Del muralismo a los libros infantiles: Rocío Bonilla
Entrevista por Gina Jaramillo
La barcelonesa Rocío Bonilla por más de doce años se dedicó a la publicidad, lo que la mantuvo muy lejos de los lápices. Ha publicado libros escritos e ilustrados por ella. Desde que nacieron sus hijos quiso compartir su pasión por el muralismo, creando su empresa Érase una vez, que se dedica a decorar espacios infantiles con murales.
El proceso creativo que Rocío sigue en sus ilustraciones depende del material que ya tiene o está por hacer. Cuando ella va a ilustrar un texto comienza a leer y hacer pequeñas notas del texto, después empieza a hacer un storyboard para poder resumir lo leído en pocas viñetas. De esta manera evita que existan ilustraciones iguales en el mismo texto. El lápiz y papel son muy importantes en el proceso, seguidas por el acuarela y escaneo posteriores.
Al principio, ella buscaba adaptarse a hacer las cosas con tecnología; sin embargo, con el paso del tiempo la gente seguía pidiéndole las cosas a mano y es la técnica que más disfruta. Cada proyecto tiene un tiempo diferente de desarrollo, ya que algunos de ellos han podido hacerse en tres semanas, pero otros tardan mucho más. Bonilla se dedica al cien por ciento a cada uno de los libros: todos los hace para que los niños disfruten el contenido escrito y visual. Comenzó en el mundo literario a partir de su pasión por el muralismo: de ahí una editorial le pidió ilustrar un libro y no ha parado en más de siete años. A pesar de hacer libros infantiles, trata de siempre usar un lenguaje cotidiano y con mucho humor, que ha vuelto sus libros no sólo interesantes para los niños, sino también para los papás.
Para los próximos dos años, Rocío lanzará una colección de ocho libros de cartón para niños con formato de álbum ilustrado. Esto con el objetivo de que ellos empiecen a acostumbrarse al formato de un libro, con temas interesantes y para crear el hábito de la lectura. También quiere poder plantear problemas complejos y de la actualidad, pero de una forma en la que los niños puedan entenderlos y asimilarlos.
Después de esa colección planea terminar un libro en el que lleva trabajando algunos años. En él hablará de los muros físicos e ideológicos en lo que las sociedades actuales nos encasillamos y de esta manera entrar al mundo de los libros con temas más complejos.