La crisis de Pemex: Puntos clave para entender el gasolinazo
Por Cristopher Echenique (@Echenique_Mx)
El gobierno mexicano anunció en abril pasado un rescate a Petróleos Mexicanos (Pemex) por 73,500 millones de pesos. Una suerte de salvavidas para tratar de librar la crisis financiera en la que la empresa se encuentra estancada desde hace tiempo, en parte por la caída de los precios del crudo a nivel internacional y una menor producción de las refinerías en el país.
He aquí varios puntos clave para entender el gasolinazo, derivado de la crisis que ha sufrido Pemex:
- La petrolera aporta el 20% de los ingresos totales del gobierno federal cada año, una cifra que alcanzó hasta el 40% cuando los precios del petróleo llegaron a su nivel más alto.
Se equivoca el director de Pemex, el economista José Antonio González Anaya, al decir que la empresa no se encuentra en crisis. El paralelismo con cualquier empresa en graves problemas es claro: pasivos superiores a los activos, elevado endeudamiento, ventas en caída y números rojos que en el 2015 cerraron en 353,000 millones de pesos. Solo que una empresa paraestatal de esa magnitud no puede entrar en quiebra.
La crisis de Pemex es resultado de problemas estructurales y coyunturales, como el desplome de los precios del petróleo. Desde siempre, Pemex ha sufrido los problemas propios de todo monopolio: baja calidad de sus productos y una producción menor, que si operara en condiciones de competencia.
Pero Pemex nunca ha sido una empresa común. Desde su fundación ha estado secuestrada por un contubernio saqueador, fraguado por los líderes sindicales en complicidad con altos funcionarios. Muestra de esa complicidad es el robo impune de gasolina que sufre actualmente la empresa. Aunado a eso, el régimen fiscal que se le aplica, ha privado a la entidad de recursos suficientes para invertir en infraestructura.
“Ya no hay Magna ni Premium”, anunciaba un letrero el 23 de diciembre en una gasolinera en Morelia. Cuatro días después, la Secretaría de Hacienda informó que los precios promedio de las gasolinas serían a partir del primero de enero de 15.99 pesos por litro de Magna, 17.79 de Premium y 17.05 pesos el de diesel, lo que representa un 24.3% de aumento en promedio.
Pemex cuenta con seis refinerías, ubicadas en los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Oaxaca. Sin embargo, éstas fueron construidas en los setenta y no fue sino hasta el año 2015 cuando se comenzó a invertir en ellas. Pemex pasó de ser la tercera productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015.
- El país no está preparado para el proceso de apertura de las gasolinas al mercado internacional.
Al dejar deteriorar las refinerías y demás infraestructura de la paraestatal, la actual administración dejó seco a Pemex. La gallina de los huevos de oro se convirtió en caja chica del gobierno. Sumado a ello, adelantó, sin que el país estuviera listo, el proceso de liberación de los precios al mercado internacional.
- Ahora, en el sexto país consumidor de gasolina a nivel mundial, se reportó escasez de combustibles en más de 13 entidades.
Las refinerías del país dejaron de producir 121 mil 601 barriles diarios de gasolina en noviembre, en comparación con la producción a inicios del 2016. Además es de estas refinerías de donde proviene el 90% de la producción de Pemex.
Una de las principales razones que provocaron la escasez de combustible registrada a finales de diciembre, fue el cierre del ducto Salamanca-Aguascalientes, el cual se ha visto afectado por tomas clandestinas, el principal enemigo de Pemex después de la corrupción. Pemex ha insistido que estas tomas provocan que frecuentemente se tengan que realizar cortes al suministro para que el personal realice reparaciones.
A pesar de que los números muestran una producción menor de combustibles, Pemex asegura que la falta de gasolinas y diesel no tiene que ver con la falta de disponibilidad del producto. El subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Aldo Flores, aseguró que en este año 2017 no habrá escasez de combustibles, pero sí reflejarán su costo real. El funcionario aclaró que los precios de las gasolinas no van a aumentar permanentemente, sino que se verán “fluctuaciones” conforme al comportamiento del mercado.
