Fotografías y texto por Gerardo Mora (@Regandul)
Desde 1970, el restaurant "Los Compadres" se ha convertido en un punto de reunión para las personas que añoran la música de los años sesenta y setenta. Al entrar en el pequeño local se observa la afición de su dueño, Alejandro Villanueva, por el rock and roll. Las paredes, tapizadas de fotografías de bandas internacionales y nacionales como los Rolling Stones, The Beatles, The Doors, Javier Batiz y Peace and Love, demuestran su afecto por la música de antaño.
Ubicada en División del Norte y Churubusco, muy cerca de la Alberca Olímpica, todos los viernes y sábados por la tarde noche se presentan diversas bandas que tocan covers. A pesar de que el lugar está hecho para los clásicos del rock, de vez en cuando se avientan un palomazo con temas de José José, Joan Sebastian o la Sonora Santanera.
Este lugar es visitado de forma asidua por personas que rebasan los 40 años de edad, muchos de ellos pasan al salir del trabajo, aflojan la corbata y piden la primer cuba para relajarse y darle la bienvenida al fin de semana.
Las mujeres suelen llegar vestidas de forma elegante, van en grupo y no les da pena pararse a bailar entre las diminutas mesas, que desde temprano se encuentran llenas. Para las siete de la tarde es muy difícil encontrar lugar. La convivencia en este sitio ha hecho que los asistentes que acuden cada semana al lugar hayan formado una nueva familia a través de la pasión por la música.
Algo muy peculiar es como los Stones, Beatles y Doors han encontrado lugar entre ollas y cazuelas que sirven para preparar las especialidades de la casa: birria y mole de olla.
Para esta visita de los Rolling Stones, los dueños compraron un par de boletos para ser rifados entre los asiduos al lugar, el boleto era de $300 pesos y sólo eran 100 en existencia.