¿De dónde vienen las imágenes que aparecen en los billetes? El pasado 27 de agosto, El Banco de México informó, a través de un comunicado de prensa, la puesta en circulación de una nueva familia de billetes. Iniciando con la denominación de 500 pesos, éstos se encuentran disponibles a partir del martes 28 de agosto del año en curso. De acuerdo con la Ley Orgánica del Banco de México, que es reglamentaria de los artículos 28 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Banxico es el encargado de definir las características de los billetes, así como de emitirlos y ponerlos en circulación; lo mismo sucede con las monedas.

Entre 2013 y 2016, se llevó a cabo el sub-proyecto que definió las características y diseño de todos los billetes. Éste consistió en metodologías para el análisis de elementos de seguridad y diseño; estudios de neurociencias para conocer las emociones relacionadas con el uso y hábitos ante los billetes y monedas; investigación histórica, política, semiótica y antropológica para el establecimiento de los componentes temáticos e iconográficos; estudios de percepción por ciudad, con personas con debilidad visual y ceguera y con público en general, entre otros procesos.

En términos de los elementos temáticos, se estableció que en los anversos de cada denominación se representarán los siguientes procesos históricos que han marcado la historia de México:

Esta selección tiene que ver con la misma forma en la que la historia de México se relata; es más sencillo entender los procesos socio-políticos por los que pasó el actual territorio mexicano a través de periodos fáciles de distinguir y con personajes específicos que simplifiquen su reconocimiento. Dichas imágenes traen consigo una carga histórica y simbólica bastantes arraigadas en el inconsciente colectivo y es por eso que, vale la pena reflexionar sobre el actual proyecto de la familia G.

Reciclaje de imaginarios

Justificar la identidad mexicana a través de dichas imágenes resulta arriesgado. Se trata de iconografías construidas de personajes que, si bien forman parte fundamental de la historia del país, se encuentran gastadas. Asimismo, no hay una renovación sustancial en dichas representaciones, sino parece que se ha llevado a cabo un reciclaje de iconos desde hace dos siglos.

La imagen que hoy se tiene de los héroes nacionales comenzó a construirse durante el siglo XIX. Por ejemplo, la imagen de Miguel Hidalgo, emblema de la Guerra de Independencia e ícono de la identidad nacional mexicana comenzó a circular aproximadamente en 1820, con la proliferación de historias y alusiones a dicho héroe en distintas celebraciones. Poco a poco se fue fortaleciendo con la representación de su rostro en calendarios y retratos, el cual prevaleció en la memoria de la gente. Algunas veces se le mostraba joven y revolucionario, otras, maduro con expresiones serias; sentado, parado o mirando la cruz. Finalmente, la romántica imagen de aquel hombre vinculado a la Virgen de Guadalupe de porte serio que carga en su mirada la experiencia de los años, se consolidó con un retrato del pintor Joaquín Ramírez que hoy en día forma parte de nuestro imaginario colectivo.

Claudio Linati. Hidalgo. 1828
Luis Montes de Oca. Retrato del Muy Honorable Ciudadano Don Miguel Hidalgo y Costilla.ca. 1823.
Joaquín Ramírez. Retrato del Benemérito de la Patria General Miguel Hidalgo y Costilla. 1865

Esto deja claro que aquel sacerdote que dirigió política y militarmente la primera parte del movimiento independentista con el famoso Grito de Dolores no era físicamente así. En realidad, se conoce a partir de representaciones posteriores que responden a la necesidad de quien lo retrató. Su imagen se construyó a lo largo de los años, y paradójicamente comenzó a reconocerse como la de un héroe nacional cuando Maximiliano de Habsburgo fue emperador de México como respuesta a la necesidad de construir una identidad mexicana sólida.

Lo mismo con la imagen de los personajes mas insignes de la historia mexicana. El problema surge no sólo cuando la consolidación de héroes del XIX sigue vigente en el XX, sino también cuando el único cambio que se les hace es fisonómico. Ejemplo de ello es la clara diferencia entre el Benito Juárez del billete de $20 y el de $1,000. La frente, nariz e incluso la forma de la cara son diferentes; parece ser que Benito Juárez no perdió su tiempo este último par de siglos y se sometió a una cirugía plástica que le brindó rasgos más finos y occidentales ¿dónde quedó la imagen de aquel indígena oaxaqueño que peleó para que todos los mexicanos disfrutaran de la educación laica? Si ya se decidió seguir reciclando la misma imagen ¿cuál fue la necesidad de meter al quirófano a tal héroe nacional?

Lo que callan las imágenes

Las redes sociales se dieron abasto por un tiempo para que el pueblo mexicano reconociera no sólo la gran similitud que el nuevo billete de $1,000 guarda con el de $20, sino el cambio de tal personaje. Lo que deja ver que no sólo el reciclaje de la imagen de Juárez no fue la más adecuada, sino el cambio estético al que se le sometió, el cual deja ver el racismo en el que la sociedad sigue inmersa en pleno 2018.

Hace poco se sacó el comunicado de prensa que dio a conocer el próximo billete de $50, el cual tiene en su anverso la imagen de un ajolote. Al igual que con Juárez, las redes sociales dieron lugar a comentarios y opiniones. Sin embargo, parece que el cambio, al ser más orgánico y representar un elemento propio de la identidad mexicana –el cual se encuentra en peligro de extinción–, fue distinto. La selección del ajolote, incluso podría generar un cambio de conciencia sobre el daño que se le hace a los ecosistemas naturales del país, además de que posiciona una imagen diferente dentro de la identidad nacional.

Tal vez las imágenes no tienen voz, pero se encuentran en constante diálogo con quien las mira. Por más cotidiano que parezca, incluso los billetes y calendarios forman parte del universo de imágenes que bombardean constantemente el ojo del espectador. Los colores, las formas y los personajes que encontramos en ellos tienen mucho que decir, no de su tiempo, sino del tiempo de quien mira ¿por qué seguimos reciclando héroes nacionales? ¿sobre qué dialoga Benito Juárez en México del 2018? ¿el ajolote o la mariposa monarca tendrán algo distinto que decir?