En respuesta, integrantes de distintas organizaciones se reunieron el primer día del año en el Ángel de la Independencia, para protestar por el llamado “gasolinazo”. Otros grupos se manifestaron bloqueando la autopista de cuota México-Querétaro, lo que generó caos vehicular en ambos sentidos de la vialidad.
El incremento al precio de la gasolina va a impactar con fuerza y en mayor medida (como siempre) a los sectores más pobres de la población, de forma directa en el costo de productos y transporte, advirtió el ex consejero de Pemex, Fluvio Ruiz.
Se refirió a "las mentiras" con las que el gobierno federal vendió la reforma energética y puso en duda la confianza que pudieran tener posibles inversionistas en venir a México, porque Pemex ya no tiene la obligación de garantizar el abasto de combustible. La población de menores recursos no tiene o no usa automóvil, pero sí van a tener que pagar más porque puede preverse un aumento a las tarifas del transporte.
El ex consejero comentó que la celeridad con la que el gobierno federal trabajó para adelantar la importación de gasolina y la liberación de precios, dejó de lado políticas ambientales y de transporte.
“Si en la Ciudad de México, por componentes ambientales se aplicará un impuesto de 50 centavos al litro de gasolina, se obtendrían recursos suficientes para hacer autofinanciable el Metro y su ampliación”.
Ruiz dijo que el gobierno federal debe revisar urgentemente el modelo energético que tiene en marcha, y detener la política “extractivista”, además de hacer un serio análisis sobre si a México le conviene depender de la importación de combustibles.
Las gasolinas importadas provienen del 6% de excedentes generados en Estados Unidos, lo que quiere decir que no existe gran disponibilidad de combustibles para abastecer la demanda del mercado mexicano y que el producto tampoco es de la mejor calidad.
El gobierno federal debió desarrollar infraestructura suficiente para actividades fundamentales como el almacenamiento; toda vez que en la actualidad hay capacidad para guardar inventarios por 6 días; para el año 2025 se prevé que será de 15 días, lo que contrasta con los estándares de la Agencia Internacional de Energía a la que México pretende pertenecer, de tener capacidad de almacenamiento para 90 días, lo que refleja la condición del país.
- En noviembre la petrolera mexicana tuvo una caída de 121,601 barriles diarios en seis refinerías del país de frente a la producción que se reportó en el mismo mes del año anterior, de acuerdo con cifras de Pemex.
Problemas de desabasto vienen desde 2015, cuando se vieron afectados al menos a nueve estados de la República. Petróleos Mexicanos admitió la problemática y recurrió a una costosa “solución”: incrementar el volumen de importaciones de emergencia de combustible. Extraoficialmente se supo que además del desabasto de gasolina en una tercera parte del país, también hubo escasez de gas natural y turbosina.
Entonces Pemex emitió un comunicado atribuyendo la problemática a la cancelación de transporte por el poliducto Brownsville-Cadereyta, inactivo para evitar el robo de combustible a través de tomas clandestinas. También anunció que había un mantenimiento mayor en una planta de la refinería de esta última ciudad.
Con los informes del documento citado aún no es posible cuantificar el gasto de importación que por no estar programada con los proveedores, así como por el traslado a México, incrementa su valor de manera tan discrecional como la misma forma de contratación, por adjudicación directa, sobre la cual ya existen casos de corrupción documentados.
Tal es el caso de la denuncia presentada por Construcciones Tapia, en la que acusan al empresario Erick Legorreta, quien de usar su cargo como presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo para promover prácticas turbias en beneficio de su empresa Conjunto de Servicios Industriales con el presunto apoyo de funcionarios como el titular de Pemex Exploración y Producción, Javier Hinojosa Puebla, y el subdirector, Rodrigo Hernández, quienes supuestamente otorgaron jugosos contratos mediante asignación directa a empresas que no cuentan con capacidad técnica o financiera, ni mucho menos experiencia para la ejecución de las obras y servicios que se demandan, como sería el caso de la empresa de Legorreta.
