La expansión urbana y las distancias inaccesibles, un problema exponencial de movilidad
Las ciudades son para la gente. ¿Si no, para quién más? Son quienes las habitan, quienes la hacen crecer, quienes la alimentan y que se alimentan de ella: las personas son los hijos de la ciudad, y ésta sólo está aquí para proveerlos de una vida lo más cómoda, lo más limpia, y lo más segura posible… ¿O no?
Muchas ciudades europeas se han dado cuenta que uno de los principales problemas que asola a las urbes, es el crecimiento en el campo de automóviles. Entonces, tratan de reducir esta sobrepoblación al número mínimo, así como el uso de vehículos privados. Amsterdam, Oslo, Estocolmo, Londres, Berlín, e incluso algunas ciudades de nuestro vecino del norte como San Francisco y Nueva York, atacan el problema mediante la implementación de transporte público eficiente y seguro, de infraestructura adecuada para peatones y ciclistas, además de múltiples normas que hacen poco conveniente el poseer un automóvil, lo cual ha ayudado no sólo a la estetización de la ciudad, sino también al medio ambiente y a la reducción de gases de efecto invernadero y sustancias tóxicas relacionadas con los automóviles.
Sin embargo, en México aún estamos a años luz para lograr algo así. A pesar de que programas como el “Hoy no circula”, y la implementación del metrobús y ciclovías (sólo en ciudades grandes como la Ciudad de México, León o Guadalajara) ha ayudado hasta cierta medida a reducir el parque vehicular, nuestro país sigue siendo uno que rota alrededor del automóvil, siendo este el mayor sueño para muchas personas. Hemos crecido en un esquema en el que somos dependientes del automóvil, donde estamos acostumbrados a sus comodidades y donde hemos construido no sólo nuestra vida, sino la estética de nuestra ciudad alrededor de este. Las problemáticas que ha causado van más allá del tráfico, hasta el punto de que los autos son la primera fuente de contaminación en el país.
El 14 de febrero de 2018, la Ibero fue sede del VI Congreso Internacional de Sustentabilidad, y uno de los temas principales fue justamente la movilidad en la ciudad. Fue una conferencia que presentó nuevos datos para muchos de los asistentes, así como propuestas para atacar el problema del excesivo parque vehicular en el país y la contaminación que éste produce. Como ponentes estuvieron la maestra Katherine Blumberg, del ICCT (International Council of Clean Transportation), el Ingeniero Gonzalo Peón, del ITDP (Insitute for Transportation and Development Policy), y la arquitecta Carmen Ramos, miembro del Regenesis Group. Presentaron puntos y sugerencias muy interesantes en lo que respecta a las posibilidades para mejorar la ciudad y la calidad de vida de quienes la habitan. Para empezar, la maestra Blumberg habló a nivel más teórico y científico sobre los diferentes gases y componentes químicos que integran la contaminación producida por el tráfico vehicular, señaló que la calidad del aire se podría mejorar con nuevas normas y con regularizaciones para diesel y gasolina.
Por otro lado, Peón y Ramos dieron propuestas sobre modos de aliviar el tráfico. Principalmente proponen el crecimiento vertical de las ciudades para evitar que se sigan expandiendo a los lados, haciéndose más grandes. Es importante recordar que (siguiendo un esquema de convivencialidad ideal) las áreas de vivienda, de trabajo y de servicios estarían en menos de un kilómetro, lo cual permitiría transportarse a pie. En los sesentas se trató de implementar este esquema con los multifamiliares y hasta la fecha muchas personas siguen usando a todo su potencial estos edificios; sin embargo, el modelo falló al extenderse al resto de la ciudad, lo cual creó que el centro estuviera conectado y accesible, y la periferia separada resultando que sólo se pudiera llegar en carro.
El problema con el transporte público, es que también está centralizado, y presenta también la dificultad de la inseguridad, donde hay grandes reportes de robo y acoso sexual. Una mejora en las rutas y en la seguridad del transporte público es esencial, y podría ayudar a que mucha más gente decida dejar el automóvil y elija transportarse de formas más limpias a sus destinos. Actualmente, no se necesita saber conducir para obtener una licencia privada, y la compra de autos sigue siendo promovida por grandes empresas, lo cual ha causado que la prioridad en infraestructura urbana se le de a los vehículos privados.
No todo está perdido. La ciudad de México ha tratado de mejorar sus programas de movilidad y, recientemente, se aprobó una norma que en lugar de colocar un mínimo de lugares de espacios en estacionamientos privados ahora hay un máximo, y el sistema de bici pública sigue creciendo día con día. Pero hace falta exigir más, hace falta crear conciencia y ,sobretodo, hace falta analizar nuestro propio estilo de vida, y empezar el cambio desde nosotros mismos.