Es la típica historia del muchacho introvertido que conoció en la secundaria a esa chica retraída cuya pintoresca personalidad pasaba desapercibida. Tiempo después, la chica es notada por los populares y de pronto a todos les gusta, su forma de ser cambió y aquellos rasgos sobresalientes parecen nivelarse a un terreno típico, apto para el gusto común. Kings of Leon es una de las bandas que encabezan el Corona Capital 2014 y definitivamente una cuya trayectoria ha pasado por cambios considerables desde que se formó en 1999. Hoy es uno de los grupos con más seguidores y con un estatus que le ha merecido ser headliner en múltiples festivales. Pero en este proceso de evolución, vale la pena preguntarse cuáles son las consecuencias de la fama y el éxito, y qué se puede perder en el camino.
Formada por los hermanos Caleb, Cameron, Jared Followill y su primo Matthew Followill, Kings of Leon surge en Tenessee como una de las miles de bandas que aspiran a conquistar el mundo de la música. Su primer álbum, Youth and Young Manhood (RCA 2003) es una expresión desatada, con guitarras explosivas, una voz un tanto rota y de tintes melancólicos, ligeramente aderezado con country y rock; un sonido prometedor con personalidad propia que logró atraer críticas con canciones como “California Waiting” y “Molly Chambers”.
Tal vez es un ego de explorador el que exclama “Yo la conocí antes de que fuera popular”, de cualquier manera, las cosas cambian, no se pueden limitar las expectativas que una banda tiene de sí misma ni pedirle que mantenga un mismo sonido. Kings of Leon fue consistente con su segundo álbum, Aha Shake Heartbreak (RCA, 2004), pero aun así exploró un lado más melódico y pegajoso con “The Bucket" y experimentó con la áspera voz de Caleb con “Milk”. El sonido es más rítmico, menos casero que el disco pasado, y Because of the Times (RCA, 2007) soltaría temas populares más conocidos y enérgico como “Fans” o “Black Thumbnail”, pero sin perder su lado rockero con “Charmer” e incluso en las intervenciones más intensas de “Knocked Up”. Para este punto es inevitable que el fan escuche tarareos de las canciones más conocidas del disco y maldiga los cielos.
Con la llegada de todos los premios que le mereció Only By The Night (RCA, 2008), Kings of Leon sonó en todas las estaciones de radio con el tema “Sex on Fire” y “Use Somebody”. Es aquí donde sucede una ruptura entre lo viejo y lo nuevo, donde parece que la trayectoria de la banda se encaminó a complacer a las masas y aparecen comentarios como “se vendieron” o “solo te sabes las rolas más fresas”, que sólo podrían pronunciarse como resultado de un legítimo amor hacia la esencia de la banda. Entre camisetas, conciertos, tazas y un creciente número de nuevos fans, el panorama parece indicar que la banda se ha convertido en un monstruo al servicio del público. El éxito genera controversia sobre si acaso el sonido se tornó más accesible, y perdió su cualidad única en el camino, o si es solo cuestión de mayor difusión.
Aquí es donde surge la controversia sobre si es válido cambiar un sonido para generar más ventas; pero de cualquier manera, incluso las canciones más populares, son una extensión de lo que los músicos son capaces de hacer. Al escuchar “California Waiting” se percibe este lado más pegajoso y digerible de la banda, similar al que hizo de Only By The Night un hit, y que continuó en Come Around Sundown (RCA, 2010). Pero con Mechanical Bull (RCA, 2013) sucede algo interesante, parece haber una mezcla entre lo viejo y nuevo de la banda, acentuado con solos de guitarra rockera en “Rock City”, y una intensa batería en “Supersoaker”, que le da un giro inesperado al sonido de los dos álbumes que lo precedieron.
Kings of Leon es una bestia en vivo, un espectáculo imponente que promete un acto memorable en este Corona Capital, pues cuenta con una banda que ya está familiarizada con su rol de headliner y sabe dominar un escenario principal. Esto es el resultado de una identidad que integra lo mejor de una trayectoria que ha acumulado suficientes temas para hacer que el público estalle en brincos con la rola “que todos se saben” y causar una sorpresa cuando el fan puede escuchar ese track que sólo él conoce. Demuestra que la banda es fiel tanto a su público, como a sí misma, y que no olvida el momento en que el fan y ella se encontraron por vez primera.