La película de la semana: 'Nuestras madres'
Debutar como director de cine en un país latinoamericano no resulta nada sencillo. Más allá del talento, detrás de una película terminada hay un largo recorrido. Si a eso le sumamos lo complicado que es ser seleccionado para participar con tu ópera prima en el Festival de Cannes podemos imaginar el viaje que tuvo que pasar el guatemalteco César Díaz antes de ganar la Cámara de Oro en ese prestigioso festival.
Entre muchas otras cosas, los premios sirven para hacer visibles a cintas que de otra manera pasarían desapercibidas y, en el caso de Nuestras madres, las razones para el reconocimiento saltan a la vista al contar una historia poderosa y necesaria.
Contada a partir del personaje de Ernesto, un joven antropólogo forense que se dedica a investigar una serie de fosas comunes descubiertas recientemente, la cinta se mueve con agilidad entre el fresco social y la investigación de campo para aterrizar en una inteligente reflexión sobre la identidad, la memoria, la dignidad y la justicia.
El valor de la denuncia y el testimonio. La paz detrás de la certeza de encontrar a aquellos que nos quitaron y desaparecieron. La necesidad de saber y descubrir para poder cerrar ciclos, cumplir duelos y seguir adelante. La lucha contra la impunidad y la barbarie.
El diálogo del cine con los horrores de la historia reciente, no solo de Guatemala si no de toda América Latina.
En suma, la contundencia de una gran película que, desde la sencillez y la austeridad, consigue dar voz a quienes no la tienen y ser compasiva y relevante mientras denuncia y cuestiona.
Disponible en el ciclo Talento emergente de Cineteca Nacional, Nuestras madres es una cita ineludible en las próximas semanas.
El More.