineras Shell, Exxon, Oxxo Gas y compañía, quebrando así a los pequeños concesionarios de Pemex.
La gasolina que tú comprarás en unos meses será más barata. Aún así, habrá un alza de precios los medios de transporte, alimentos, medicamentos y demás productos y servicios. Ante precios inestables, los costos se calcularán al máximo, reduciendo el porcentaje de pérdidas para los intermediarios y prestadores de servicios, asegurando así sus ganancias. En otras palabras, la calidad de vida del mexicano promedio será fuertemente afectada, pues siendo una sociedad que depende completamente del petróleo, será difícil que algún producto o servicio no aumente de precio.
Ante este panorama ¿qué nos queda hacer como ciudadanos y parte de esta población afectada? Hay que tomar en cuenta tres tiempos, en corto mediano y largo plazo, pues esto no se trata sólo de mostrar su descontento.
A corto plazo
- Tomar la decisión conciente de ser un individuo políticamente activo: El primer y más importante paso, pues sin esto nada que hagamos tendrá sentido. La política no es asunto únicamente de la clase gobernante (mal llamados políticos), pues el humano es un ser racional, creador y POLÍTICO. Toda actividad humana puede llegar a ser política, desde saludar a tu vecino por las mañanas, hasta mandar un mensaje para proponer una junta vecinal, pues lo político es toda aquella toma de decisión para generar comunidad y una convivencia equilibrada y justa entre todos. Ya no permitas que otros tomen decisiones por ti, OCÚPATE por tomar en tus manos tu futuro.
- Generar debate público: No tengamos miedo de hablar entre nosotros mismos, con la persona del camión, metro, plaza pública, centro comercial, cara a cara, no por redes sociales; eso reduciría la desinformación viral y permitiría el encuentro entre afinidades y el intercambio de puntos de vista. Quien sabe, a lo mejor tu crush de oficina tiene más en común contigo que sólo la hora de la comida.
- Organización de Nodos para generar apoyo mutuo: Una vez que hayas encontrado aquellas personas con las que te identificas, comienza a armar con ellos pequeños grupos de acción directa, pues así sabrás en quien confiar y en quien apoyarte. Si la sociedad se organiza en pequeños grupos, la acción en masa será mejor coordinada y menos caótica, pues la toma de decisiones será inmediata y horizontal. Qué mejor que empiecen a surgir grupos de artistas, médicos, abogados, contadores que con su conocimiento y acciones puedan mejorar la situación de su vecindario.
- Desobediencia civil y acción directa: Aunque la protesta no solucionará el problema de raíz, sí permitirá un músculo que presione la toma de decisiones. Los derechos no fueron otorgados por gobernantes misericordiosos, sino por personas que lucharon largas jornadas en las calles. Siempre que estés inconforme PROTESTA y alza la voz, pero no te quedes sólo ahí, pues tu catarsis momentánea de rabia no generará nada más que un dolor espantoso de pies. La manifestación no evitará el aumento de precio a la gasolina, debemos trascender la protesta hacia la organización social.
A mediano plazo
Cambiar los hábitos de consumo (boicot): Es poco probable que impidiendo que la gente compre gasolina logremos construir algo, para eso mejor…
- Usa menos el automóvil: Esta es una propuesta obvia, pero pocas veces tomada en cuenta. Si logramos que crezca la cantidad de personas políticamente activas que usan otros medios de transporte, esto obligaría a los prestadores a mejorar sus servicios, así como a los gobiernos a realizar las adaptaciones necesarias (propuestas desde la ciudadanía) a las vías de transporte para que así sea más fácil y seguro usar otros medios de transporte. Sólo imagínate, si solo las estaciones del metro se modificaran para que existan estacionamientos para bicicletas.
- Producción y consumo local de los productos de la canasta básica: En un primer momento se podrían fundar grupos del mismo tipo que los de Facebook que concentren a bicicleteros, mensajeros y personas que requieran sus servicios, ya sean abarroteros, pequeños productores (de frutas, verduras, huevo, leche, queso, pan, etc). Esto permitirá el fortalecimiento de un mercado local, así como la producción de alimentos cercana al consumidor final, evitando intermediarios y abaratando los precios, sin mencionar una mayor calidad de los productos que consumimos en nuestra alimentación. Ya existen muchos productores cerca de la Ciudad de México que producen sustentablemente y mediante un trato ético a los animales. No los hagamos a un lado, apoyemos estas industrias emergentes, puesto que eso permitiría la generación de empleo creativo, y no sólo una masa de burócratas que te atienden con mala gana. Menos supermercado y más tianguis.
A largo plazo:
- Modificaciones en los medios de transporte de personas y mercancías: Podemos apoyar a las iniciativas que permitan la producción en masa de motores que no usen gasolina, sobre todo aquellas que propicien el "HAZLO TÚ MISMO": Motores eléctricos adaptables para bicicletas, modificación de los motores de automóvil, generadores de electricidad renovable, etc.
- Generación de una economía alternativa: Ante la subida de precios, habrá gente que no tenga el dinero suficiente para adquirir los productos básicos. Ante una situación similar, hace diez años en la Universidad Veracruzana Intercontinental en Espinal nació el “Tumin” como moneda que ayudaría a generar más intercambios comerciales entre productores locales y clientes con recursos limitados. Como esta, existen una gran cantidad de monedas alternativas que podrían asociar a consumidores locales y productores a generar una economía alternativa lejos de las grandes cadenas de distribución o intermediarios rapaces.
¿Para qué cosas debemos ORGANIZARNOS?
- Sí para exigir la adaptación de vías primarias para que sean más seguras y de fácil uso para los vehículos sin motor a combustión. Menos autos más bicicletas eléctricas.
- Sí para apoyar las iniciativas de movilidad y energía sustentables que vienen DESDE ABAJO.
- Sí para consumir local.
- Sí para crear comunidad.
- Y para eventualmente NO depender tanto de la gasolina.
Esta propuesta obviamente no resolverá el problema, puesto que sólo son líneas generales para incentivar la reflexión y poner cartas en la mesa con intención de unir voluntades y sobre todo crear un debate fructífero.
Y tú, ¿qué propones?