El sonido de un órgano, una banda impetuosa y un minúsculo adelanto de un intenso nuevo tema. Foals reúne estos elementos para construir un teaser de apenas doce segundos de duración. La banda de Oxford, ausente desde hace un par de años, sugirió su regreso con la publicación del corto video en sus redes sociales.
El grupo empezó a trabajar en el sucesor de Holy Fire (2013, Transgressive/Warner Bros.) –tercer elepé del quinteto, nominado al Mercury Prize– en abril de 2014. En enero de este año, Edwin Congreave (tecladista) comentó del proceso de grabación: "El objetivo es grabar a principios [de 2015]. Me gustaría hacerlo aquí [Londres] o tan cerca de mi casa como sea posible, porque he descubierto tarde en la vida que realmente amo quedarme en casa". Mientras el predecesor de Holy Fire, Total Life Forever (2010, Transgressive), fue grabado en Gotemburgo, Suecia a mitad del invierno –lo cual la banda calificó como una idea ridícula–, el cuarto disco de Foals fue grabado un poco más cerca del Reino Unido: en Francia. Jimmy Smith (guitarrista) admitió que durante el proceso de grabación bebieron "alrededor de 130 botellas de este vino tinto llamado Ardèche", pero aclaró: "No creo que haya habido un punto en el que todos estuviéramos borrachos".
https://www.youtube.com/watch?v=cTwwpcWggXI
Describiendo el sonido del álbum, Yannis Philippakkis –cantante y guitarrista del quinteto– dijo: "Sentimos que la dispersión en Holy Fire fue buena pero en esto queríamos empujarlo aún más lejos, para que los extremos estuvieran más alejados. Las canciones pesadas son aún más pesadas, las canciones poperas son aún más poperas y más raras". El líder de la banda promete que el nuevo material empata la vehemencia del resto de su música; Philippakkis declaró para NME: "Este nuevo material va a castigar venues; estamos ansiosos por tocarlo. Va a ser divertido volver a los escenarios y obliterar lugares".
En cuanto a las letras, el frontman de Foals reveló que éstas habían sido inspiradas por Nick Cave. "En [Holy Fire] intenté conscientemente empujar las letras a algún lugar personal que fuera más como la vida real, mientras en éste [disco] sólo quise quitar las capas de mí mismo, hacer que la parte reptiliana de mi cerebro hablara directamente y no analizarla o censurarla". Philippakkis remató diciendo "Quería explotar mi loco interior y sentir que estaba canalizando una especie de criatura febril. Quería saborear la manía, y lo que terminó sucediendo –mirando hacia atrás en ciertos pasajes en algunas canciones– es bastante intenso, en una manera que yo no hubiera estado alguna vez capaz de planear".
El nuevo disco de Foals –producido por James Ford, colaborador frecuente tanto de Arctic Monkeys como de Florence and the Machine– se espera para finales de este año.
Por Aurora Villafuerte (@AuroraVllfrt)