Por: Aarón Ávila (chicledeletras)
Cuatro años de sequía tropical están a punto de terminar, la Fonoteca Real de la excelsa isla de Pocajú acaba de recibir un cotorrito mensajero con el siguiente anuncio: "La Ondatrópica está de regreso, working progress, panas".
Los musicólogos pocajutas, irremediablemente, estallaron de emoción, los liderados por el combo demoledor, bullanguero y virtuoso conformado por Mario Galeano (viejo conocido por Los Pirañas and el Frente Cumbiero) y William Holland (aka Quantic) lanzaron el sencillo, acompañado de vídeo oficial, "Hummingbird", pieza que formará parte del álbum número dos en la historia musical de la Ondatrópica: Baile Bucanero (Soundway Records Ltd) que verá la luz en febrero de 2017.
https://www.youtube.com/watch?v=AW2v5Yqt84I
De Colombia para el mundo, Ondatrópica nos regala un pedacito de cielo aderezado con chía, ananá y un toqué picosito de ají. Herederos de todo el sabor musical de la región del Caribe, estos virtuosos del sabor mezclan a la perfección los sonidos clásicos con la música de avanzada. Pasado y futuro enlazados por los acordes de una gran orquesta que cuenta en su alineación (alrededor de 35 músicos en el estudio, ¡madre mía!) con viejos lobos de mar (verbigracia: Justo Valdés al mando de la marímbula y Nidia Góngora con su poderosa voz) y capullos de floripondio a punto de retoñar (tal y como los percusionistas Urián Sarmiento y Kike Egurrola).
La atmósfera de "Hummingbird" está impregnada por la sal del mar, gran parte del material se grabó en la paradisiaca isla Providencia, Colombia, además del aroma a café rebajado con aguardiente que revolotea por el ambiente y se fusiona con el sudor emanado de pieles mulatas tostadas como granos de café al sol.
Como un pequeño colibrí que va de flor en flor esparciendo el sagrado polen, así los acompasados y festivos acordes del súper combo colombiano inundan los oídos de sus cautivos escuchas. Sol, arena, playa, pieles mulatas, sabor y virtuosismo, esperemos la inminente llegada de Baile Bucanero, mientras a mover el bote al ritmo de la poderosa "Hummingbird".
El Marajá no para de poner la aguja en el vinilo y repetir está joya de la sabrosura caribeña. ¡Aloha!