Michelle Blades: El diario de una artista nómada
Hace un par de años Rocko Martínez escribió un texto en este mismo espacio dónde mencionó que Rubén Blades y Willie Colón siempre fueron punks, no’más que no nos quisimos dar cuenta. Este texto causó mucho escozor entre los lectores porque “¡cómo va a ser que la salsa sea comparada con el punk!”.
En fin, probablemente el término punk ha sido tan sobado que ya no es ni la sombra de lo que un día fue. Sin embargo, esa tradición rebelde prevaleció en la familia del músico panameño, misma que se involucró en temas políticos durante el periodo de gobierno de Manuel Antonio Noriega y tuvo que salir del país canalero por su seguridad, así lo contó Michelle Blades en entrevista realizada por Javier Ibarra para La Zona Sucia.
De tradición salsera, pero influenciada de forma directa por Outkast y Leslie Feist, Michelle Blades es una artista que se ha nutrido de sus constantes viajes y cambios de residencia. Probablemente es por eso que en su álbum Premature Love Songs de 2017 grabó “No soy de aquí ni de allá”, una canción compuesta por Facundo Cabral, en donde deja ver que es un ser libre: “Yo puedo ser muchas cosas, pero soy una persona”, comentó a Javier Ibarra. Todo este bagaje adquirido se aprecia en su música, que si bien a primera escucha podría ser catalogada como música folk con tintes psicodélicos, trasciende mucho más allá de lo evidente.
Al fusionar todos esos lugares inesperados donde la vida la ha llevado, Michelle Blades representa un crisol sonoro que se aprecia en su ya extensa trayectoria musical: del sonido ruidoso de los sótanos de Arizona, al tono bohemio de la siempre romántica Ciudad Luz. A través de la experimentación y el hazlo tu mismo, Blades encontró una forma de tomar el control creativo de su música para convertirla en una extensión de su vida nómada, una especie de diario donde va narrando el acontecer de su vida diaria.
Por ejemplo, “Kiss Me On The Mouth” y “Politic” representan este estilo ecléctico que ha cultivado Blades con el paso de los años. La primera canción es dulce y suave, como si fuera un bombón pero sin llegar a ser empalagoso, con mucho del estilo de su heroína musical, Feist. La segunda, representa un vendaval de energía, como una buena barra de chocolate amargo, que bien podría ser un híbrido entre PJ Harvey y St Vincent, dos de las voces más potentes de las últimas décadas. Es través de sus experiencias y guitarrazos que la artista, de raíces mexicanas y panameñas, dio forma a Visitor, su próximo material discográfico que saldrá bajo el cobijo de Domino Records y en compañía de Midnight Special Records.
Qué mejor momento para probar este nuevo álbum que el décimo aniversario del festival NRMAL, donde Michelle Blades y los Machetes, banda que la acompaña en vivo, estará pisando el mismo escenario que Jason Pierce de Spiritualized y Hope Sandoval de Mazzy Star. Sin duda alguna el próximo 2 de marzo, el Deportivo Lomas Altas se convertirá en un paraíso para todos aquellos amantes de los sonidos etéreos.