Tendría once o doce años la primera vez que me topé con un VHS sobre una de estas películas extrañas que mezclaban el horror con el deleite musical. Lo encontré en una venta de garage —a las que he sido adicto desde niño— y de inmediato, corrí a buscar algún lugar dónde reproducirla. La portada era de un negro mate con las venas de cartón viejo marcadas, letras rojas brillantes cayendo como sangre y unos labios rojos con una lengua provocativa.

A partir de este punto, mi perspectiva del cine cambió. La obra me atrapó de inmediato desde las primeras estrofas cantadas. No sabía que el horror podría ser sexualmente absurdo y divertido. Desde este descubrimiento, me dediqué a buscar películas similares, conocí el término película de culto, películas irreverentes y absurdas. Aquí tres de estas cintas ridículas y osadas, imprescindibles para la época.

The Rocky Horror Picture Show (1975)

Siendo sinceros, esta es la más famosa de esta pequeña lista. La trama creada por Richard O’Brien funciona como tributo y parodia de todo el cine serie B producido por RKO. Desde el inicio seguimos el pequeño incidente que sufren Brad y Janet, todo narrado como un caso policiaco por El Criminólogo; Tras quedar parados después de un percance automovilístico, la pareja de recién prometidos se aventura bajo la lluvia hasta llegar a la excéntrica mansión del doctor Frank-N-Furter, entonces hasta nosotros somos invitados a bailar: Let’s do the time-warp again! En este punto todo se vuelve un torbellino de enredos, maquillaje, músculos aceitados y tacones altos.

Esta película se volvió un clásico de culto al ser presentada tradicionalmente en las funciones de medianoche a las que los espectadores asisten casi religiosamente portando el disfraz de su personaje favorito, mismas presentaciones que continúan hasta el día de hoy si no has podido ir a alguna termina de leer esta nota y busca inmediatamente una función.

Lo absurdo de la trama, la fuerza de las actuaciones y lo buena que es la música de esta cinta hacen que se vuelva la joya de la corona cuando hablamos de películas musicales de horror.

Little Shop of Horrors (1986)

Si hablamos de tramas absurdas que de alguna forma mágica funcionan a la perfección, tenemos que llegar inevitablemente a esta maravilla. Una planta alienígena decide invadir la tierra pero como cualquier planta necesita primero crecer, si estamos hablando de horror está de más decir que su alimento favorito es la sangre. Seymour, el pobre diablo que la encuentra cae en sus promesas y se dedica a alimentarla con la esperanza de que esta le ayude a conquistar al amor de su vida: Audrey; mismo nombre con el que bautiza a la maligna planta por que cuando estamos perdidamente enamorados lo primero que nos viene a la cabeza es nombrar a una planta con sed de sangre como aquella persona que nos trae como estúpidos.

Uno se preguntaría, ¿no es más fácil hablarle a la chica? Pues no, nuca es fácil hablarle a esa persona; son dos razones muy sencillas: 1) Es hombre y 2) Audry está saliendo con el segundo antagonista de esta cinta, el ser más sádico, incluso que la planta. ¿que podría ser más sádico que una planta carnívora que come humanos? la respuesta es simple: un dentista. ¿Podemos pedir algo más? ¿Bill Murray quizás? pues también lo tenemos en esta mezcla de situaciones y reacciones bizarras, en el sentido anglosajón de la palabra.

A pesar de que esta película no es muy famosa, definitivamente vale la pena darle una visita por estas fechas para divertirse y cantar a todo pulmón: I'm just a mean green mother from outer space and I'm bad!

Phantom of the Paradise (1974)

Brian de Palma hizo esta película. Ya. No necesitas más excusas para verla. Podríamos decir que esta fue una de la pioneras en cuanto al cine de culto horror musical, incluso hasta el día de hoy pocos saben de la existencia de esta pero la imagen del Fantasma es muy conocida popularmente hasta ser homenajeada en una intro de los Simpson. Winslow es un talentoso compositor cuyo único sueño es presentarse en El Paraíso, el nuevo club de Swan, el magnate productor musical y dictador del buen gusto en música. ¿Cuál es el problema? Winslow es un don nadie, lo único que vale la pena de él son sus composiciones, tras un accidente queda desfigurado y decide aterrorizar El Paraíso evitando así que nuevos músicos se puedan presentar hasta que llega la nueva cantante de Swan: Phoenix; Winslow o El Fantasma, como ya es conocido para este punto cae completamente enamorado ante los encantos de la joven cantante y decide entregar sus composiciones para ser cantadas únicamente por ella, obviamente no leyó las letras pequeñas del contrato y Swan hace lo que quiera con estas composiciones. Una clásica de amor, venganza, y trámites burocráticos. A diferencia de las anteriores esta tiene una propuesta cinematográfica bastante interesante en la que deconstruye historias como El fantasma de ópera, Fausto, El retrato de Dorian Gray, entre otros para entregarnos una trama que refleja a la perfección la cultura pop en el mundo musical de los años setenta sin dejar de ser hipnóticamente divertida.