In memoriam: Saúl Ibargoyen, el poeta de la 'Generación de la crisis'
Nacido en Montevideo, Uruguay, en 1930, pero radicado en México desde 1976, Saúl Ibargoyen, integrante de la llamada “Generación de la crisis”, la cual contaba con poetas y escritores uruguayos de los años 50 y 60 del siglo XX, falleció a la edad de 88 años este miércoles 9 de enero en la CDMX.
Escritor y periodista cultural. Con más de 75 libros publicados de poesía, novela, cuento, ensayo, testimonio, teatro infantil, su obra ha sido traducida a por lo menos a 13 idiomas. Fue miembro de la Academia Nacional de Letras de Uruguay y Doctor honoris causa por la Universidad "Monseñor Oscar Romero", en El Salvador.
El “escriba de pie” participó como jurado en el Certamen Internacional de Poesía 'AYOTZINAPA A TRES AÑOS. POESÍA, VERDAD Y JUSTICIA' que organizó, en 2017, la Universidad Iberoamericana CDMX y Tijuana, a través de su Coordinación de Difusión Cultural y Amigos del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, A.C., proyecto del pintor Francisco Toledo.
Activo promotor de causas justas, Ibargoyen colaboró en la edición electrónica de 43 poetas por Ayotzinapa, una colección de textos que se publicó en solidaridad con los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en julio de 2015.
Siempre estamos buscando pedazos de cuerpo sí
Buscando playas jardines casas
En medio del humo apenas visible
Y a través de gases que abren sus moléculas oscuras.
Rebuscando destripando camas desmemoriadas
Y platos y cubiertos que perdieron manchas
Y secas cicatrices de ruido o mero silencio.
Rascando gerundiando la búsqueda
Las urgencias sin plazos ni lugares ni salones
Ni albas salas enfriándose
Porque nadie a nadie nombra
Ni nadie a nadie espera.
Rejuntando sí pedazos de humánidos cuerpos
Sin el vero impulso de antiguos mensajes
Que soplaban los desnudos huesos
Y las panzas despojadas
Hacia el cotidiano evento de la resurrección.
Rasqueteando reacomodando sí reubicaciones
De trozos de tantos cuerpos tozudamente
Derivados de lo humano carnal
Y su indecisa presencia
Entre el miedo sin origen y la ceniza irremediable.
Rascando y más fuera de lo eterno
Tal vez porque de cada pedazo
Se aleja una sombra que perturba
El hocico del lobo del hombre.
El autor de obras como “La sangre interminable”, “Soñar la muerte” y “Exilios”, mantuvo amistad con el escritor argentino que también vivió la experiencia del exilio y murió en la CDMX, Juan Gelman, quien lo consideraba un “poeta original” que padeció “el embate del silencio de quienes no atienden a lo sustancial”.
In memoriam
Los poetas nunca mueren. Saúl Ibargoyen se quedará con nosotros para acompañar nuestras letras, nuestras luchas, nuestras desolaciones y consolaciones. Aprovechemos cada pluma, cada buena taza de café y cada plática profunda para guardarle duelo, porque el duelo es una forma de respeto y agradecimiento que se manifiesta de muchas maneras.
Tras enterarse de su muerte, el también escritor Roberto López Moreno escribió el siguiente poema que generosamente les compartimos.
TANGO PARA SAÚL IBARGOYEN
Domador de distancias
tu paso ha caminado
por la tierra del hombre,
que se ha vuelto tu paso.
¿En dónde está tu casa?
Estará siempre al lado
del camino que traza
compañero y hermano.
De donde sos Saúl
de todas partes
en donde posen el pie
los caminantes.
De donde es esa luz,
la que compartes
entre tus versos
de cerebro y corazón.
Poeta generoso
de poemas alados,
luna y sol del camino,
norte y sur decantados.
Hoy quiero saludarte
con las riendas de un tango.
Ibargoyen, hermano
que renace entre cantos.
De dónde sos Saúl
de todas partes
en donde posen el pie
los caminantes.
De donde es esa luz
la que compartes,
entre tus versos
de cerebro y corazón.
Badoneón de bacanes,
de garufas de otarios
que se espiantan fayutos
porque vos sos el tango.
Roberto López Moreno
México / América