Que yo recuerde, mis trabajos comenzaron en un jardín de Tebas Hekatómpylos, cuando Diocleciano era emperador. Yo había militado (sin gloria) en las recientes guerras egipcias, yo era tribuno de una legión que estuvo acuartelada en Berenice, frente al Mar Rojo: la fiebre y la magia consumieron a muchos hombres que codiciaban magnánimos el acero.
"El inmortal", Jorge Luis Borges
He Never Died (2015) es una co-producción entre EUA y Canadá, el filme fue dirigido por Jason Krawczyk y protagonizado por el ícono del punk Henry Rollins (1961). La trama gira en torno a las peripecias de Jack (Rollins), un extraño hombre que se pasa el día en cama, sus intranquilos sueños llevan a suponer que algo extraño ronda por la vida del protagonista. Alaridos, explosiones, sonidos guturales, lamentos de fieras, entre muchos otros, son los sonidos que Jack recrea cada que se recuesta en su almohada.
Aunado a su estrafalario estilo de vida, el taciturno hombre es, además, un misántropo que rehuye a todo contacto humano (limitándose a lo estrictamente necesario), constantemente desorientado, sin ningún sentido del tiempo, vegano y de pocas palabras, Jack es un misterio.
La aparente placidez del estrambótico protagonista se ve amenazada con el arribo a su vida de Andrea, su hija. Producto de una relación efímera, la adolescente irrumpe como un torbellino en la monotonía de Jack, quien no tenía conocimiento de su existencia. Además de la adolescente vivaracha, las escasas relaciones interpersonales del protagonista se reducen a Gillian, la mesera que día con día le sirve los mismos platillos, y a un enfermero que le ofrece una mercancía misteriosa pero necesaria para su subsistencia. El único entretenimiento del que parece gozar Jack es cuando asiste a jugar Bingo junto a varios ancianos pensionados.
La rutina y lánguida vida de Jack será trastocada cuando una serie de matones, irrisorios e incompetentes, secuestren a Andrea. Lo que en primera instancia, parecía la vida apacible y aburrida de un freak, se convertirá en una persecución que marcará el camino con sangre, huesos rotos o dislocados, mucha sangre y venganza. La verdadera personalidad y naturaleza del personaje de Rollins emergerá conforme avanza en la cruzada para recuperar a su hija. El equilibrio entre la comedia, el humor negro y la violencia explícita, hacen de He Never Died una cinta entretenida y regular. Lo mejor obviamente, Henry Rollins quien poco a poco está forjando su carrera como actor.
La historia del atribulado Jack, remite inmediatamente (guardando proporciones) al magnífico cuento de Borges "El Inmortal":
La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos se conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso.
Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen para los Inmortales. Homero y yo nos separamos en las puertas del Tánger; creo que no nos dijimos adiós.
Con un tono desenfadado y lento, Krawczyk navega entre la comedia y lo sobrenatural. Rollins encarna a un personaje hilarante, otras veces acartonado y socarrón. La película no se presenta en ningún sentido pretenciosa, el guión, la fotografía y las actuaciones son de calidad austera.
He Never Died se proyectó el miércoles treinta y uno de agosto en las instalaciones del Cinematógrafo del Chopo.