Imagen: informe Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes 2014
Por: Fernanda Barrera
La pobreza en la infancia tiene un sentido de urgencia: la probabilidad de que se vuelva permanente es más alta que en el caso de los adultos, al igual que la posibilidad de que se reproduzca en la siguiente generación.
Si una niña, niño o adolescente (NNA) por causa de su situación de pobreza ve afectado su estado físico y emocional vivirá más tiempo las consecuencias de esta situación que si hubiera empezado a ser pobre en su vida adulta. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en su informe informe Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes 2014 presentado el 27 de abril advierten que los daños que sufren los NNA por causa de la pobreza son irreversibles en la mayoría de los casos.
Fuente: informe Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes 2014
El reporte abarca los años a partir del 2010 al 2014 y dice que en México 1 de cada 2 niños es pobre. Pero ¿qué condiciones determinan que una niña, niño o adolescente sea clasificado como pobre?
En 2009, México se convirtió en el primer país en adoptar una medición oficial de pobreza basada en varios temas Esta medición comprende:
- El bienestar económico
- Los derechos sociales
- El contexto territorial o comunitario.
Una persona se considera pobre si su ingreso es inferior al valor de la Línea de Bienestar Económico LBE, es decir que no dispone de dinero suficiente para adquirir la canasta básica y que le falta uno o varios derechos sociales.
La canasta básica es un conjunto de bienes y servicios indispensables para que una familia pueda satisfacer sus necesidades y, contempla alrededor de 80 artículos: café, azúcar, bolillos, huevo, jabón, jitomate, lechuga, transporte colectivo, entre otros.
Los derechos sociales son 6:
Fuente: elaboración propia con información del CONEVAL
Con esos datos se puede hacer una clasificación de la pobreza. La pobreza extrema se presenta cuando una persona no puede comprar la canasta básica y tiene 3 o más carencias sociales. Por ejemplo una niña que no asiste a la escuela porque la más cercana está a 20 kilómetros caminando, que vive con su familia en una casa de piso de tierra y que no tiene servicio de agua, luz ni drenaje y sumado a esto sus padres no tienen ingresos suficientes para comprar la canasta básica se encuentra en pobreza extrema.
Por el contrario, un niña que asiste a la escuela en el grado que le corresponde, está afiliada al IMSS donde recibe servicios de salud, en su casa tiene agua, drenaje, luz y la cabeza de su familia tiene un sueldo que le permite adquirir la canasta básica, se considera no pobre ni vulnerable.
Del informe se pueden destacar diversas condiciones desfavorables para la población menor a 18 años:
- Sufre con más frecuencia las experiencias de pobreza que aquella de otros grupos de edad: son 12 % más pobres que la población de 18 a 64 años.
- El 54% (21 millones), sufre de alguna carencia social y además el ingreso de su hogar es insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
- El 11.5% por ciento (4.6 millones) se encuentra en pobreza extrema.
Un caso particular de gran relevancia y preocupación es la condición en que se encuentran las niñas, niños y adolescentes indígenas.
EL 79 % se encuentran en situación de pobreza y el 91% de quienes hablan una lengua indígena se encuentran asimismo en situación de pobreza. En contraste el 28% de la población adolescente y juvenil no indígena se encuentra en situación de pobreza, es decir hay 40 puntos de diferencia entre el sector indígena y el no indígena.
El 35 % de las niñas, niños y adolescentes que provienen de un hogar indígena se encuentran en pobreza extrema así como el 54% de aquellos que son hablantes de lengua indígena. En contraste el 8.5% de población joven en hogares no indígenas se encuentra en esa situación.
Sólo 1 de cada 26 niños, niñas y adolescentes en hogares indígenas y prácticamente ningun hablante de lengua indígena en el mismo grupo de edad es no pobre ni vulnerable.
La información presentada hasta ahora muestra que persisten las desventajas de la población de 0 a 17 años indígena en comparación con la no indígena.
Fuente: elaboración propia con datos del informe Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes 2014
Las experiencias de pobreza en la infancia incrementan la probabilidad de seguir padeciendo privaciones en la vida adulta e, incluso de que se transmitan a la siguiente generación La situación de pobreza en la niñez y adolescencia puede tener efectos como el abandono escolar, la mortalidad por enfermedades prevenibles o curables y la estigmatización de su pares por el tipo de vestimenta, así como dificultades para revertir la desnutrición o malnutrición, complicaciones para afrontar discapacidades o pocas posibilidades de reversión de las consecuencias de un período prolongado de carencias que disminuyeron su crecimiento y desarrollo.
Unicef y Coneval en su informe advierten que aun cuando existen avances en el acceso a salud, calidad de vivienda, y educación no será posible observar reducciones importantes en la pobreza si no se mejora el ingreso de los hogares en el que viven. Existen dos condiciones que harán aún más difícil mejorar las condiciones del sector infantil y juvenil:
- Después de la crisis financiera global del 2008 el ingreso de los hogares mexicanos no ha alcanzado los niveles observados antes de dicha crisis. El ingreso se redujo un 14%.
- El recorte al gasto público anunciado este año por la SHCP y el Banco de México afectará programas clave así como bienes y servicios cuyo destino era la población infantil y juvenil. Se calcula que el Presupuesto Federal tuvo un recorte de 4 mil 745 millones de pesos para la atención de este sector.
El informe presentado visibiliza la heterogeneidad en las situaciones de pobreza sin embargo las perspectivas y proyecciones a futuro sobre las niñas, niños y jóvenes en México no son muy alentadoras. Puedes consultar el informe completo en www.unicef.org/mexico/spanish/MX_Pobreza_derechos.pdf