Por Beto Benítez
Foto por Jimena Santoyo
En aquél espacio no-lugar repleto de sillas y mesas frígidas, mientras batallaba con su cruda y yo con mi ansiedad, el rifado Amon (Adonai Santos de Araújo) Tobin me compartió dos manifestaciones extraídas de su mente que tuve muy presentes durante el día hasta la noche. Ambas estaban dirigidas a la presentación de I.S.A.M. (invented sound applied to music) , que se encargaría de dar el cierre al Festival Sony Mutek MX en el campo Marte. Las revelaciones que surgieron durante la entrevista fueron las siguientes:
* No había una intención de entretenimiento plasmada ni dirigida con el I.S.A.M. , era un tipo de “journey” que él había recorrido con el sonido durante años.
*La estructura en donde se “mappeaba” la composición visual era un acompañamiento para poder hacer digerible la detonación de ruido en vivo.
Ya en la presentación, me encontraba rodeado de todo el círculo de come-visuales-traga-sonidos, quienes andábamos erizos de la comida repleta de condimentos a cargo del chef Amon. El tiempo se congeló y mis ojos se convirtieron en lentes; dispuestos a ser embarrados de todo el estímulo de luces e intercambio de espacios y formas que sucedían en las figuras cuadrangulares que conformaban la instalación de I.S.A.M.
En I.S.A.M. no había una narrativa implícita -aunque en ocasiones parecía haber una continuidad en las imágenes de luz que se plasmaban. La formación de imágenes (que variaba desde lo que aparentaba ser una consola, hasta cables y eventualmente sólo luces y recomposición de formas) era bastante rápida y efímera; en lo que se conformaba una, ya se estaba desvaneciendo o formando una nueva (si esto suena confuso no tienen idea de lo que fue para varios de nosotros estar expuestos a la presentación)
Era el sonido quien guiaba y marcaba la progresión de los visuales. Se escuchaba como un sintetizador enfermo de la garganta teniendo un conflicto doméstico con una bocina que soltaba puros bajos como parte de la discusión. En ocasiones la pareja de aparatos podía estar muy alterada, pero siempre tenían un flujo paralelo en la disputa, hasta que poco a poco se reconciliaron con un make-up-sound-sex para alivianar toda la tensión.
En el centro se encontraba el cubo de mayor proporción y adentro estaba Amon, disparando las secuencias (tanto auditivas como visuales) en vivo. Su presencia no era muy visible, y en realidad no era lo que importaba (estaba intencionado para que no le prestaras atención a él, sino a su obra).
Poniendo aparte la interpretación subjetiva que se extrae de la experiencia estética de una obra, yo comprendí durante esos momentos, que no había un contexto específico ni un concepto en el I.S.A.M. La presentación se colocó fácilmente como uno de los mejores cierres -y presentaciones- del Mutek en México. Ya habíamos esperado algunos años a que Amon Tobin se presentara en nuestro país -y mientras el cuerpo se recompone de dicha experiencia- recordemos lo dicho por Matmos en el Teatro de la Ciudad: “ten cuidado con lo que deseas...”
Quisiéramos agradecer a @PUMAmexico por la oportunidad de brindarnos la entrevista con Amon Tobin y por realizar el cierre con el increíble proyecto del I.S.A.M
Beto Benítez forma parte de la muchachada de Durban Poison, programa que se transmite todos los sábados a las 3 am.