Varios asesinos consideran sus crímenes como verdaderas obras de arte: cómo se llevó a cabo el corte de la mutilación, la forma en que se raptó a la víctima, los pasos a seguir en la tortura, etcétera. Hay otros que llevan una carrera artística a la par de sus homicidios, como la escritura, la pintura, la música o la actuación. Estos personajes parecen salidos de alguna obra literaria, como los protagonistas de “El cobrador” de Rubem Fonseca y El túnel de Ernesto Sábato, que tratan de un poeta y un pintor, respectivamente.
Ya que estamos en fechas cercanas al Halloween y Día de Muertos, en Ibero 90.9 enumeramos cinco casos de la vida real de asesinos seriales que también dedicaron su vida a las artes además de su afición a la muerte.
1. Charles Manson
La historia de Charles Manson comienza cuando este criminal funda una especie de comunidad hippie llamada La Familia, durante el Verano del Amor (1967), donde él fungía como gurú. En 1969, tras creer que se avecinaba una lucha racial entre negros y blancos, este grupo de personas comenzó una serie de crímenes y asesinatos, de los que destaca el de Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski. Sin embargo, Manson también tuvo algunos intentos por sobresalir musicalmente. El hecho más recordado es su encuentro con Dennis Wilson, baterista de The Beach Boys, y con quien supuestamente tuvo una sesión de grabación en 1968. Aunque el mismo Denis niegue tal suceso, se presume que el resultado de dicho evento es la canción “Never Learn to Love”, del disco 20/20, y de la cual nunca se le ha dado crédito oficial a Manson.
https://www.youtube.com/watch?v=8I0v2bVX8j4
2. José Luis Calva Zepeda, "El Caníbal de la Guerrero"
La década pasada hubo dos casos particulares de asesinos seriales en México: “La Mataviejitas” y “El Caníbal de la Guerrero”. Este último atrajo la atención de la prensa más por todos sus supuestos que por las realidades, pues al encontrar restos mutilados de sus exnovias en el refrigerador y la estufa, mientras que en la mesa había cubiertos y limones (sí, limones), se dedujo que José Luis Calva Zepeda practicaba la antropofagia, hecho que nunca se comprobó al cien. De ahí su sobrenombre. Sin embargo, el acusado de cuatro asesinatos, uno de ellos el de una sexoservidora, también fue conocido como “El Poeta Caníbal”, ya que lo reconocían por escribir versos y vender hojas impresas con sus poemas en las colonias Roma, Condesa y el Tianguis del Chopo. Además, se encontraron en su departamento varios manuscritos de obras de teatro y novelas. Al darse a conocer sus textos, varios demeritaron su valor literario por ser reiterativo y caer en el lugar común, al grado de pedir que no lo llamaran poeta. Calva Zepeda se suicidó, según fuentes oficiales, el 11 de diciembre de 2007 en su celda.
https://www.youtube.com/watch?v=e02CYBSFZVI
3. Richard Dadd, “El pintor asesino”
En las artes, parte del Siglo XIX fue un acercamiento al oscurantismo, la magia, religiones del mundo antiguo y tradiciones folclóricas. Esto llevó a varios artistas al estudio de dichas disciplinas, viajes a tierras lejanas y exóticas, así como al uso de drogas psicotrópicas. Este es el caso de Richard Dadd (1817-1886), pintor de la época victoriana y con una historia relacionada con el asesinato. Tras hacer un viaje por países como Grecia, Turquía, Palestina y Egipto, sufrió varios cambios de personalidad, seguramente por el consumo de opio, y a partir de ello se sintió poseído por el dios egipcio Osiris, del cual se creía sacerdote. A su regreso a Inglaterra, asesinó a su padre, pues pensaba que era un espíritu enemigo del mismo Osiris. Huyó a Francia, donde fue aprehendido tras agredir a un turista. Entre sus pertenencias, había una lista con nombres de personas que pensaba asesinar, entre los que destacaban el emperador de Austria y el Papa. Después, fue recluido en un hospital psiquiátrico donde desarrolló la parte más significativa de su obra artística. Queen le dedicó la canción "The Fairy Feller's Master-Stroke", que es una alusión a uno de sus cuadros más famosos.
https://www.youtube.com/watch?v=IGNILpVcgz4
4. Gregorio “Goyo” Cárdenas
Corría el año de 1942 cuando Gregorio Cárdenas, un destacado estudiante de química de 27 años, asesinó a varias prostitutas adolescentes y una joven de la cual estaba enamorado llamada Graciela Arias, hija de un famoso abogado penalista. Después de este último crimen, la madre del estudiante lo internó en un sanatorio mental a petición de su hijo, donde días después sería interrogado sobre la desaparición de Graciela y confesaría todo para terminar en el manicomio de La Castañeda. Al ser una persona sobresaliente, comenzó a asistir a las clases de psiquiatría que daba el director del hospital. Años más tarde se trasladó al Palacio Negro de Lecumberri, donde cursó la carrera de derecho y empezó la redacción de varios libros como Celda 16, además de dirigir una revista dentro del penal y pintar cuadros. Falta agregar que también se casó dentro de la cárcel, tuvo hijos y puso una tienda en su celda para mantenerlos. Gracias a su admirable rehabilitación, “Goyo” Cárdenas se convirtió en una celebridad, al grado de que su familia pidió su exoneración al entonces presidente Luis Echeverría en 1976. Al salir de prisión, vinieron películas, documentales, obras de teatro, exposiciones de sus pinturas e incluso un homenaje en la Cámara de Diputados. Sólo en México un asesino puede ser alguien celebrado.
https://www.youtube.com/watch?v=qJfSp_gIXb0
5. Courtney Love
Mucho se ha especulado sobre la muerte Kurt Cobain; por ejemplo, que fue Courtney Love quien realmente mató al líder de Nirvana. Más allá de que esto sea cierto o no, la muerte de Kurt fue un parteaguas en la vida de su esposa, pues a partir de ello, la cantante de Hole ha ido matando todo lo que la rodea: su carrera, su vida personal, su credibilidad, la imagen del mismo Cobain, por mencionar algunos. La parte que le correspondía de los derechos de Nirvana la fue perdiendo poco a poco hasta que su hija, Frances Bean Cobain, la demandó para quitárselos hasta que Courtney le pague los 3 millones de dolares que le debe. En su autobiografía Girl in a Band, Kim Gordon relata una escena de decadencia de Love que retrata perfectamente lo antes dicho:
“Resulta que Courtney Love estaba de gira por Sudamérica al mismo tiempo que nosotros. Unas noches antes, ella había empezado a despotricar contra un fan que sostenía una foto de Kurt Cobain entre el público. ‘Tengo que vivir cada día con su mierda, con su fantasma y con su hija, y sacar esto a relucir es estúpido e irrespetuoso’ gritó. Abandonó el escenario diciendo que sólo regresaría si los asistentes accedían a corear ‘Los Foo Fighters son gay’. El video acabó en YouTube. Era el típico truco de Courtney, pero en ningún caso me hubiera gustado que se llevasen la impresión de que yo era un desastre como ella”.
Sí, Courtney Love es una asesina de sí misma.
https://www.youtube.com/watch?v=mFxnEr-PNUY