La lengua geográfica de Macarena de Arrigunaga

Por: Macarena Jiménez Estefan

Lengua geográfica es el nombre del blog donde Macarena de Arrigunaga publica su prosa poética. Es una metáfora para referirse a la palabra, a la lengua como un mapa. Pero también porque su lengua es así, “¿Te la enseño?” dice la autora, riendo. Macarena estudia Literatura Latinoamericana en la Ibero. Empezó a escribir hace dos años, cuando tenía 20 y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Es muy joven pero su estilo al escribir y el contenido de sus textos ya crean un mundo que respira solo:

“Debe haber otra manera de percibir el mundo puesto que he inventado el mundo que veo”. (de Arrigunaga, Re(conocimiento), 2016)

Ahí, el sol puede explotar en un millar de abejas, el aire ser más denso que el agua y las luciérnagas pueden latir dentro del pecho del lector, al sentir:

“Una gota dentro de otra gota, tu olor a tierra mojada, tu constelación en forma de papalote, una galleta china, un pájaro ciego por tanta luz, un muro de texturas, una enredadera de pensamientos, una bandera roja y el oleaje de un sueño que me inunda” (de Arrigunaga, 2016).

El sueño y la imaginación, complementan la realidad sin que esto signifique escapar de ella. Los insectos y los átomos son microcosmos que pueden albergar en sí mismos el universo de Macarena, donde lo pequeño y lo macro, donde lo real y lo fantástico se funden y se reflejan el uno en el otro.

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El estilo de Macarena se divide en muchas voces cargadas de metáforas. “Intento distanciarme de la realidad muchas veces, nunca me atrevo a decir las cosas literalmente, hago saltos de imágenes”, afirma la autora.

También dice que sus textos podrían formar parte de uno solo pues siguen una misma línea temática. Por esto, si su blog fuera una obra de arte, ella piensa que sería la serie La evidencia eterna de René Magritte, donde aparece una mujer fragmentada en cinco para que el espectador una los huecos entre las partes corporales. Esta división del yo, la necesidad de ser más que uno, se puede observar en las diferentes publicaciones de Lengua geográfica:

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Además de Magritte, Macarena se inspira en cuadros de artistas como Klimt, Schielle, Miró y fotografías de Alain Laboile. Dice que prefiere la fotografía y por eso suele usarla para complementar los textos en el blog, pues le ayudan a explicar lo que quiere decir. Principalmente, agrega obras de Francesca Woodman.

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“La mañana llega con una sombra  que quiebra el cuerpo en dos:  Soy distinta a mi misma”. 

(de Arrigunaga, Ramadán, 2015) Francesca Woodman

Además del arte visual, a Macarena le gusta leer poesía antes de empezar a escribir. Sobre todo a Vallejo, Gloria Gervitz, Pessoa o poemarios que encuentra por ahí. También lee a Clarice Lispector, autora brasileña que definía su estilo como “sin estilo”. En realidad, Macarena podría estar ella misma escrita por Lispector, pues la riqueza introspectiva (lo neutro-vivo) en Lengua geográfica no dista de los monólogos internos en los personajes de la brasileña. Recuerda principalmente a Joana, la protagonista de la novela Cerca del corazón salvaje en su continuo intento por fluir con la naturaleza y con la realidad a través del imaginario femenino:

Yo quiero ser vapor  desde que entendí  que las nubes pueden estar  en el cielo sin caerse

(de Arrigunaga, Embonando embudos, 2015)

En Lengua geográfica, los tulipanes, los girasoles, la tierra húmeda y las olas del mar que chocan con las piedras, son parte del paisaje emocional donde la autora busca encontrarse a sí misma. Las sensaciones se convierten en poesía y se traducen en una búsqueda de la vida a través de la lengua. La prosa poética de Macarena de Arrigunaga, es esa lengua que funciona como un mapa para encontrar un lugar, su lugar, nuestro lugar en el mundo.

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