Kim Gordon y la eterna insurrección
Por Andrés Oddone
¿Volverá a darse una revolución sonora/musical tan profunda como la que ocurrió a comienzos de la década de los ochenta?
Cuando uno analiza en detalle ese momento crucial de transición entre los setenta y los ochenta, puede ver que mucho de lo que hoy suena está relacionado con lo que surgió allí: el baile hipnótico sobre bucles repetitivos, el delirio maquinal, y buena parte de todo lo que hoy se subtitula art. Sabemos que para todo hay antecedentes anteriores. Pero más allá de lo estilístico musical, esa intensa fuerza de cambio del punk, que luego mutó a estilos como el no wave, es un elemento que lo infectó todo, evolucionando en miles de colores distintos.
Así, entendemos que nada tienen que ver musicalmente James Chance con The Prodigy. Pero ¿quién puede negar que comparten una actitud irreverente similar, que toma del mismo centro gravitacional, cargado de un contundente “el mundo es mío y no necesito que nadie me diga que hacer”? De hecho, la música dance electrónica como hoy la conocemos en sus múltiples facetas, sigue abriendo nuevas puertas en la casa del post-punk.
Otra marca importante de captar en el no wave es la amplitud, porque dentro de ese rótulo convivieron agrupaciones y artistas que produjeron obras completamente disímiles, hasta a veces opuestas.
Para que puedan percibir esto por ustedes mismos, les recomiendo que se echen un clavado en algunas compilaciones. Primero en “No New York” (Antilles, 1978) , que fue producida bajo la dirección del gran Brian Eno, una buena fotografía de época sobre el costado más ruidoso y experimental. Y las compilaciones “New York Noise” en sus distintos volúmenes, que supieron exponer claramente esa sana diversidad.
Punk, minimalismo, noise, free jazz, funk, rock experimental, art rock, proto house… New York en esos años fue un hervidero de cultura, invadida de personajes extravagantes, proyectos rompientes, estilos nacientes.
En medio de esa ebullición nació Sonic Youth, banda formada en 1981 con Thurston Moore en guitarra y voz, Kim Gordon en bajo, Anne DeMarinis en teclados y Richard Edson en batería. En muy poco tiempo Anne siguió su rumbo para dar lugar a la entrada de Lee Ranaldo, uno de los centrales de este proyecto delirante que de tanto darle vueltas a lo sonoro se volvió referencia fundamental dentro del mundo de la música experimental y el art rock, banda madre de bandas, de esas inspiradoras que más allá de lo musical desplegó una enorme bandera de apoyo a la libertad compositiva, mostrando en carne que se puede construir una carrera sin tener que dar concesiones a la industria musical.
Es imposible en un solo escrito contarles los mil caminos que tomó Sonic Youth a lo largo de su carrera, una de las más mutantes que se ha desarrollado desde el puro desprejuicio, abriendo camino para todos los que vinieron después. Fue un grupo de esos que funcionaron como suma de sus partes, en un todo en el que cada integrante agregó elementos particulares, cada uno con su carga de talento.
Con todo eso en librería mental, igualmente sigue sorprendiendo que Kim Gordon, quien fue pieza clave de Sonic Youth, hoy nos regale el tremendo mazazo de locura inspiradora que es "Sketch Artist”, track recién salido del horno que anticipa lo que será su próximo álbum solista titulado “No Home Record”, que será lanzado el próximo 11 de octubre y estará compuesto de 9 canciones. Según dicen, el nombre del disco hace referencia a la película “No Home Movie”, del director Chantal Akerman.
Desde siempre Kim ha sido una fémina potente con sangre revolucionaria, dando lugar a una obra prolífica e irreverente que tiene conexión con la música, la poesía y el arte sonoro, lo cual es fácil de constatar en la multitud de ensayos y artículos que ha publicado, así como en los diversos proyectos musicales que fue hilando: Body/Head, Free Kitten, Ciccone Youth, Harry Crews y Mirror/Dash.
Con "Sketch Artist” hace un planteo compositivo que resulta renovador, reuniendo en un solo track retazos de mundos. Es un collage sonoro y estilístico que parece la reunión de artistas extraídos de esferas musicales completamente distantes en un estudio de grabación. La base rítmica camina por el trip hop industrial, y recuerda al momento más dark side de Scorn (proyecto de Mick Harris, ex-batería de Napalm Death) o el filoso y desolado dubstep industrial de The Bug.
Sonando arriba podrán escuchar sutiles arreglos de viento en bucle, con tónica minimalista que llega desde el clásico contemporaneo.
Sobre todo eso, Kim canta suavemente, casi como en un recitado:
"Tu mirada muerta ataca
Y la campana de viento golpea
Y tu mirada muerta ataca
En el día
En la luz del sol
Soñando
En una tienda de campaña
En el día
En la luz del sol
Soñando"
Lo único que hace pensar en el pasado musical de Gordon en “Sketch Artist” ocurre cuando el ritmo se va, cuando la guitarra arpegiada comanda, cuando todo se ilumina, cuando se abre la esperanza… pero eso solo para dar lugar de nuevo al desenfreno, a lo ácido, al golpe.
Más allá de lo sorpréndete que resulta el camino musical que ha tomado Kim Gordon, lo más importante es como da un refrescante soplo de aire nuevo en medio del desierto, como renueva su propio mundo musical y como siempre, abre puertas para muchos otros.
El video clip de “Sketch Artist” fue dirigido por la cineasta alemana Loretta Fahrenholz