Por Héctor Sánchez Torres.
Con el cambio de presidencia en los Estados Unidos, la pregunta que se hacen los cinéfilos: ¿cómo la industria cinematográfica reaccionará al gobierno de Donald Trump? El presidente electo ha creado una gran división en el país al que ha retornado el ‘nacionalismo blanco’.
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En administraciones pasadas, Hollywood ha entregado películas que reflejan la filosofía producida por las decisiones ejecutivas de cada presidente que ha estado en la oficina ovalada. Ronald Reagan fue un presidente belicoso, lo cual llevó a la creación de películas como la serie de Rambo, Platoon, Full Metal Jacket y Born on the Fourth of July. Durante su guerra contra el terrorismo, George W. Bush inspiró la creación de cintas sobre el tema que retrataban ambos lados de la moneda: el patriotismo estadounidense de pelear contra los “malos” por el bien de la democracia, y el horror de la invasión militar en el Medio Oriente por parte de los “defensores de la libertad”. Al continuar la guerra, Barack Obama propició el mismo tipo de cine. Entre las películas de la guerra contra el terrorismo están The Hurt Locker, Green Zone, The Kingdom, Act of Valor, Zero Dark Thirty y American Sniper. Ya que Trump está caracterizado por su patriotismo –o como sus críticos suelen describirlo– su racismo y xenofobia, ¿cómo será la reacción de la industria cinematográfica?
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El patrón de los presidentes sugiere que las próximas películas tendrán una fuerte temática de nacionalismo e inspirarán un patriotismo –discriminatorio a lo foráneo– en el pueblo estadounidense y el público global que es propenso a consumir propaganda americana. Esto sería muy fácil de digerir para las masas que se identifican con estos ideales. Además, el nominado a Secretario del Tesoro de Donald Trump, Steve Mnuchin, es el fundador de RatPac-Dune Entertainment, una de las fondeadoras de filmes más relevantes en la industria, que han fondeado películas para Fox y Warner Bros como la saga de X-Men, Suicide Squad, The Revenant, Avatar, y Mad Max: Fury Road.
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Pero las últimas acciones de la industria sugieren otra tendencia. Hay actores famosos y muy representativos que han públicamente expresado su descontento y su oposición contra Trump. Meryl Streep dió un discurso en contra del presidente electo en la entrega de los Globos de Oro, durante la noche del 8 de enero del 2017. Streep, al ser una de las actrices más reconocidas de la industria, logró conectar con personas que también se encuentran preocupadas por los próximos cuatro años. Varios otros artistas como Emma Stone, Amy Adams y Martin Sheen, han formado parte de videos y campañas que rechazan la filosofía de Trump y buscan inspirar a la población del país a no caer en las actitudes y conductas que los seguidores del magnate han demostrado a lo largo de su campaña.
https://www.youtube.com/watch?v=bTYidWBC8-4
No hay duda de que Hollywood se hará notar los próximos cuatro años como una fuente política que refleje al gobierno del presidente electo pero ¿cómo lo hará? Es cuestión de esperar cómo el nuevo gobierno afecta a los realizadores de cine y qué tipo de historias contarán. Y si la balanza se inclina más a favor de filmes anti-Trump que pro-Trump. Hay algunos en la industria que han expresado su apoyo al candidato republicano, como Jon Voight, Stephen Baldwin, Hulk Hogan, Lou Ferrigno; inclusive Michael Bay, ya que Trump y su familia quedaron impresionados con su crítica a Hillary Clinton en la cinta 13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi. El nacionalismo americano siempre será reflejado en Hollywood, como siempre ha sido, pero no necesariamente debe ser chauvinista y segregacionista, sino inspiracional y solidario al resto del mundo. Estémos al pendientes de filmes como Patriot’s Day, el cual narra los eventos de la masacre del maratón de Boston. Puede ser que Hollywood prefiera mostrar a un Estados Unidos diferente del cual Trump ofrece.
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