Estereotipado como el galán insulso, fumeta y gamberro por excelencia de variopintas producciones hollywoodenses, símbolo sexual, rey de las selfies, rostro de marcas de prestigio como Gucci y declarado la “persona más increíble del mundo” en el año 2010, hablamos de James Edward Franco (Palo Alto, California, 1979), uno de las caras más mediáticas del mundo. Un adonis posmoderno que esconde mucho más de lo que aparenta. https://giphy.com/gifs/sexy-smile-hot-Mq8sIsBu3Ct0c
Franco se desenvuelve en el mundo artístico en diversos campos: es actor, director de cine, pintor, fotógrafo, artista plástico, escritor y docente universitario. A pesar de su camaleónica e hiperactiva carrera profesional, el californiano es ampliamente reconocido por su trabajo en el celuloide, específicamente en producciones de comedia ligera o de franco absurdo (Pineapple Express, This Is the End), drama (Milk, In the Valley of Elah) y acción (la saga de Spiderman dirigida por Sam Raimi, 127 Hours, entre muchas otras). No obstante, Franco posee una peculiar característica que brilla en medio de la ignorancia generalizada en el medio del espectáculo: es un hombre sumamente culto y lo demuestra en muchos de sus trabajos independientes, lastimosamente alejados de los grandes públicos.
El pícaro de la sonrisa perfecta es un ávido amante del aprendizaje (graduado de la UCLA, Columbia y la Universidad de Nueva York, entre las más destacadas instituciones), doctor en Filología Inglesa por la prestigiosa y elitista Universidad de Yale, vamos, James Franco es un ser humano privilegiado que vive inmerso en una espiral constante de conocimiento. Su actitud afable, desenfadada, cuasi ordinaria, sin ínfulas de superioridad intelectual, lo hacen una figura digna de reconocimiento, puesto que no hace alarde de su extenso bagaje cultural.
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Su relación con la literatura va más allá de los sets de cine, en el año 2010 se presentó como escritor en ciernes con la aparición del libro de relatos Palo Alto Stories (Simon & Schuster), una compilación de historias sobre adolescentes californianos desorientados en medio de una atmósfera letárgica, que fue mayoritariamente vapuleado por la crítica especializada. A pesar del aparente tropiezo, la obra fue adaptada a la pantalla grande por la directora Gia Coppola (nieta del patriarca del cine Francis Ford), los críticos, contrario al libro, la acogieron de manera positiva.
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Mi amor por la literatura es mayor que por el cine.
Las dos pasiones en la vida del buen James, continúan redituando al prolífico creador, su carrera como escritor se mantiene en el aire como una apuesta a largo plazo (además de Palo Alto Stories, podemos encontrar el poemario: Directing Herby White), mientras tanto, sigue gestionando proyectos que emparentan a las grandes novelas y protagonistas de la literatura norteamericana con el séptimo arte. Produce, dirige y actúa en sus propios proyectos, de acuerdo con Franco sus cintas aspiran a la trascendencia:
Mis películas como director nunca serán blockbusters, ni quiero que lo sean. El cine también puede ser arte puro y no solo entretenimiento para ganar dinero.
Entre sus creaciones litera-cinematográficas más destacadas se encuentran:
Howl (2010), bajo la batuta de Rob Epstein, James da vida al mítico licántropo de la poesía anglosajona, el obispo de la Generación Beat: Allen Ginsberg. La cinta retrata el proceso creativo que desembocó en la creación de Howl, uno de los poemarios más revolucionarios de la lírica norteamericana. Cómo olvidar la introducción de dicho poema de largo aliento: “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas…”
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The Broken Tower (2010) obra que se enfoca en retratar de manera fiel la vida del poeta Hart Crane, escritor atormentado por su condición homosexual y sus raíces cristianas. Su fugaz, pero trascendental carrera, se interrumpió como consecuencia de su temprano suicidio, al arrojarse por la borda de un barco. Esta obra fue la tesis de maestría en Artes Fílmicas de Franco en la NYU.
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Franco sostiene una sui generis devoción por William Faulkner, su admiración es patente y la hace pública sin tapujos, son dos ya las adaptaciones que ha realizado de este portento de la literatura universal. En 2013 filmó As I Lay Dying (Mientras agonizo), un tour de force que narra las peripecias de una familia de granjeros que peregrinan con el cadáver de la matriarca a cuestas para sepultarla en la rotonda familiar. 2015 marcó el regreso de James a las andadas con el rodaje de The Sound and the Fury (El ruido y la furia), una de las novelas más famosas (y difíciles) del célebre escritor oriundo de New Albany, Misisipi. Cabe resaltar que ambas obras literarias poseen técnicas narrativas complejas y por ende su proceso de filmación y trabajo actoral-guionístico posee mayor mérito. Además, asiduos de la pandilla de marras de James Franco (Danny McBride, Seth Rogen) lo acompañan dentro del reparto.
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Siguiendo con la admiración que profesa a los escritores clásicos norteamericanos, el histrión nativo de Palo Alto estrenó en 2016 la adaptación de In Dubious Battle, obra original de John Steinbeck que cuenta las desventuras e injusticias de un puñado de trabajadores explotados por terratenientes despiadados.
https://www.youtube.com/watch?v=SM4hQp0dIXY
Por si fuera poco y como si no tuviera límites físicos ni mentales, Franco lanzó en YouTube el canal Philosophy Time, en colaboración con Eliot Michaelson (miembro del Departamento de Filosofía de King's College London). El objetivo de esta plataforma es explorar de manera amena aspectos de la filosofía contemporánea, la estética y temas controversiales y espinosos como el aborto. Cada emisión contará con un especialista invitado, a la fecha hay cuatro programas disponibles.
https://www.youtube.com/watch?v=i5EmZh_Obi8
Este pequeño recorrido es una muestra de la polifonía creativa que habita dentro del señor James Franco. Lejos de ser una cara bonita, una estrella más del decadente Hollywood, Franco se erige como una figura atípica, contestataria e inquieta. En tiempos de oscurantismo mediático, la luz discreta que arroja James es un bálsamo y un faro en medio de las tinieblas de la ignorancia.
Parafraseando a Calisto, personaje de La Celestina:
“¿Yo? Franco soy y a Franco adoro y en Franco creo y a Franco amo”.