El sureste de México ha comenzado a sufrir los estragos de la crisis del petróleo en carne propia. El desempleo se ha convertido en la sombra de los estados de Tabasco y Campeche -las regiones petroleras del país por más de 70 años- y los gobiernos locales han comenzado a lanzar un llamado de ayuda para asistir a la economías que solían sostener todo el sistema financiero de México a través de los recursos petroleros.
“Los impactos de la reforma energética nadie puede predecirlos todavía porque desafortunadamente al implementarse las primeras acciones de las rondas desgraciadamente caímos en un problema globalizado que fue el bajo precio del petróleo y eso ha inhibido la participación y el inicio de nuevos proyectos”, ha dicho Jaime Córdova Castillo, subsecretario de Fomento a las Empresas de Tabasco, a la prensa. A esto se suma la compleja situación financiera que atraviesa Pemex.
En el Plan de Negocios 2017-2021 de Pemex, la empresa prevé un balance financiero negativo de 108,900 millones de pesos, y será hasta 2025 cuando alcance un saldo positivo de 29,400 MPD. Pemex espera que con estas acciones se logre estabilizar la producción, la cual en este año que inicia, mantendrá un declive con un millón 944 mil barriles por día.
Mejorar Pemex era una prioridad para México, ahora, esa tarea se ha convertido en crucial tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Si Trump cumple sus promesas, México enfrentará graves problemas económicos.
Las reformas de Peña Nieto todavía no generan crecimiento económico significativo. La mayoría de los economistas esperan que la economía crezca apenas por encima del dos por ciento este año. “La única forma de recuperar la producción en los siguientes cinco o seis años es atraer mayor inversión a Pemex”, subrayó Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Sin embargo, después de que se aprobaron las nuevas leyes en materia energética, la empresa se estancó, no se realizaron las co-inversiones prometidas y se desplomaron los precios del petróleo.
“El gobierno no estaba preparado para una situación de precios bajos sostenidos” empresa consultora en materia energética. “Nunca previeron una implosión de Pemex como la que ocurrió”.
John Padilla, director ejecutivo de IPD Latin America
- Ni siquiera Pemex es muy optimista.
En una entrevista para el New York Times, González Anaya advirtió que no hay que esperar demasiado. “Me han dicho algunas gentes, ‘oye, Pemex no va a volver a producir 3 millones de barriles’. Pues, no”, contestó. “Que pena, pero no. Lo que puedo decir y demostrar es la solidez de la empresa”.
Otra pregunta es si el gobierno podrá acelerar la transformación como una defensa en contra de las políticas de Trump. Incluso si el gobierno atrae inversión privada, su efecto en la producción podría tardar algunos años en materializarse.
Mientras tanto, México debe resolver los muchos problemas de la empresa. Sus refinerías operan a cerca del 60% de su capacidad, lo que obliga al país a importar más de la mitad de su gasolina. Pemex pierde mil millones de dólares cada trimestre, tiene una deuda de casi 100 mil millones de dólares y debe otros 68 mil millones de dólares de pensiones. Los recortes al presupuesto significan que el próximo año la exploración estará detenida.
- Algunos analistas argumentan que Pemex quizá tenga que vender partes de la empresa.
“Vamos a ver a un Pemex más pequeño en los próximos años”, dice Ruiz Funes, como parte de su predicción de que ocurrirá un “largo y doloroso” ajuste. “Será difícil en términos políticos”.
En resumen: el problema no es el precio de la gasolina, sino el despilfarro y mal uso de ese dinero recaudado que no termina de materializarse en beneficios para el mexicano de a pie; en cambio estos terminan, como siempre, volviendo a los ricos más ricos y a los pobres todavía más pobres.
Pemex se encuentra en grave crisis y el remedio no podrá ser superficial o paliativo. Habrá que hacer muchos cambios de fondo en la empresa, cambios que indudablemente afectarán poderosos intereses.