Jake Angeli, el hombre-bisonte del QAnon que tomó al Capitolio ‘por los cuernos’
Se presenta como Yellowstone Wolf (El lobo de Yellowstone) o el Q-Shaman. El hombre que apareció en tribuna del salón de sesiones del Congreso estadunidense y que podríamos decir ‘lo tomó por los cuernos’ por un instante, disfrazado de bisonte con una gorro de pieles con cuernos, el torso desnudo, tatuado y el rostro pintado de la bandera de su país, es un joven con mucho carisma y buena oratoria que asegura su misión es informar y revelar la verdad a la comunidad.
Al que ahora se le considera el estandarte del asalto al Capitolio es un aspirante a actor y activista recurrente en las manifestaciones en apoyo al presidente Donald Trump que se dice el chamán del movimiento conspiracionista QAnon. Su nombre es Jake Angeli. Tiene 32 años y es oriundo de Phoenix, Arizona.
Con su peculiar atuendo se volvió en el rostro más visible —y el más fotografiado— de la muchedumbre perteneciente a grupos de ultraderecha y supremacistas que irrumpieron el miércoles en la sede del legislativo mientras se sesionaba para validar los conteos que dieron el triunfo al presidente electo Joe Biden. Lo que ocurrió horas después del zafarrancho, que dejó un saldo de cuatro muertos.
Angeli posó con orgullo para las cámaras levantando el puño izquierdo y con la diestra sosteniendo una lanza de la que colgaba una bandera de las barras y las estrellas en el asiento principal de la sala de sesiones del Senado. Desde donde gritó: “Make America Great Again”, el lema de campaña del mandatario republicano.
Tiene tatuajes en el torso y brazos con símbolos celtas e indoeuropeos, a los que se suma un martillo del dios germano Thor y un árbol de la vida.
En redes por el sombrero lo compararon con Jay Kay de Jamiroquai pero el cantante inglés salió a aclarar en un video que él no es el manifestante.
“Algunos de ustedes pueden pensar que me vieron en Washington anoche, pero me temo que no estaba con todos esos frikis”, difundió en Twitter.
El periodista Alejandro Segura, corresponsal de EFE en Los Angeles dio declaraciones y difundió en sus redes sobre la cobertura que tiempo atrás ha hecho a ese personaje.
Angeli ha defendido la causa QAnon al destacarse activista contra la trata sexual de menores. Se unió al movimiento poco después de su nacimiento pero igual se le ve en Phoenix que en Washington y suele recorrer el país con un cartel que dice: “Q send me” (“Q me ha enviado”)
Fue visto en las protestas del 4 de enero en Maricopa, Arizona, luego de que se señalara que las elecciones le fueron robadas al presidente Trump y también en las que se oponen a las restricciones sanitarias impuestas por la autoridad debido a la pandemia de COVID-19, en las demanda de que se reabrieran los comercios.
“Estamos haciendo frente a la narrativa global de que Biden ganó mediante desobediencia civil, como Gandhi, Jesús, o Martin Luther King hicieron”, dijo en noviembre pasado a la agencia EFE.
QAnon es una teoría que ve al presidente Trump como un héroe que libra una conspiración internacional de comunistas, globalistas y demócratas infiltrados que quieren socavar a Estados Unidos, y tiene entre sus filas a pederastas en la elite de la sociedad y a empresarios y medios adoradores de Satanás, en una trama que controla los poderes desde el "Estado profundo".
La conspiración QAnon nació en 2017 en foros de Internet en la web 4chan —su nombre que refiere a Anónimo— e involucra a Hollywood y famosos como Tom Hanks y George Soros y al partido Demócrata. El FBI lo ha etiquetado como "potencial amenaza de terrorismo doméstico".
Ethan Zuckerman, director del Centro para Medios Cívicos del MIT. señala que “es una teoría especialmente corrosiva” porque lleva a la gente a asumir que casi toda figura de autoridad "es parte de una camarilla secreta que trabaja contra la libertad”.
"La corrosión que se deriva de eso es el peligro de que no confiemos en ninguna institución", dijo Zuckerman en declaraciones al programa The Inquiry dedicado a QAnon en la BBC.
En septiembre pasado, el Centro Pew reveló un dato a no minimizar. Casi la mitad de los estadounidenses oyeron hablar de QAnon, según su último estudio, el doble que seis meses antes. Y de los que sabían de la teoría conspiracionista, uno de cada cinco tiene una opinión positiva del movimiento.
Y si bien muchos creyentes Q, como Jake Angeli consideran que su movimiento constituye la base de apoyo del presidente Trump, lo real es que pasará a la historia como el hombre que se coronó “con cuernos” —por unos segundos— en el acto de violencia que azuzó un presidente en funciones.
