‘ILEGAL’: última oportunidad para aprender a leer la ciudad
¿Cómo puede leerse la ciudad?
La calle puede vivirse y entenderse de diferentes maneras. Una de ellas es a través del graffiti y los murales, que a pesar de ser catalogados en muchas ocasiones como contaminantes visuales e incluso actos vandálicos, pueden llegar a contar historias y mostrar talentos que convierten el tránsito cotidiano en una oportunidad para codificar la calle y lo que en ella sucede.
El Foto Museo Cuatro Caminos expone en sus salas una muestra que da fe de ello. Bajo el nombre de ILEGAL, se trata no sólo de un recuento histórico, sino de una viva representación de lo que sucede día a día en la escena callejera mexicana, más allá de la noción de que todo graffiti o pinta en la calle responde a un código secreto entre maleantes para comunicar a qué hora una casa se encuentra desocupada o cuándo salió alguien por el pan.
ILEGAL también atina a establecer las diferencias entre las diversas manifestaciones del graffiti. Desde un tag (la firma rápida del autor), una bomba (evolución del tag en tamaño, complejidad y forma, generalmente con la denominada Bubble Letter) y una pieza, la cual conlleva más tiempo, color y complejidad para su creación. Estas tres formas responden a la personalidad y estilo del graffitero y son los principales símbolos de distinción en el ejercicio de rayar la calle, generando identidades entre quienes las crean.
La muestra también logra intimar narrativamente con el público al exponer la parte más incógnita del graffiti ilegal: quién lo produce y por qué. Desde taxistas y amas de casa, hasta policías y abogados, convierten las calles en el lienzo perfecto para expresarse. Se trata de personas que de día son unas y de noche otras; son ellos quienes deciden cómo lucirá la ciudad a través de su ilegalidad, fundando una reputación en la calle aún sin revelar su identidad real.
La curaduría logra exponer de forma orgánica algo que generalmente se encuentra en las calles a través de los grandes murales intervenidos del museo. Grandes personajes como SILER, ZOMBRA y MOTIK se distinguen a simple vista. Sin embargo, no todo es lo que clama el nombre de la exposición. Paradójicamente, ILEGAL también le dedica un espacio a los murales comisionados por galerías, instituciones y proyectos que siguen las regulaciones del espacio público.
Así, ILEGAL se configura como un espacio que invita a conocer y reconocer a los artistas y creativos que diariamente viven la calle de manera distinta a la que uno acostumbra.
La muestra estará abierta hasta el 13 de enero y su admisión es gratuita.
Fotos por María Om